Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

El cada vez más presidenciable LaRouche te dice qué hacer con la economía, ¡ya!

por Lyndon H. LaRouche

La siguiente declaración la difundió LaRouche in 2004, el comité de la campaña presidencial de Lyndon H. LaRouche, el 10 de octubre de 2002.

Las buenas nuevas provenientes del Brasil deben recordarte que ha llegado el momento de que actúes para frenar la nueva depresión mundial que arremete. El primer paso que debes tomar, es obligar al gobierno federal a tomar medidas inmediatas para detener el derrumbe del sistema de transporte ferroviario y aéreo. El segundo paso que debes dar, es ayudarme a seguir presionando a esos testarudos en Washington para que se adopte una amplia gama de medidas de creación de empleos en la muy necesitada reconstrucción de la infraestructura económica básica del país. La tercera y última cosa que debes hacer, y no por eso la menos importante, es apoyar mi campaña por una reforma general inmediata del sistema monetario financiero internacional que se despeña.

La gran noticia de las elecciones en Brasil fue el triunfo electoral, el 6 de octubre, con la votación más aplastante en la historia de Brasil, de mi amigo, el distinguido doctor Enéas Carneiro, quien recibió más de millón y medio de votos para diputado al Congreso federal en representación de São Paulo. Esto vino después de la votación en la Cámara de Diputados de Italia a favor de mi propuesta de crear un nuevo sistema de Bretton Woods para reformar el actual sistema monetario internacional.

Lo que esto señala es que ha llegado nuestro momento: el tuyo y el mío.

Lo que ha asombrado a los enemigos del doctor Carneiro y a los míos, tanto en la prensa de Brasil como en Washington, es que el doctor Enéas, como se le conoce popularmente en Brasil, fue el anfitrión de la ceremonia de mi nominación e investidura como "ciudadano honorario" de la ciudad de São Paulo, el 12 de junio de 2002. Durante mi visita a ese país, tuve la oportunidad de pronunciar tres discursos importantes sobre la situación del Brasil, que se ubica en medio de la ya extremadamente grave situación estratégica mundial que embiste. Aproveché la ocasión de mi investidura como ciudadano honorario de São Paulo para pronunciar un discurso sobre lo que serían las relaciones de Estados Unidos con Brasil, bajo mi propuesta doctrina de relaciones exteriores de EU.


Fotos de Lyndon LaRouche, Dra. Havanir, Dr. Eneas Carneiro
y Helga Zepp-LaRouche, en Brasl (junio 2002)

Es hora de enfrentar la cruda realidad

Lo primero que un ciudadano razonable debe encarar es que, contrario a los embustes de la Casa Blanca, todo el sistema financiero–monetario de EU y el mundo está irremediablemente quebrado, con los bancos, la industria y los empleos en una espiral descendente sin fin. No se trata sólo de naciones como Brasil, Argentina y Turquía; la deuda combinada de todo el mundo, de unos 400 billones de dólares (entre préstamos, futuros, hipotecas, etc.), es impagable.

Categorías enteras de obligaciones y haberes financieros pierden todo valor. De modo que, aunque el Producto Interno Bruto de EU se calcula en 10 billones de dólares, su deuda total (entre gubernamental, empresarial y hogareña) ahora suma 32 billones de dólares, y el servicio anual de esa deuda consume alrededor de 7 billones de dólares, o sea, ¡más del 70% del PIB! Cualquier contador público en sus cabales exclamaría ante tales cifras: "¡Bancarrota!"

Nosotros, tú y yo, o logramos forzar la adopción de una alternativa disponible que funcione al actual sistema financiero que se derrumba, como lo hizo el presidente Franklin Delano Roosevelt en su momento, o nos hundiremos en el caos y la guerra. Yo encabezo en este momento un movimiento mundial para que haya una reorganización por bancarrota, la única solución real a mano a esta catástrofe global.

