Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

Lyndon LaRouche en Saltillo, México
Nuevas alternativas frente al fin de la globalización

Lyndon LaRouche dictó la siguiente conferencia el 5 de noviembre de 2002 en la Universidad Autónoma de Coahuila, en Saltillo, México, y se transmitó de manera simultánea, vía videoconferencia, a otras cinco universidades del país.

El rector de la universidad, Jesús Ochoa Galindo, presentó a LaRouche diciendo: "La globalización es un fenómeno estratégico, pero, ¿hacia dónde nos lleva? En este tópico específico presento la conferencia que escucharemos del prestigiado economista y ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos, Lyndon LaRouche. Nadie como el señor LaRouche podría tratarnos mejor los aspectos económicos del fenómeno de la globalización y la anticipación de cambios en las tendencias actuales.

"Vamos a escuchar a una de las personas más prestigiadas del mundo en materia de análisis y pronósticos económicos, inteligencia de futuro y estrategia de anticipación. Su currículum está lleno de experiencias exitosas en este campo, en relación con fenómenos económicos y mundiales.

El día de hoy tendremos la oportunidad de conocer y ponderar la perspectiva con que el señor LaRouche examina la globalización, atendiendo específicamente la economía mundial con un enfoque sistémico y global. Tenemos la seguridad de que la exposición nos ayudará a comprender más la realidad económica en la que nuestro país está inserto y podremos dilucidar algunos rasgos de lo que viene en el futuro próximo. . . [para] hacer expertos y pensadores en esta casa de estudios y comprender mejor la economía y la sociedad en su misión global. . . Este acto, al que asistimos hoy, es el programa de conmemoración del cuadragésimo quinto aniversario de la fundación de esta universidad".

Muchas gracias. Abordaré cuatro temas relacionados. Primero, identificaré las características sistémicas de la crisis. Segundo, identificaré las causas de esta crisis sistémica. Tercero, indicaré el remedio a la crisis, con acento en México y los Estados Unidos. Por último, regresaré a la cuestión de las instituciones en esta crisis. Es el fracaso de las medidas económicas de las institucions internacionales y, más definitivamente, de los EU, en especial en el período que va de 1964 a la fecha. Es obvio que la profesión de economista y los políticos han errado en entender y anticipar el tipo de crisis que fueron creando al fomentar medidas que han llevado a la situación actual.

Esto significa que, en el ambiente académico, especialmente en la enseñanza a estudiantes de entre 18 y 25 años de edad, el estrato esencial de la que saldrá la próxima generación de líderes en la nación, debemos hacer ciertas mejoras y virar de la mentada teoría monetarista de la economía, de vuelta al llamado modelo proteccionista, o lo que prefiero identificar como el modelo de economía física, en vez de uno monetario financiero.

La actual crisis de Brasil ejemplifica, en particular en el Hemisferio, la presente crisis. En Sudamérica, vemos que se ha destruido a Argentina, especialmente desde 1982. Vemos que Bolivia está ahora en peligro de caer bajo una narcodictadura. Vemos crisis parecidas en las fronteras de Brasil y Argentina, de Paraguay y Uruguay. Vemos la pérdida de soberanía del Perú por un golpe organizado bajo la dirección del gobierno de Clinton. Vemos a Ecuador como una nación a la que se le ha negado cualquier soberanía verdadera sobre sus asuntos internacionales. Vemos lo que ha sucedido en Centroamérica. Vemos la desintegración continua de Colombia. Vemos surgir una nueva crisis en Venezuela. Podemos ver cómo está el Caribe, en general. Y Brasil ejemplifica el centro de esto.

