3 de mayo de 2024 (EIRNS) — El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se pronunció ayer en la mañana sobre las manifestaciones contra el genocidio en Gaza, para condenar a los manifestantes con imprudentes clichés. Cabe esperar que ambos partidos del estatus compitan entre sí en su esfuerzo por salvar la república utilizando medidas de estado policial para reprimir los desafíos a la política de guerra. Al leer su discurso, uno casi podría olvidar que la única violencia que ha habido ha venido de los oponentes de los manifestantes. 

Biden enmarcó la cuestión: "Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a provocar el caos. Destruir propiedades no es una protesta pacífica, va contra la ley. El vandalismo, el allanamiento de morada, la rotura de ventanas, el cierre de campus, la cancelación forzosa de clases y graduaciones, nada de esto es una protesta pacífica... Amenazar a la gente, intimidarla, infundirle miedo no es una protesta pacífica: va contra la ley". 

Sin citar un solo caso de comentario antisemita real o amenaza de violencia contra ningún judío, alegó: "No debería haber lugar en ningún campus ni en ningún lugar de Estados Unidos para el antisemitismo o las amenazas de violencia contra estudiantes judíos... Comprendo que la gente tenga sentimientos fuertes y convicciones profundas. En Estados Unidos respetamos y protegemos su derecho a expresarlos, pero eso no significa que todo valga. Hay que hacerlo sin violencia, sin destrucción, sin odio y dentro de la ley". 

Luego, en lo que parecía nada menos que una imitación del ex Presidente Richard Nixon, concluyó: "No se equivoquen, como Presidente siempre defenderé la libertad de expresión, pero siempre seré igual de firme a la hora de defender el Estado de Derecho... En momentos como éste, siempre hay quien se apresura a ganar puntos políticos. Pero este no es un momento para la política. Es un momento para la claridad. Así que permítanme ser claro: la protesta violenta no está protegida, la protesta pacífica sí". 

Los manifestantes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), que fueron agredidos violentamente en plena noche, sin que la policía intentara detener o arrestar a los agresores, vieron cómo al día siguiente esa misma policía desmantelaba por la fuerza su campamento en las horas previas a la presentación de Biden sobre la protección de la protesta pacífica.