Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

Necesitamos reconstruir la infraestructura
¡Hay que actuar como lo hizo Roosevelt!

El 24 de agosto, Lyndon LaRouche delineó su campaña para hacer de la infraestructura una cuestión de seguridad nacional, durante una entrevista en el programa de radio de internet The LaRouche Show, que se transmite todos los sabados a la 1 de la tarde, hora del este de los EU, por www.larouchepub.com

Después del 1 de septiembre, emprenderemos una nueva fase de la campaña. Esta fase será en respuesta a que el presidente Bush falló totalmente en enfrentar la crisis en la llamada conferencia de Waco, en la que apareció breves instantes cuatro veces, según entiendo. Cuando él hablaba en Waco, teníamos dos crisis desarrollándose, que son de importancia inmediata y requieren la atención urgente de Bush y de otros elementos de nuestro gobierno.

Primero que nada, estamos perdiendo nuestro sistema ferroviario, sus últimos vestigios. Estamos en proceso de paralizar, y de virtualmente destruir, nuestro sistema de transporte aéreo. Ahora bien, si entendemos el efecto que tendrá esto, de continuar este proceso, habrá que tomar en consideración lo siguiente. La desintegración de la economía, la economía privada del sistema de transporte aéreo, significa que tendremos que cambiar las rutas menos económicas, las rutas de corta distancia, y concentrarnos sólo en las rutas de larga distancia, que son esenciales para el transporte aéreo. Las rutas de corta distancia no son esenciales para el transporte aéreo. Al contrario. De hecho, a veces hay trenes de alta velocidad, digamos, entre la estación Pensilvania en Nueva York y la estación de ferrocarril de Washington, que quizás cubran la distancia en menos tiempo que lo que tomaría el viaje por aire. Así que obviamente es una tontería depender del servicio aéreo entre Nueva York y Washington, cuando uno puede viajar por tren.

Además, y de mayor importancia estratégica, para tener servicio ferroviario y eliminar esa clase de problemas con el transporte aéreo, tendríamos que restablecer un verdadero sistema ferroviario interconectado, lo que significaría que uno podría transportar, ya sea carga o pasajeros, Ünta cualquiera de los principales centros de los EU por riel, de forma conveniente y eficiente. Esto, por supuesto, significaría mejorar las ferrovías por encima de lo que teníamos antes. Las vías son viejas. Datan del siglo pasado, de principios del siglo pasado, probablemente de 1926, más o menos, con algunas reparaciones leves más tarde.

Si continúa el deterioro del sistema ferroviario, si nos apartamos de la idea de un sitema transcontinental interconectado, si se tiene una crisis simultánea en el transporte aéreo, entonces los EU cesan de ser una nación integrada.

¿Qué vamos a hacer? Viajar en un Ford modelo T de la costa del este a la costa occidental? Los EU ya no están conectados de forma eficaz. Ya no son una economía nacional unida, eficiente.

Las cuestiones cruciales en las elecciones de noviembre

De allí que esta es una de las principales cuestiones que debe abordar el Presidente al modo de Franklin Roosevelt. Ante todo, el gobierno debe intervenir y regular, para defender y mejorar el servicio ferroviario nacional, como un proyecto de inversión prioritario. En segundo lugar, tiene que salvar el sistema de transporte aéreo nacional. Estas dos cosas son partes esenciales de nuestra seguridad económica nacional. Así que tiene que hacerlo. Debe olvidarse de las babosadas que balbuceó en Waco y en otros lugares parecidos, y ponerse en serio. Y debe presionarse al Congreso para que haga esto, pero hay que hacerlo ya, porque de otra forma no habrá nación.

Tenemos que hacer de esto una de las cuestiones claves en las elecciones venideras, las elecciones de noviembre. Para cuando las elecciones, las elecciones estatales, al Senado y demás, debe quedar claro que cualquiera que no impulse la infraestructura, no sirve al interés nacional. Por tanto, tenemos que expurgar a aquellos miembros del Congreso que, entre otras fallas, no promueven la restauración inmediata del servicio ferroviario y la defensa del transporte aéreo.

Este es tan sólo el principio. Pero estos son dos aspectos, aspectos integrados, sobre los que el Presidente debe actuar de inmediato, ¡ahora! Y el tiempo de prueba será la elección de noviembre. Nadie debe votar por nadie que no esté a favor de esto. De otra forma serían unos tontos.