Brasil: de cualquier modo el FMI está acabado

Al presente, sobre Brasil pesa una carga imposible. No hay forma en que Brasil pueda soportar la deuda que se le impone; en realidad no incurrió en ella. La deuda se la impusieron las instituciones internacionales bajo presión enorme de los EU, incluyendo la dolarización de la misma en 1989, lo que constituyó una tragedia para ellos. No hay manera de que paguen esta deuda en estas condiciones. El FMI exige que Brasil otorgue concesiones a todo lo que los mercados le requieran, mercados que en esencia son corruptos. J.P. Morgan Chase y Citibank están implícitamente en bancarrota, y si no fuera por el poderío de los EU, como poderío físico, estarían quebrados. No tienen futuro bajo las condiciones actuales. Esto es cierto para el sistema bancario de los EU en general. El Sistema de la Reserva Federal de los EU hoy de hecho está en bancarrota, y sólo se sostiene por el poder político de los EU. Los sistemas bancarios de Europa están en bancarrota. Los sistemas de banca central están quebrados, y esa es la sitúación en casi todo el mundo.

Ahora bien, el FMI, que junto con el Banco Mundial ha organizado esta bancarrota que se ha desarrollado con los años, ahora viene a decirle a Brasil: "Brasil, eres malo. Eres malo. Tienes que aceptar nuestra tutela. Nosotros, que te arruinamos, venimos a ayudarte, arruinándote un poco más". ¿Qué sucedería si Brasil cede ante el FMI y acepta cualquier cosa que se asemeje a sus demandas? ¡Brasil moriría! Se desintegraría, rápidamente. No en varios años, ¡sino en meses! Vean los números. Saquen los porcentajes. Saquen los cargos por servicio de la deuda. Consideren los efectos de esas condiciones y del derrumbe de la economía de Brasil. Vean lo que le pasó a Argentina, y cómo esto está por desatarse con toda su furia en Brasil.

Miren cómo está el Hemisferio. Vean lo que amenaza a México en la próxima ronda. Hay 5 millones de mexicanos trabajando en los EU, ¡o perdiendo el empleo porque los EU están en bancarrota! Hay un desplome general de los mercados financieros estadounidenses. Sólo el poder político de Washington mantiene la apariencia de que los mercados sobreviven. La desaparición de los valores monetarios es enorme y se volverá mayor. Luego tenemos las regiones particulares de Mexico que han llegado a depender más que nada de las exportaciones a los EU, notablemente en las categorías que están derrumbándose, como los equipos electrónicos y las autopartes. El mercado de los EU —el mercado automotriz— o de otros países, está desapareciendo. La mentada nueva economía, la sociedad de la información, está muerta. No tiene futuro en su forma presente. Esto amenaza con hundir a México en una situación similar a la que ahora experimenta Brasil. Esto es así en el mundo, en el mundo entero.

Entonces, si Brasil se somete al FMI, cometerá suicidio ipso facto, y el resto del Hemisferio le seguirá; aunque la mayoría ya marchó. Sin embargo, de derrumbarse el Brasil, todo el sistema bancario de los EU caería en bancarrota, se desintegraría. El Sistema de la Reserva Federal de los EU se iría a la quiebra, se forzaría la bancarrota. Tenemos una burbuja en los bienes raíces lista para estallar en los EU, que barrería con gran parte del país. Entonces, si Brasil se somete, muere rápidamente. Y en tanto muere, los EU se derrumban, el sistema bancario estadounidense, que ya está maduro para caer. Si Brasil resiste y no se rinde, podría sobrevivir. Si la tasa de interés promedio se mantiene debajo del 10% en Brasil, y si se instituyen condiciones apropiadas de refinanciamiento de la deuda, puede sobrevivir, y podría formar parte de una perspectiva de recuperación para el Hemisferio. Pero si el Brasil sobreviviese en esas condiciones, el FMI quebraría. No puede, en las condiciones actuales, absorver ese tipo de reorganización financiera.

Como sea, el FMI está muerto en su forma presente. Si tiene "éxito", muere. Si fracasa, muere. Esto les da un indicio de lo que hemos descrito como crisis sistémica, a diferencia de la gente que estudia el fenómeno estadístico conocido como ciclos de auge y desplome. Este no es un fenómeno cíclico. Con el fenómeno cíclico tenemos la especulación financiera, que actúa como un parásito sobre la economía. Llega el momento en que eso la derrumba y luego algunos de esos financieros caen en bancarrota. Así, la economía se ve aliviada de la deuda financiera acumulada, y la parte de ésta que no ha sido destruida estructuralmente tenderá a recuperarse de nuevo. La agricultura regresará a los agricultores, la manufactura regresará a los manufactureros, quizá no a todos, pero regresará. Otras cosas se restaurarán. Hay cierto tipo de resistencia humana a este tipo de episodios. Eso es una crisis cíclica. Nosotros no enfrentamos una crisis cíclica, sino una sistémica.

