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Los multimillonarios de los fondos especulativos de Wall Street prohíben que se diga la verdad sobre el genocidio israelí en Palestina

1º de mayo de 2024 (EIRNS) — El multimillonario Bill Ackman, director general de Pershing Square Capital Management, un fondo especulativo de Wall Street, y un grupo de otros tiburones de Wall Street, casi todos ellos propietarios de fondos de cobertura, encabezan la campaña para purgar abiertamente los campus universitarios de todo el país, de estudiantes y profesores que piden el fin del genocidio israelí y la creación de un Estado palestino. Están creando estados-policiacos de apartheid, de control del pensamiento en los campus universitarios, donde cualquiera que no apoye la limpieza étnica y las guerras permanentes, que están al borde del precipicio de la guerra nuclear, es expulsado o silenciado. 

Estos operadores de fondos especulativos constituyen un sector subordinado de la red oligárquica de la City de Londres y Wall Street, que obtienen beneficios rápidos de volúmenes incalculables de especulación y apalancamiento, a menudo desmantelando empresas y despidiendo a los trabajadores de las empresas que compran temporalmente. 

Habiéndose apoderado estos especuladores y otros de ideas afines, de los dirigentes de los partidos Demócrata y Republicano, también están tratando de eliminar la idea de que los palestinos son seres humanos, y la necesidad de una arquitectura mundial de desarrollo y seguridad. 

Mientras tanto, estos saqueadores de fondos especulativos están amenazando a universidades desde Columbia a Harvard, desde el MIT a la Universidad de Pensilvania, con retirar miles de millones de dólares de las donaciones, a menos que accedan a la política de Wall Street al respecto. 

Veamos lo que están haciendo algunos de ellos: 

William Ackman (valorado en $3.900 millones de dólares según la revista Forbes) y director general del fondo de cobertura Pershing Square, pidió a Harvard que publicara los nombres de los estudiantes que firmaron una carta en la que se decía que el "régimen de apartheid de Israel es el único culpable" de la guerra, en la que se hace referencia a la violencia israelí contra los palestinos durante las últimas décadas. 

Ackman, exalumno de Harvard, pidió la dimisión de la presidente de Harvard, Claudine Gay, por sus declaraciones en una audiencia en el Congreso el 5 de diciembre sobre "antisemitismo en el campus", a la que también asistieron la presidente de la Universidad de Pensilvania, Liz Magill, y la presidente del MIT, Sally Kornbluth. Fueron interrogadas durante horas por la diputada Elise Stefanek (republicana de Nueva York), que había trabajado para la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), una organización proisraelí (financiada por el especulador de fondos de cobertura Paul Singer con $3,6 millones de dólares y por el magnate del juego de Las Vegas Sheldon Adelson con $1,5 millones de dólares); fue miembro del consejo de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), que ha patrocinado revoluciones de colores desde 1983; y es la cuarta republicana más poderosa de la Cámara de Representantes. Estos rectores universitarios no son de la mejor calidad humana, y dieron respuestas liberales defectuosas e inadecuadas, pero Stefanik y Wall Street estaban al acecho para abalanzarse sobre ellas, dijeran lo que dijeran. 

El multimillonario Ronald Lauder, presidente del gigante de la cosmética Clinique Laboratories, amenazó en octubre con suspender sus donaciones a Penn, en una carta en la que argumentaba que la dirección de la escuela le había obligado a "reexaminar mi apoyo financiero en ausencia de medidas satisfactorias para abordar el antisemitismo en la universidad". 

Marc Rowan, Consejero Delegado de Apollo Global Management (con una fortuna de $5.900 millones de dólares, según Forbes) argumentó en contra de la dirección de Penn en un artículo de opinión publicado el 11 de octubre en el Free Press, y pidió a los donantes "que cierren sus talonarios" hasta que el Presidente Magill y el presidente del consejo de la universidad, Scott Bok, fueran despedidos. 

Leon Cooperman, director general del fondo de cobertura Omega Capital (valorado en $2.800 millones de dólares), amenazó en octubre con retirar sus donaciones a la Universidad de Columbia por las protestas propalestinas en el campus. Dijo a Fox Business: "Esos estudiantes tienen mierda por cerebro". 

Henry Swieca ($1.900 millones de dólares), fundador del fondo de cobertura Talpion Fund Management, abandonó abruptamente el consejo de la Escuela de Negocios de Columbia, alegando que "a los grupos de estudiantes y profesores descaradamente antijudíos se les permite operar con total inmunidad." Puso fin a su financiamiento. 

Ross Stevens, director general del fondo de cobertura Stone Ridge Asset Management, antiguo alumno de Penn, amenazó en octubre con retirar una donación de $100 millones de dólares en acciones de Stone Bridge a la universidad, alegando que la Ivy League mantenía un "enfoque permisivo con el discurso de odio que llama a la violencia contra los judíos”. La presidente de Penn, Liz Magill, anunció su dimisión el 9 de diciembre, después de la carta de Stevens, lo que demuestra el peso de la retirada de las contribuciones a la universidad. 

Que los operadores de fondos especulativos tengan este poder es incomprensible: ¿Qué entienden ellos del conocimiento real? ¿Qué saben del mundo? Pero se han coordinado para establecer condiciones de estado policial en el campus, de modo que ni siquiera se puede decir que 34.000 civiles palestinos han sido asesinados por la artillería, el corte de agua, alimentos, vivienda y atención médica, con la intención de cometer un genocidio.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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