Yo necesito tu apoyo decidido. Alrededor del mundo, los que me adversan, incluyendo aquellos que trabajan en la burocracia del Fondo Monetario Internacional, tienen los pelos de punta por temor a la creciente influencia de mi trabajo. La votación brasileña del 6 de octubre a favor del doctor Enéas, produjo convulsiones políticas visibles en el aparato del "Consenso de Washington" del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Wall Street. Estos funcionarios de finanzas y sus comparsas políticas, ven el estado actual del sistema financiero como la gallina que encontró el huevo de cocodrilo en su nido: "Es feo, pero parece ser mío".

Esta es la clave para comprender la importancia de la decisión del 25 de septiembre del Parlamento Italia, la quinta economía del mundo, que aprobó una resolución a favor de "una nueva arquitectura financiera". De hecho, este voto ratificó la propuesta de LaRouche, de que haya cooperación internacional para establecer un "Nuevo Bretton Woods" de acuerdos de estabilidad monetaria, de inversiones, etc.

El derrumbe económico y financiero en EU es tal, que los sistemas de transporte aéreo y ferroviario están a punto de cerrar, aparte de otras crisis. Yo he difundido ampliamente un Programa de emergencia para noviembre, de construcción de infraestructura y otras medidas financieras de emergencia, para imponerle a Washington lo que tiene que hacerse.

Le preguntaron una vez a un individuo: "¿Por qué elegiste ir a comer al restaurante de Joe?"

El tipo se encogió de hombros y dijo: "Porque es el único que hay en el pueblo y tenía mucha hambre".

Es por esto, probablemente, que los ciudadanos razonables van a inclinarse a votar por mí para Presidente de EU en las próximas elecciones. Juzgando a los otros candidatos por su desempeño en cuestiones económicas, yo soy, con mucho, la única opción elegible con soluciones a la mano. Mis enemigos quisieran deshacerse de mí, pero han sido incapaces de ofrecerle a los ciudadanos razonables ninguna alternativa plausible.

Eso, en breve, explica mi creciente elegibilidad. Comparen la mercancía antes de comprarla.

Fíjense en lo que advertí que iba a ocurrir en el momento actual. En una conferencia internacional que se difundió por internet el 24 de agosto, dije: "El `Comité de Protección contra Hundimientos', y otros entes parecidos, ya no pueden controlar la apariencia del mercado, de los mercados financieros. El mercado se desintregra. Y esto viene ocurriendo a un ritmo acelerado en los últimos dos meses.

"Septiembre será horroroso para los mercados financieros internacionales. Será horroroso en cuanto a bancarrotas por todo EU. Contemplamos despidos en masa, sin marcha atrás previsible, sin recuperación a la vista. De allí la enorme presión [para una guerra contra Iraq en este momento]".

Simple y sencillamente, yo estuve en lo correcto en cuanto a todo. El desplome del sistema golpea a todos los sectores y a todas las naciones, no importa las mentiras desaforadas que embuten en los pronunciamientos de la Casa Blanca y los encabezados de la prensa. ¡Algunos insisten que encarcelando algunas "manzanas podridas" se recuperará la economía! A decir verdad, no hemos construido cárceles suficientes como para encerrar a todas esas manzanas podridas de dentro y fuera del Congreso y el poder ejecutivo. Enron no se fue a pique por la corrupción, era la corrupción misma, y gran parte del Congreso, bajo la dirección del senador Phil Gramm, gestó esa corrupción con sus leyes.

Consideren algunos hechos que vale la pena recordar:

• El trimestre que concluyó el 30 de septiembre, fue la peor catástrofe de la bolsa de valores de EU desde la caída de 1987, y lo peor está por venir. El índice NASDAQ ha perdido el 78% de su valor desde su nivel tope en 2000.

• Lo mismo ocurre en el extranjero. En Japón, las acciones se derrumbaron en septiembre al nivel más bajo en 19 años, lo que ahora constituye una crisis para el sistema bancario. En Alemania, el índice DAX ha perdido el 70% de su valor desde marzo de 2000.

• Los presupuestos federales, estatales y municipales de EU se encaminan a un reventón. Los déficits combinados de los gobiernos estatales ascendieron a 38 mil millones de dólares en los 12 meses que culminaron el 30 de junio de 2002, mientras que el ingreso combinado de los estados se contrajo 8%. El presupuesto federal pasó de un supuesto superávit, a un déficit de casi 315 mil millones de dólares en el año fiscal que concluyó el 30 de septiembre.