Orígenes de la crisis

Existen soluciones. Primero, veamos como sucedió esto. ¿De donde viene esta crisis sistémica? En el período inmediato de la posguerra, de 1945 a 1964 aproximadamente, hasta el fin de la guerra en Indochina, los EU siguieron siendo la principal sociedad productiva del mundo. Esto es, en términos de producción física per cápita y por kilómetro cuadrado. La productividad relativa del trabajo y la producción de los EU era la más alta del mundo. Los EU cooperaban con el Hemisferio, de lo cual se beneficiaron muchos de los países del Hemisferio, no de forma equitativa, pero se beneficiaron. Utilizaron las condiciones creadas por el sistema del FMI de la posguerra, el sistema de Bretton Woods, y las utilizaron bajo varios gobiernos creativos para mejorar las condiciones de vida en esos países.

Así funcionó para la mayoría de los países. Así funcionó para Brasil. Funcionó para Argentina, que ya tenía el cuarto nivel de vida más alto del mundo para fines de la guerra. Argentina tuvo un éxito marcado, pero empezaron a arruinarlo de varias maneras, a destruirlo. Pero en general, la mayoría de los países progresaron. En Europa, bajo la influencia del modelo estadounidense, con la reconstrucción de la posguerra, Europa Occidental prosperó. Otras partes del mundo prosperaron. Japón se reconstruyó con el apoyo de los EU, y prosperó. Corea salió del olvido hacia la libertad, y prosperó.

Luego eso cambió, más o menos desde 1964. ¿Cuál fue el cambio? Aproximadamente en 1964, cuando inició la guerra de Indochina, hubo un cambio cultural en los EU que se le impuso a una generación de adolescentes, entonces en la educación media o que ingresaban a las universidades. Esta generación de esos adolescentes, o adultos muy jóvenes, son los que ahora gobiernan al mundo, ocupando la mayoría de los principales puestos en el gobierno y otras instituciones, en instituciones colectivas. Nunca en su vida adulta han vivido en una sociedad dedicada a la producción.

La idea de ingreso en los EU, es el endeudamiento con tarjetas de crédito. Los ciudadanos estadounidenses no tienen ingresos, tienen deudas con tarjetas de crédito, y usan su ingreso como flujo monetario para sostener el servicio de esas deudas. Compran sus casas prácticamente endeudándose con tarjetas de crédito. La gente no compra casas o saca hipotecas sobre la base de lo que les alcanza para cubrir la hipoteca. La base es, ¿pueden pagar las mensualidades? Hemos creado una tremenda burbuja en el sector de los bienes raíces en los EU con chozas de cartón arenado, que tienen un valor hipotecario de entre 400 mil y un millón de dólares, que está por reventar. La tasa de desplome en el área de Washington, D.C.–Dulles en el mentado corredor de la nueva economía o de la industria de la informática, es de entre 30 y 40%. En esa zona enfrentamos una tasa de ejecución de hipotecas de aproximadamente 30%, que está por azotar a la gente ahora desempleada y que depende de dos ingresos, que ahora perderá su casa. Tendremos una zona muerta. California y otras partes del país están en las mismas.

Esto pasó en Europa; destruimos la industria. Destruimos la industria nacional de México y de otros países. Los aplastamos. Sucedió en los 1970, cuando el presidente Echeverría, aquí en México, ponía un acento en el desarrollo de la infraestructura que involucraba negociaciones con Japón en el intercambio del petróleo de Pemex por plantas siderúrgicas y otros desarrollos internos. Esta orientación se mantuvo en México con el presidente López Portillo. El mismo programa. Se aplastaron esos programas bajo presión de Henry Kissinger, primero como asesor de Seguridad Nacional y secretario de Estado de los EU, y, después, de su sucesor, que en realidad era quien mandaba en el gobierno de Carter, Zbigniew Brzezinski. Le ordenaron a Japón que rompiera el acuerdo con México, que conseguiría su petróleo de Alaska, no de Pemex, y a México no se le permitiría hacer tales acuerdos con nadie.

