Executive Intelligence Review (larouchepub.com/spanish)
B
oletin de prensa. De circulación inmediata
Para mayor información llame a:
Gretchen Small (703) 777-9451, ext. 272


Gran encuentro continental "México-Brasil-Argentina: La hora de la integración; marcha hacia un Nuevo Bretton Woods"
LaRouche y López Portillo se dirigen a reunión en Guadalajara para definir la salida de la crisis financiera intenacional


Guadalajara, 24 de agosto (EIRNS)—Con sendas exposiciones del ex Presidente de México, José López Portillo, y del precandidato presidencial estadounidense Lyndon H. LaRouche, se inauguró el jueves 22 de agosto, en Guadalajara, México, el gran encuentro continental "México-Brasil-Argentina: La hora de la integración; marcha hacia un Nuevo Bretton Woods", organizado por el Movimiento de Solidaridad Iberoamericana (MSIA). Más de 250 personas abarrotaron la sala donde se llevó a cabo el acto en conmemoración del vigésimo aniversario de la publicación de Operación Juárez; el estudio elaborado por LaRouche en 1982, luego de reunirse con López Portillo, quien a la sazón ocupaba la Presidencia de México.

El encuentro, que también se transmitió en vivo a toda Guadalajara por Radio Universidad, y al mundo entero por internet, en www.larouchepub.com/spanish, tuvo lugar en medio de la extraordinaria crisis financiera por la que hoy atraviesa el mundo, la que, de no resolverse, dijo LaRouche, podría llevarnos a una nueva edad de tinieblas como la del siglo 14. Para resolverla, dijo, es necesario que Iberoamérica y los Estados Unidos inicien una alianza, como la que entablaron Abraham Lincoln y Benito Juárez para derrotar, tanto a la monarquía británica, como a los Habsburgo, en el siglo 19.

Además de LaRouche y López Portillo —quien envió su discurso, al no poder asistir por motivos de salud— el acto contó con la intervención que hizo por vía telefónica desde la prisión de Campo de Mayo en Argentina, donde se encuentra prisionero, el coronel Mohamed Alí Seineldín; y discursos que pronunciaron en persona el almirante (ret.) Sergio Tasso Vasques de Aquino, de Brasil, el mayor (ret.) Adrián Romero Mundani, de Argentina, y Marivilia Carrasco, presidenta del MSIA de México.

LaRouche, quien no pudo viajar a Guadalajara porque las autoridades mexicanas no le permitieron las condiciones de seguridad para hacerlo, dijo que, para comprender la situación del mundo hoy día, había que remontarse a la situación de hace 20 años, cuando la primera gran crisis de las relaciones entre los EU y las otras naciones de América irrumpió con la Guerra de las Malvinas, y el subsiguiente aplastamiento de México en el período que empezó en agosto de ese mismo año. Los EU, dijo LaRouche, fueron fundados para fomentar lo que se conoce como el bienestar general o el bien común, pero desde un principio la oligarquía trató de destruir eso y de evitar que surgiera en el mundo otro país que reflejara el éxito de la república americana.

"Eso cambió con la victoria de Abraham Lincoln, el gobierno de Abraham Lincoln en la guerra civil de los Estados Unidos", dijo. En Europa, "los británicos y los dirigentes fascistas como Napoleón III, el emperador de Francia, se combinaron, se unieron para invadir y aplastar a México, aplastando de esa manera a su Presidente legítimo, Benito Juárez.

"Al terminar ese período, después de la tiranía fascista del emperador Maximiliano, que en esencia era un títere Habsburgo, un títere británico controlado por ellos, los franceses fueron expulsados de las Américas", dijo, "y Juárez restableció la república mexicana".

"Desde entonces, los altibajos dentro de los EU han definido su relación con México. Esas relaciones eran mejores bajo Franklin Delano Roosevelt, y terribles bajo su antecesor, Teodoro Roosevelt", dijo. En 1971 vino un nuevo sistema monetario, una tendencia "literalmente fascista en los EU", de simpatizantes de la antigua Confederación esclavista, que tomó el poder con Richard Nixon y se empeñó en eliminar "el legado no sólo de Roosevelt, sino también de Lincoln y los fundadores de los EU. Y ahí México empezó a sentir la presión.

"En 1982, cuando Brzezinski, el gobierno de Brzezinski, porque él era quien de verdad controlaba al gobierno de Carter, en especial sus políticas hacia México, México fue muy presionado, como también fue el caso de Argentina, Brasil y otros países, y se adoptó la decisión de destruir la independencia de todos las naciones de Centro y Sudamérica. Esa fue la intención. Yo sabía eso. Yo estaba envuelto en cierto momento en tratar de movilizar una defensa de Argentina contra el imperialismo británico, en el caso de la Guerra de las Malvinas. Por desgracia", dijo LaRouche, aunque algunos en el gobierno de Ronald Reagan se mostraban amistosos con él, Caspar Weinberger y otros "lograron garantizar el apoyo pleno estadounidense a los británicos cuando aplastaban a los argentinos en la Guerra de las Malvinas.

