3 de mayo de 2024 (EIRNS) — El miércoles 1º de mayo por la noche dio una rueda de prensa el alcalde de Nueva York, Eric Adams, acompañado por la comisaria adjunta de la policía de Nueva York, Rebecca Weiner, en la que dijo que había recibido una información de inteligencia que "cambió su forma de pensar" sobre las manifestaciones en los campus universitarios y lo llevó a ordenar un agresivo despliegue policial tanto en la Universidad Columbia como en el City College de Nueva York (CCNY). ¿En qué consistía la información? "Agitadores externos", informó la agencia Associated PressEstos agitadores externos han llegado a los campus "para radicalizar a nuestros hijos", y estaban llevando a los estudiantes a "tácticas más extremas", dijo Adams. 

Según la CNN, Weiner, cuyo pasado de "inteligencia" es sospechoso (entrenada en Israel), está actualmente examinando los nombres de las personas detenidas para determinar si están afiliadas a las universidades. "Queremos asegurarnos de que estamos dando información precisa", dijo. "Pero creo que lo más importante es que no se trata de que los estudiantes expresen sus ideas. Se trata de un cambio en las tácticas que presenta una preocupación y una normalización y generalización de la retórica”. Adams afirmó que había personas detenidas afiliadas a "grupos terroristas", y no sólo unas pocas sino un "número considerable". La noche anterior, la policía que entró en Columbia y CCNY, a petición de esas escuelas, detuvo a 173 en CCNY y a 119 en Columbia. 

Adams llegó a afirmar que una de las "profesionales bien formadas" que habían sido identificadas era una mujer casada con "alguien que fue detenido por terrorismo". Se refería a Nahla Al-Arian, una profesora de primaria jubilada de 63 años, que no había estado en el campus de Columbia en toda la semana, sino que se había pasado brevemente por allí el 25 de abril mientras estaba en Nueva York de viaje con sus hijas, porque le inspiraban las protestas estudiantiles. Admiró la protesta pacífica desde la distancia, sin hablar con ninguno de ellos en su breve visita. Sin embargo, la foto de su hija en la que se veía a su madre feliz y contenta se difundió por las redes sociales, desde donde se utilizó para una crear una “inteligencia” tan chapucera, o en realidad un desprecio temerario por la inteligencia real, que un terrorista estaba guiando a los manifestantes. 

Su marido, Sami Al-Arian, había sido efectivamente detenido en 2003 y finalmente condenado en virtud de la Ley de Espionaje, en lo que huele a montaje, típico de los orquestados contra hombres árabes o musulmanes en la "guerra contra el terror". Era un caso muy endeble y, sin embargo, esta fue la historia de "casada con un terrorista" que se recogió y se hizo viral en las redes sociales. 

Nahia Al-Arian declaró a AP que sacar a relucir el caso de su marido "es una distracción, porque tienen mucho miedo de que los jóvenes estadounidenses sean conscientes por primera vez de lo que ocurre en Palestina. Ellos son los que influyeron en mí. Ellos son los que me dieron la esperanza de que por fin el pueblo palestino pueda conseguir algo de justicia... Me sentí feliz de ver a esos estudiantes luchando por la justicia para el pueblo oprimido de Palestina". 

Su hija, la periodista Laila Al-Arian, afirmó que Adams "apelaba a los instintos racistas más bajos de la gente" para tratar a los musulmanes como peligrosos intrusos. "Mi madre quería ver de cerca este hermoso acto de solidaridad. Que la gente utilice a mi padre para desprestigiar a estos estudiantes, que puede que ni siquiera estuvieran vivos cuando todo esto estaba ocurriendo, es vergonzoso en muchos sentidos”. 

Rebecca Weiner emitió ayer una aclaración, para admitir "que la esposa de un hombre condenado por terrorismo, que anteriormente se pensaba que estaba involucrada en las protestas de anoche, en realidad no formó parte de los acontecimientos" (cosa que ella sabía desde el comienzo), informó el Gateway Pundit. "Explicó que la mujer estuvo presente en el campus de Columbia la semana pasada y declaró: 'No tenemos pruebas de ningún delito por su parte'". Sin embargo, ante tal giro de los acontecimientos, no hay que esperar a que el alcalde vuelva a "cambiar de opinión".