Se transformó al Japón, de un país industrializado orientado hacia las naciones en vías de desarrollo, con tecnología industrial, como Irán, que tenía un acuerdo amplio de petróleo por tecnología con Japón. Lo mismo que pasó con Pemex aquí, se detuvo. Y luego entramos a un período, bajo el sistema de tasas de cambio flotantes del FMI de 1971–72 en adelante, en el que se saqueó financieramente a esos países —en particular de Centro y Sudamérica— pergeñando un sistema torcido llamado sistema de tasas de cambio flotantes. El mercado financiero de Londres, un mercado privado, lanzaría una corrida contra las monedas, como el peso mexicano. Luego, alguien le diría al gobierno mexicano: "Deben llamarle al FMI o al Banco Mundial y demás, para que los asesoren sobre qué hacer para enfrentar el hecho de que su papel ya no es bueno debido a que el mercado especulativo de Londres ha devaluado el valor, en este caso, del peso".

Entonces, el FMI vino en la forma de asesores, chantajistas, extorsionistas, y le dijeron al gobierno mexicano: "En este valor vas a fijar tu peso, si no, te aplastamos". Bueno, dijeron los mexicanos, está bien, seguiremos pagando nuestras deudas en pesos con pesos. "¡Ah no, no lo harán!", dijo el FMI. "No pagarán su deuda en pesos con pesos. Vamos a introducir una forma indirecta de dolarización. Vamos a reprogramar sus deudas, de modo que sus acreedores financieros extranjeros no pierdan con la devaluación del peso". El resultado, como sabemos, en este período de 1971–72 a la fecha, es que los países de Centro y Sudamérica no deben nada de la deuda externa, porque lo que han pagado en relación a la deuda en que realmente incurrieron —la deuda contraída, la deuda pagada— se ha pagado con creces con los abonos al servicio de la deuda hasta hoy, quizás hasta el doble. La deuda existente es un residuo de una deuda artificial impuesta, no porque se haya incurrido en ella, sino porque el FMI y saqueadores de la misma ralea la impusieron.

Tumbamos su moneda, organizamos una corrida contra ella, la fijamos artificialmente en el mercado de Londres, y luego vienen suplicando, sus diferentes gobiernos, por ayuda. Les decimos: "los dejaremos vivir si aceptan nuestro dictado de tumbar el valor de su moneda. Luego aumentarán su deuda para recuperar lo que sus acreedores financieros extranjeros han perdido con la reducción del valor de su moneda". Esa era la situación de México y de otros países en 1982, cuando la crisis de México se organizó desde Washington, con los amigos de Henry Kissinger. Esa fue la segunda fase.

Ahora se ha reducido a los países a una pérdida de su soberanía debido a este tipo de manipulación de la deuda. Los países dijeron, "debemos someter toda nuestra política económica interna y demás al FMI, para ajustarnos a estas condicionalidades impuestas", y después de derrumbar el crédito de esas naciones, llegaron como buitres para sacar la carne de los huesos. Entonces regresaron, y dijeron: "bueno, necesitan algo de ingreso. Tomaremos a su población y la emplearemos como mano de obra barata para remplazar la producción que solíamos tener en lugares como los EU". Así, lo que hicimos fue derrumbar la producción de los EU, en busca de la mano de obra barata de Centro y Sudamérica, y de Asia.