• A nivel internacional, distintos renglones de la carga de las deudas nacionales de Brasil, Argentina, Turquía y otros, que ascienden a unos 4 billones de dólares, son impagables y punto.

• La última de las grandes burbujas estadounidenses, la de los bienes raíces y el refinanciamiento de hipotecas, está por reventar. Las hipotecas de los propietarios de viviendas suman 5,757 billones de dólares; encima, hay otros 5 billones de obligaciones riesgosas emitidas principalmente por las gigantescas entidades gubernamentales del mercado secundario de bienes raíces, conocidas como Fannie Mae y Freddie Mac.

• Las casas financieras de EU se desmoronan. La capitalización de mercado de J.P. Morgan Chase, el segundo banco más grande de EU, ha bajado 71% desde principios de 2001, desde un tope de 106.500 millones de dólares, a sólo 31 mil millones. Y no es el único. Charles Schwab, Morgan Stanley, Merrill Lynch, Goldman Sachs, Citigroup y Lehman Brothers, todos han caído más de 50%.

• El capital foráneo huye del mercado estadounidense. En la primera mitad de 2002, los inversionistas extranjeros sólo compraron 58 mil millones de dólares en acciones, 50% menos que los 116 mil millones de dólares que adquirieron durante el mismo período en 2001.

• El ritmo de despidos y quiebras de las empresas ha pasado a la etapa de cerrar la economía. Desde agosto de 2000, se han perdido un millón novecientos mil empleos en el sector manufacturero, incluyendo millón y medio de empleos productivos.

¿Quién dijo qué, cuándo?

"Esto es un crac", dijo el principal economista del Deutsche Bank, Norbert Walter, el primero de octubre pasado. Entonces, durante la semana posterior, las acciones de los principales bancos alemanes cayeron en porcentajes de más de dos dígitos.

Otros voceros a nivel internacional también hablan abiertamente del crac. Pero en EU, la sandez de que "los fundamentos están sólidos", que expresara el 13 de agosto el presidente Bush en su llamada Cumbre Económica de Waco, Texas, todavía prevalece como la locura "oficial". Un ejemplo de como se traduce esto en la práctica: La Casa Blanca quiere reducir el financiamiento a Amtrak, la empresa ferroviaria de transporte de pasajeros, a menos de la mitad de lo que necesita para operar en 2003, lo que significa el cierre de 6 importantes rutas interurbanas, como las de Florida a California, Chicago a Nueva York y Texas, etc.

De ahí que, como dije en una conferencia de internet el 24 de agosto: "Para las elecciones, las elecciones estatales, al Senado y demás, debe quedar claro que cualquiera que no impulse la infraestructura, no sirve al interés nacional. Por tanto, tenemos que expurgar a aquellos miembros del Congreso que, entre otras fallas, no promueven la restauración inmediata del servicio ferroviario y la defensa del transporte aéreo. Este es tan sólo el principio. Pero estos son dos aspectos, aspectos integrados, sobre los que el Presidente debe actuar de inmediato, ¡ahora!"

Propongo convocar a una nueva conferencia de Bretton Woods para bregar con los billones de dólares de todo tipo de reclamos financieros impagables (deudas, derivados, caída de acciones infladas, etc.), y para establecer un nuevo sistema financiero internacional de monedas estables, inversiones de capital, comercio de mutuo interés, no libre comercio (amañado), etc.; y, en segundo lugar, emprender un programa total de construcción de infraestructura del sistema del "Puente Terrestre" mundial, con eje en el Puente Terrestre Eurasiático como motor de la recuperación económica y científica del siglo 21.

Para el caso de EU, en mi Programa de emergencia para noviembre, publicado el 30 de septiembre, he explicado lo que significaría para los programas del "Puente Terrestre Norteamericano" y de expansión de la infraestructura, que involucran la creación de millones de empleos nuevos. Mi informe especial del 23 de agosto, Ciencia e infraestructura, de 40 páginas, circula en capitales desde Moscú a Manila. Estos conceptos programáticos ya son parte de debates y deliberaciones urgentes en muchas partes del mundo.

