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Acaben con la alianza de Obama
con los asesinos de Bengasi;
no dejen que el gobierno siga con el encubrimiento

21 de enero de 2013 (EIRNS) – El Comité de Acción Política LaRouche (LaRouche PAC) emitió el siguiente boletín de prensa que circula ampliamente, en particular en medios del Capitolio de Washington, D. C.

En la víspera de las audiencias en la Cámara de Representantes y en el Senado, en donde la Secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton finalmente comparecerá para testificar sobre las circunstancias que rodearon los sucesos del 11 de septiembre de 2012 en Bengasi, Libia, el gobierno de Obama sigue ofuscando y confundiendo intencionalmente, en un intento de extender su encubrimiento e impedir que se revele la verdad sobre quien es en última instancia responsable de la muerte del embajador Stevens.

Representantes de Executive Intelligence Review fueron informados la semana pasada, durante reuniones que se llevaron a cabo en las oficinas de miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, que el Departamento de Estado ha enviado a Patrick Kennedy al Capitolio para conducir un informe al personal sobre el caso de Bengasi, lo cual se presumen tiene el propósito de presentar un informe preparatorio sobre el contenido de las audiencias de esta semana. Según las fuentes, los informes se limitaron a plantear de manera estrecha únicamente “recomendaciones de seguridad” y detalles técnicos del ataque mismo que ya fueron tratados en el informe de la Junta de Revisión de Responsabilidades, el cual redujo enormemente el enfoque de su investigación para excluir la necesidad de abordar las decisiones de política más amplias tomadas por el gobierno de Obama que llevaron precisamente a que ocurriese el ataque mortal en Bengasi.

Si estos informes tuviesen la intención de señalar los parámetros de lo que se considerarían preguntas y temas aprobados para la Secretaria Clinton, para alentar preguntas “ligeras” y desalentar una consulta sustantiva, eso representaría nada más que una extensión intencional del encubrimiento que ya lleva meses para ocultar la verdad sobre el ataque del 11 de septiembre. Cualquier intento por parte del gobierno de Obama de seguir tratando de diseminar la narrativa de “recomendaciones de seguridad” se debe ver como lo que es: una desviación de la atención del pueblo estadounidense del horrible esperpento que hay en la sala, que es nada menos que Obama se alió y armó de manera activa y que apoyó a los propios terroristas de Al-Qaeda que asesinaron al embajador Stevens, y lo sigue haciendo hasta la fecha presente.

LaRouche PAC ha circulado ampliamente una ficha informativa entre las oficinas del Congreso en el Capitolio durante las últimas semanas previo al testimonio de la Secretaria Clinton, titulado “¿Se alió el gobierno de Obama con Al-Qaeda en Libia y Siria?” [1],  en donde se documenta de manera irrefutable que la decisión de la Casa Blanca de Obama de aliarse y armar a terroristas conocidos en Libia con el propósito de llevar a cabo la política de Tony Blair de cambio de régimen para derrocar (y asesinar) a Gaddafi, llevó directamente a la creación de las condiciones que condujeron al 11 de septiembre de 2012. Esa ficha informativa no solo prueba de manera concluyente que Obama estaba a sabiendas en alianza con nada más y nada menos que Al-Qaeda en Libia (incluso mientras que se jactaba de que había matado a Osama bin Laden), sino que incluso después de la muerte del embajador Stevens, el ha continuado con esta política, dentro de Libia y ahora extendiéndola hacia Siria y más allá.

Durante la audiencia en la Comisión de Relaciones Exteriores el 20 de diciembre de 2012, se plantearon algunas preguntas que apuntaban efectivamente en la dirección de esta cuestión. Sin embargo, la respuesta general a esas preguntas por parte del gobierno, fue y sigue siendo una respuesta evasiva y de encubrimiento. Incluso en días recientes, los acontecimientos en el mundo real dejan ver las consecuencias mortales de permitir que siga este encubrimiento de Obama, como ocurre en Malí, en donde las armas proporcionadas por Obama a través de Qatar a los rebeldes de Libia han llegado a parar a las manos de los combatientes de Al-Qaeda en Malí; o como en Argelia, donde el grupo de Al-Qaeda en el Maghreb perpetró un ataque terrorista con una dramática toma de rehenes, dirigido por Mokhtar bel Mokhtar, un conocido aliado de las fuerzas cómplices en el asesinato del embajador Stevens. Mokhtar es también un conocido aliado de Wisam bin Hamid, el jefe de Escudo Libio, en quien ha confiado el gobierno de Obama la seguridad en Bengasi.

Este encubrimiento tiene que acabar ya. La ficha informativa de LaRouchePAC concluye con una sección titulada “Preguntas que deben hacer los Investigadores del Congreso”, donde se plantan las preguntas que se tienen que abordar a fin de sacar a la luz la verdad sobre los sucesos en Bengasi. Jalar el hilo de lo que sucedió en Bengasi sería desenredar todo el tejido de la alianza de Obama con Al-Qaeda, lo cual representa de hecho el instrumento de una alianza imperial británica-saudí y de su estrategia global de destrucción de la soberanía nacional y el inicio de una guerra mundial. El Congreso debe tener el coraje de hacer estas preguntas.

Aceptar el intento de solo enfocar la atención en medidas técnicas de seguridad y de recomendaciones para el futuro, es pasar por alto el hecho de que no importa que tan efectivas sean las precauciones de seguridad, si el enemigo está “dentro del edificio”, como lo dijo el Oficial de Seguridad Regional del Departamento de Estado, Eric Nordstrom, en las audiencias del 10 de octubre de 2012, no hay seguridad que valga. Esto es lo que se debe abordar durante la audiencia de la Secretaria Clinton, así como también en las audiencias que seguirán para confirmar a los miembros del gabinete. Cualquier otra cosa sería un fraude.

Enlace:

[1] http://www.espanol.larouchepac.com/node/18317