La juventud convertida en una generación 'sin futuro'

Destruimos la economía de los EU. Destruimos nuestros ferrocarriles. Destruimos nuestro sistema de generación de energía, toda nuestra infraestructura básica. Destruimos nuestro sistema de salud, destruimos nuestro sistema educativo. Inventamos un nuevo tipo de los llamados "empleos en servicios". Dijimos, "eliminen el proteccionismo y vendan lo más barato posible", lo que significa que no puedes invertir en capital para mejorar la tecnología, que no puedes desarrollar la infraestructura de tu país. Tienen que concentrarlo todo en vender en el mercado mundial, al precio más bajo posible, lo que los EU, en particular, quieren consumir a precios de ganga. Y los EU no les pagarán por esto. Tendremos un déficit de cuenta corriente. No pagamos por las importaciones. Le pediremos dinero prestado a Japón, y Japón imprimirá dinero a tasas de interés prácticamente cero, de un día para otro. Los japoneses, habiéndose endeudado en yenes a tasas de interés de cero por ciento, convertirán después los yenes a dólares, marcos alemanes y demás. Esos fondos regresarán luego, principalmente, al mercado financiero de Nueva York, y se utilizarán para inflarlo.

Entonces, hemos llegado al punto en que están acabando con la productividad física mundial, per cápita y por kilómetro cuadrado, medida en términos físicos. En realidad están amenazando la tasa de esperanza de vida de muchos sectores de la población. Todo sea en nombre de la globalización, como se le llama hoy. En los 1990, se creo el TLC. La Unión Soviética se derrumbó. La única superpotencia que quedó eran los EU, y EU ya no tienen que seguir produciendo. "Tenemos el poder mundial, no tenemos ningún adversario con credibilidad. Podemos robarle a todos". Pero destruimos a los EU desde adentro, al tiempo que recogíamos los huesos, como buitres, de nuestros amigos al sur y en otras partes del mundo.

Obviamente, eso llega a su fin. No pueden confiar en la contabilidad. La contabilidad no es economía. La contabilidad consiste en "unir los puntos". Por norma, conectas los puntos. Esta es la ganancia, dices. No te indica que va a pasar.

Por ejemplo, uno de los problemas fundamentales que tenemos hoy, es un problema generacional. Hemos creado una situación en la que los jóvenes de entre 18 y 25 años de edad, los que están en las universidades, o que podrían estarlo, tienen la sensación de que no tienen futuro. Y ven a la generación mayor, y dicen, "nos dieron un mundo en el que no hay futuro". Están furiosos, disociados. Algunos de ellos están abatidos, algunos se desintegran, pero otros se rebelan.

Algo que solíamos entender, es que para apreciar lo que es una economía, tienes que verla desde una perspectiva generacional. Por ejemplo, en México tienen gente pobre con una agrícultura atrasada. ¿Quieren desarrollar a México? ¿Cómo piensan en el avance del pueblo de México, per cápita y por kilómetro cuadrado —comenzando con gran parte de la población que forma parte de esa área agrícola pobre— sin emplear gente que haya desarrollado destrezas modernas? Empiezas con un programa de infraestructura, educación, etc., de salud y otras mejoras, con la esperanza de que la generación de los hijos de estos pobres trabajadores agrícolas habrá de prosperar, que llegará a ser una fuerza de trabajo mejor, más capacitada, que Tendrá más conocimiento, más habilidades.

Y entonces, tenemos una tercera generación, los hijos de esos niños. Y los hijos de esos niños representarán una nación que va poniéndose a la par de otras naciones en términos de tecnología, capaz de promover una idea de bienestar general: que nos ocupamos, de manera eficiente, de las necesidades de toda la población, porque desarrollamos un proceso de mejoramiento, no sólo tecnológico, sino cultural, de la educación y de las habilidades de generaciones sucesivas, de los padres a los hijos, a los nietos. El proceso normal.

Ese proceso se ha abortado. Hablamos del corto plazo: qué tenemos como ganancia de la inversión este año, en qué tipo de casa vivimos nosotros hoy. Hemos perdido de vista qué tipo de mundo estamos dejándole a nuestros hijos. ¿Qué tipo de mundo, en el avance de nuestros hijos, estamos dándole a sus hijos, a nuestros nietos? Esta es la economía real, no la economía del flujo de dinero, del contador, sino la de las condiciones de vida, del desarrollo de la humanidad, de una especie que no es un simio, sino de seres humanos, para quienes el desarrollo de la mente, el desarrollo de la cultura, lo es todo, y para quienes la transmisión de la cultura, de lo que mejora la cultura, lo es todo.