"En ese período, me reuní brevemente con el presidente López Portillo en su despacho, y discutimos el tema. Y él me pidió, me preguntó cuál iba a ser el futuro de México en esa situación, y le dije: Bueno, la intención en Washington y Nueva York es aplastarlo, y va a llegar el primer golpe a no más tardar octubre de este año.

"Y de esa discusión, y de discusiones con otros en las Américas, yo me comprometí a plantear una política, en tanto economista, una política que sería adecuada para bregar con la crisis que en ese momento se avecinaba para todos los Estados de las Américas; en especial México, Brasil, Argentina". Hubo un breve período, dijo LaRouche, en que parecía que iba a adoptarse su propuesta, Operación Juárez. Pero, presionados por fuerzas de los EU y otros, "los presidentes, el presidente de Brasil y el gobierno de Argentina, abandonaron a México y al presidente López Portillo para que se las arreglaran sólos".

De haber adoptado Operación Júarez, los países de Iberoamérica "hubieran podido defenderse a sí mismos y también ganar a los Estados Unidos, al gobierno de los Estados Unidos, a que cooperaran con ellos".

"Por desgracia, eso no ocurrió. Henry Kissinger visitó a México en octubre de 1982, por ejemplo, y vinieron otras presiones de funcionarios el Departamento de Estado que dijeron: 'de aquí en adelante, a este tipo LaRouche nunca más lo vamos a dejar entrar a México. Es demasiado peligroso para México'. Y eso es lo que pasó".

Ahora estamos ya en la fase final de un sistema monetario internacional, y, o lo reemplazamos con una reforma en la dirección del viejo sistema de Bretton Woods, o las naciones morirán, dijo.

"Sólo si nosotros podemos ganar esa batalla, podremos tener la correlación de fuerzas necesaria para darle a las Américas en su totalidad la justicia que hoy se les niega. Y así, la tradición de la alianza implícita de Lincoln con Benito Juárez, y la lucha por el desarrollo de una verdadera república mexicana es el precedente al que tenemos que acudir hoy día".

Queremos un mundo mejor

En su discurso, el ex presidente López Portillo lamentó el hecho de que LaRouche no estuviera presente en Guadalajara y "nos ilustre con sus experimentadas enseñanzas, aunque desde luego celebro y envío saludos a su digna pareja, Helga Zepp". López Portillo dijo que, "si queremos un mundo mejor, y sí lo queremos, debemos marchar hacia un Nuevo Orden Financiero Internacional que atienda las necesidades de los países poderosos, y de los que, no siéndolo, quieran resolver los problemas sociales de sus poblaciones nacionales". Dijo que cuando era Presidente de México, "tuve que acudir a la nacionalización, pues consideré que el Estado, no pudiendo traicionarse a sí mismo, sería el mejor instrumento para manejar el ahorro de la nación, en la inteligencia de que no expropiamos a los ahorradores, sino tan sólo al sistema en sí mismo".

El coronel Seineldín le dijo a los participantes que "cada vez que ustedes se congregan para tratar de sostener a nuestra América, florece la esperanza de la América Posible, el sueño hecho proyecto del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana, bajo la concepción estratégica del digno señor y patriarca de la humanidad, el doctor Lyndon LaRouche". Dijo que "dentro de este caos debemos enfrentar la nueva amenaza, que es la de integrar a nuestras naciones en el proyecto ALCA, que será el golpe final angloamericano para lograr el sometimiento y la pobreza total.

"Esta situación reitera el llamado a los espíritus dignos de la nación americana. No hay tiempo de espera para las consideraciones; el depredador está instalado en nuestras casas", dijo. "América es de y para los americanos, con nuestro talento para pensar y nuestros conductores para hacer lo que se debe hacer", dijo. "América es Posible".

En el discurso inaugural, Marivilia Carrasco señaló que, con este encuentro, se reunían "los protagonistas de esta gran historia y tendiendo los puentes necesarios para salir victoriosos de las derrotas anteriores". Añadió: "Las alternativas son claras: Iberoamerica se une para luchar por una solución global de esta crisis sistémica general, y eso implica necesariamente la alianza con las fuerzas que representa Lyndon H. LaRouche en los EU, o divididos, sucumbiremos como naciones, desintegradas, abatidas por las luchas intestinas y bajo el enseñoreo de la violencia, el narcotráfico, el hambre y las enfermedades".

El encuentro continuó el viernes 23 de agosto, con varias sesiones de trabajo, en las que participarían otros ponentes de Argentina, Brasil, México y Perú.

FIN

Escuche los discursos de LaRouche y López Portillo en la página electrónica: www.larouchepub.com/spanish

<Página Anterior