Ahora bien, esto abre un campo más amplio. Nos encontramos en la depresión más grande en más de 200 años, ¿cierto? Esto significa que tenemos que hacer algunos cambios fundamentales, abandonar las políticas de los últimos 35 años, y regresar a las políticas de Roosevelt, y a las políticas posteriores a Roosevelt, de 1946 hasta 1964. Tenemos que regresar a esa clase de sistema económico ¡ahora! Ello significa un sistema regulado, el fin de la privatización y la desregulación, el fin de las políticas monetarias fraudulentas, de todas esas cosas, y regresar a lo que funcionó antes, y hacerlo de una vez.

El sector donde podemos emplear gente (porque tenemos a mucha gente que no tiene la destreza que tenía la población hace 35 años, y por tanto, no puede empleársele en muchos trabajos de alta calificación; la forma en que manejamos esto con Roosevelt, la forma en que tenemos que manejarlo ahora, es en los sectores de necesidad primaria, de necesidad nacional primaria) es la infraestructura, donde la gente menos calificada puede emplearse en trabajos que serían de importancia nacional, y de importancia económica nacional. Ese trabajo, que sería en el sector de la infraestructura, crearía las bases para la expansión del sector privado en la agricultura y la industria. Tenemos que adoptar pautas con esa meta.

La política para los próximos dos años

Ahora bien, esto abarca varios aspectos que deben constituir la política básica de los EU en los próximos dos años. Primero que nada, una política nacional de infraestructura. El transporte aéreo y el ferroviario representan aspectos del sector transporte de la infraestructura económica básica, que principalemente es financiada por el gobierno y controlada por el gobierno, regulada por el gobierno. El sector privado puede participar, pero se le regula, como solía hacerse. Así que el transporte aéreo y de rieles es uno de estos aspectos.

En el transporte, también tenemos puertos. También tenemos energía y luz, que son otros aspectos necesarios de la infraestructura física. Tenemos que acabar con la desregulación de la energía. Necesitamos una política de apoyo nacional para un sistema de servicios públicos regulados por los estados, de servicios públicos que tienen inversiones a largo plazo con aval del gobierno, y regulación para la generación y distribución de la energía esencial. Necesitamos un sistema hídrico, que no sirva sólo para abastecer nuestras necesidades de agua para el consumo humano, y relacionado. Tenemos que tener un servicio de transporte acuático tierra adentro, como el río Misisipí, y otros ríos, que es el medio más barato para mover carga de Üntbajo valor por tonelada, la que, por tanto, no es de alta prioridad en términos del tiempo de entrega. Dependemos de eso para los granos, para los minerales, cosa como esas. Las vías acuáticas internas son ideales para ese propósito, y mucho más eficientes que los ferrocariles.

Para carga más delicada, de alto valor, los rieles son indispensables. Para las cargas más claves, sí, necesitamos servicio aéreo nacional e internacional.

Además de eso, necesitamos infraestructura blanda. Salud pública: hemos destruido la salud pública desde 1973 con las Organizaciones de Mantenimiento de Salud (OMS); ya no tenemos un sistema de salud pública. Ahora enfrentamos aumentos en las enfermedades a casua de las condiciones económicas y otras. No tenemos la capacidad para bregrar con enfermedades, con enfermedades epidémicas. Por tanto, tenemos que reconstruir el sistema de salud, ahora; olvidarnos de estas OMS, derogar las OMS, y regresar a Hill-Burton. Eso funcionó, las OMS no funcionan.

Educación: hoy día el costo de la matrícula de las universidades va en proporción inversa al valor de la educción que imparten; es un escándalo. Miren lo que enseñan en las universidades, para ser francos, es basura, y los estudiantes lo saben, lo resienten profundamente. Muchos de esos estudiantes, los más inteligentes, entienden que tienen que salir de la universidad para obtener una educación competente. El caso que vengo recalcando es el de la importancia del teorema fundamental del álgebra de Gauss, como se presentó en 1799 por primera vez; la importancia de aprender esta lección básica de la educación. Y les garantizo que la mayoría de los graduados universitarios de hoy no tienen un entendimiento cabal de la verdadera importancia de ese descubrimiento de 1799, en el cual se fundamentan los logros científicos básicos del siglo 19. Así que necesitamos una revolución educativa.

Y esos son los aspectos de prioridad nacional de los que depende el sostén de nuestro potencial económico en general. Mi campaña, para este periódo, será enorme, a una escala mucho más grande que mi reciente campaña del pasado mes. Empezará inmediatamente después del 1 de septiembre y continuará, siendo el objetivo inmediato las elecciones de noviembre. Para separar la cizaña del buen grano. Para deshacernos, en la medida de lo posible, de esos políticos que no apoyen medidas urgentes para reconstruir la infraestructura. Y a partir de eso, abordar las cuestiones más amplias.

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