Hay soluciones

Ahora hemos llegado al punto en que el sistema, a lo largo de varias generaciones, en especial desde 1964–2002, está fallando. Ha venido fallando desde el principio. Las naciones no han tenido ganancias en todo este período. Vivimos como parásitos de los restos de nuestro pasado. Estamos agotándolo, dejando que la infraestructura se derrumbe, dejando que se desintegre el sistema de salud, y así por el estilo. ¡Hemos llegado al punto en que el reloj se detuvo!

Entretanto, decimos "¡ganancia!" Para los inmorales contadores, la ganancia en el ingreso se cifra en términos financieros, pero no físicos, y acumulan deudas tremendas. ¿Para qué? Para ese sistema de contabilidad. Y ahora, la cantidad que producimos, como en el caso de Brasil, es imposible que pueda pagar nunca la deuda a los precios actuales. En estas condiciones, el crecimiento de la deuda tendría un ritmo mayor que el que es físicamente posible alcanzar con el crecimiento de la producción. Lo peor de todo, es que lo primero que hacemos es decir, "Para reducir costos, debemos reducir el trabajo". Recortamos el salario, y luego los despedimos. Así, reducimos la productividad promedio del trabajo en la economía nacional al reducir el número gente que produce. Es un cuadro de destrucción. ¡Es demencia!

Así que hemos llegado al punto, como la crisis de Brasil en esta parte del mundo.

Ahora bien, obviamente hay soluciones. Yo he estado impulsando tales soluciones. Hace poco tuvimos en la Cámara de Diputados de Italia un voto mayoritario a favor de una propuesta que hice; mediante ese voto, el gobierno italiano está comprometido implícitamente a tabajar con otros gobiernos para reorganizar el sistema monetario mundial, para regresar a una fórmula de Bretton Woods como la que tuvimos en 1945–1964, para usar ese modelo: tipos de cambio fijos y un sistema proteccionista, para promover la producción y programas parecidos , y para garantizar que regresemos a un patrón de crecimiento. Esto significa que tenemos que someter al mundo a una reorganización por bancarrota, tal como se haría con cualquier bancarrota: llamas al deudor. En este caso, el deudor es el sistema financiero. Los sistemas financieros, los sistemas de banca central, están quebrados. Les decimos, "de acuerdo, vamos a borrar sus activos, porque son activos falsos. Se basan en obligaciones que no pueden satisfacerse, y, por tanto, están en bancarrota.

"Nosotros, como gobiernos que tenemos una responsabilidad con la gente, con toda misericordia someteremos sus quiebras a una reorganización por bancarrota. Nosotros, como Estados, crearemos el crédito, el crédito necesario para programas de infraestructura de largo plazo y para el fomento de la inversión privada. Este crédito se utilizará sobre la base del largo plazo, esto es, más o menos a 25 años, con tasas de interés simple de 1 a 2% en general, como crédito del Estado, para utilizarlo en la infraestructura; para aumentar el empleo; para construir ferrocarriles, sistemas hidráulicos, de energía, etc., que son necesarios para la sociedad. Esto estimulará el empleo privado. También le daremos crédito a sectores de la inversión privada que lo merezcan, para desarrollar la agricultura, las manufacturas y otras cosas necesarias, y labraremos nuestra salida de este desbarajuste".

La infraestructura y las `fuentes de tecnología'

Bien, ¿de quién es la culpa? Ahora mismo, hay una reunión en Phnom Penh, Camboya. Hay una reunión de varios gobiernos asiáticos, que incluyen a China, Japón, Corea, naciones del Sudeste Asiático y la India. Este grupo ha organizado lo que podría llamarse la Zona de Libre Comercio de Asia. No es una zona de libre comercio como la del TLC. Es un sistema cooperativo de codesarrollo entre estas naciones. El acuerdo involucra a Rusia directamente a través del llamado Consejo de Cooperación de Shanghai. Incluye otros acuerdos de los cuales yo tuve parte en recomendar, y que esos gobiernos adoptaron.

