3 de mayo de 2024 (EIRNS) — El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió una declaración ayer 2 de mayo para recordar el 10º aniversario de la horrible masacre en el edificio de los sindicatos de Odessa, cuando "nacionalistas extremistas", que no toleraban ninguna oposición al golpe de Estado en Kiev, prendieron fuego y quemaron hasta la muerte a docenas de activistas sindicales ucranianos. La falta de enjuiciamiento de ningún individuo marcó la pauta de los regímenes de Poroshenko y de Zelenski. 

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia declaró, según la reseña de TASS: "Odesa era un hueso en la garganta del régimen, que quería poner de rodillas a los residentes de la ciudad a los que odiaba, y ahogar cualquier resistencia en sangre... Los radicales prendieron fuego al edificio. Eliminaron a los que saltaron intentando escapar del fuego". 

La declaración condena específicamente la inacción del Presidente Volodímir Zelenski después de que este prometiera durante su campaña electoral en 2019 que, "bajo su gobierno, se respetarían estrictamente las leyes ucranianas y el principio de la inevitabilidad del castigo”. 

Para la ocasión, la agencia rusa de noticias TASS hizo una entrevista con Viktor Medvedchuk, el líder de la oposición ucraniana que se vio obligado a exiliarse bajo la presidencia de Zelenski. Medvedchuk afirmó que los principales dirigentes inmediatamente después del golpe (febrero-abril de 2014), incluido el Presidente en funciones Oleksandr Turchynov y funcionarios del gabinete, habían orquestado los asesinatos en masa. Los calificó de "fascistas salvajes" y condenó "el hecho de que las 'democracias' occidentales no se hayan pronunciado sobre este terrible y cruel crimen en los diez años transcurridos desde entonces”. 

EIR fue uno de los pocos medios informativos occidentales que reseñaron la masacre, en la que murieron al menos 40 personas y 170 resultaron heridas.