Ya he señalado el debate que tuvo lugar en el Parlamento italiano el 24 y 25 de septiembre. Durante esa discusión, el diputado Giovanni Bianchi declaró ante sus colegas, momentos antes de la votación, "No por nada se habla de un Nuevo Bretton Woods. Creo que nos encontramos en tan evidente desorden, que algo de orden es de rigor. No dejemos que un personaje profético como Lyndon LaRouche —quien pronosticó el destino de la burbuja— luche por esta causa solo".

El 'Programa de emergencia para noviembre'

El comité de campaña LaRouche in 2004 emitió, el 30 de septiembre, el primer tiraje de un informe de 24 páginas titulado: Intervención de emergencia: Programa de noviembre del candidato LaRouche para reconstruir la economía. Su principal enfoque es en el transporte ferroviario y aéreo, y también abarca todas las obras de infraestructura dura y "blanda", como puertos y vías fluviales, abasto de agua, manejo de tierras, sistemas energéticos, hospitales, salud pública, y la educación clásica.

Transporte ferroviario: En cuanto al transporte de pasajeros, Amtrak se encuentra "a sólo un accidente de cerrar". Los trabajadores, talleres de reparación, el equipo rodante y el mantenimiento se han reducido a menos del mínimo. Debe construirse un sistema continental de alta velocidad y reregulado, poniendo a funcionar trenes de levitación magnética (maglev).

Transporte aéreo: La aviación comercial se viene abajo. De junio de 2001 a junio de 2002 se cortaron más de 200.000 empleos en los sectores aeroespacial y de aviación. El gobierno federal debe proteger la estructura de las rutas aéreas y la fuerza laboral; el sistema debe ampliarse e integrarse plenamente con un servicio ferroviario avanzado, para acabar con los "vuelos cortos" y el congestionamiento de las terminales. Parte de la fuerza laboral del sector aeroespacial puede construir maglevs, "trenes voladores".

Vías fluviales: El sistema fluvial estadounidense, de 19.000 km, tiene 240 esclusas comerciales activas, de las cuales, 113, 47% del total, datan de hace 50 años o más, mucho más de su duración esperada. Debe ordenársele al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU mejorar todas las vías fluviales y los puertos —máritimos e internos, integrados a los ferrocarriles y aviones—, para manejar el gran aumento del flujo de carga que se esperaría de un auge económico en las Américas y a nivel mundial.

Electricidad: Los sistemas de generación de energía se han derruido por la desinversión financiera y luego por la desregulación y el saqueo, al grado que los márgenes de capacidad de generación están muy por debajo de los requerimientos de confiabilidad, la transmisión es decrépita, etc. Hay que reregular la energía, renovar los programas de energía nuclear, incluyendo la "producción en línea" de reactores modulares de alta temperatura enfriados por gas.

Abasto de agua: La causa de la escasez de agua que padecemos es la falta de construcción de nuevas fuentes de agua, no las sequías de la Madre Naturaleza. Debe construirse el Proyecto de la Alianza Norteamericana de Agua y Energía, además de plantas nucleares desaladoras en las costas.

Salud pública y hospitales: La epidemia del virus del Nilo refleja el desmantelamiento de los servicios de salud pública (erradicación de insectos, registro y control de enfermedades, etc.). La Ley "Hill–Burton" de 1946, para la construcción y vigilancia de hospitales, se promulgó para aumentar la relación de camas disponibles per cápita, a entre 4,5 por cada mil (en las ciudades) y 5,5 (en zonas rurales). Hay que reiniciar un nuevo auge de hospitales tipo "Hill–Burton", derogar toda la legislación de las Organizaciones de Mantenimiento de Salud, fortalecer la salud pública; y restablecer el uso del DDT y la ciencia.

Mi Programa de noviembre del candidato LaRouche para reconstruir la economía, a lo Franklin Delano Roosevelt, analiza la crisis sector por sector, las tecnologías y programas necesarios para su solución, y cómo financiar todo esto. Aunque estamos al borde de una catástrofe histórica, podemos imponer una nueva política orientada hacia la verdadera seguridad nacional y la esperanza.

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