Involucra a países de Europa Occidental continental. Por ejemplo, Europa Occidental continental está en quiebra. Depende del margen de ganancia, por exportaciones, de Alemania. Debido a acuerdos que se realizaron en 1992, se saqueó sistemáticamente a Alemania y ahora está en quiebra. Esto es, el nivel de lo que se requiere para sostener a Alemania está por debajo de su ingreso. Esa es la situación de toda Europa Occidental. Europa Central, Polonia, otros países de Europa Central que formaban parte del sistema soviético, están ahora en peores condiciones que cuando la ocupación soviética. Polonia, por ejemplo, está peor que en 1991–92. Esos países no pueden sobrevivir bajo el sistema y los programas actuales. El único mercado de Alemania que crece es China. Alemania tiene un gran mercado, pero el único que crece es China, con proyectos de alta tecnología, como los sistemas ferroviarios de levitación magnética y demás. Ese es el mercado.

Lo que propongo es que observemos al mundo en términos de ciertos países que representan fuentes de tecnología. En otros países, como China e India —que, relativamente, no son países prósperos— también hay fuentes de progreso tecnológico. Tienen ciertas industrias, ciertas técnicas, pero no lo suficiente para satisfacer todas las necesidades de su población.

Nuestra propuesta consiste en tomar esas zonas de Eurasia, erigir las fuentes del progreso tecnológico para una transmisión de capital a largo plazo, capital tecnológicamene necesario, en regiones con poco potencial tecnológico. Y así, tomar regiones como el interior de China (en contraste con las zonas costeras) y de otros países, y empezar a erigir esto, en términos de su productividad, durante más o menos una generación. Y sobre esta base, mediante crédito a largo plazo, por el orden de 25 años, podemos crear y extender crédito para financiar el flujo de exportaciones de alta tecnología desde regiones zonas que constituyen fuentes de tecnología, a países que necesitan esta difusión tecnológica con desesperación. Podemos organizarlo de modo tal que, dentro de 25 años, podrán salir de lo que les adelantamos como crédito.

En 1992 propuse, y esos países llegaron a aceptarlo, lo que llamo el Puente Terrestre Eurasiático. O sea, como hicimos en los EU con el presidente Lincoln —antes de que fuera presidente, y como presidente— con la idea de constuir un sistema ferroviario transcontinental, que no era solamente un sistema ferroviario; era un corredor de desarrollo, porque a lo largo de las lineas ferroviarias se hizo posible el desarrollo agrícola y demás, gracias a la existencia del sistema de transporte. El surgimiento de los EU como una gran potencia mundial en los cereales, en la agricultura en general, y en otras formas, fue resultado de eso.

Europa adoptó esa idea y la utilizó para desarrollar el Ferrocarril Transiberiano, por ejemplo. Fue esta idea, pero se abortó por dos guerras mundiales.

Pero ahora tenemos nuevas tecnologías. Y lo que propongo es la creación de corredores de desarrollo, desde regiones como Rotterdam en Europa, hasta lugares como Pusan al extremo de Corea, del otro lado de Asia. Estos corredores de desarrollo irían a través de la parte septentrional de Rusia y Kazajstán, hasta la parte central de China y Asia Central, y al sur por la costa del Océano Índico, la India, etc., hasta Indochina, y por otras rutas.

Estos corredores de desarrollo tendrían entre 50 y 100 km de ancho, o sea, incorporarían una línea principal de transporte, rutas de distribución de agua, centros de generación y distribución de energía, y así, crearían centros industriales y agrícolas a lo largo de regiones hoy subdesarrolladas o que son páramos. Y al cruzar en varias direcciones una región principalmente de páramos, que contienen la mayor concentración de recursos minerales de cualquier parte del planeta, Asia Central y Septentrional, transformaríamos esto en una zona de crecimiento para toda Asia.

Este programa está poniéndose en marcha, paso a paso, gradualmente. Los esfuerzos de China y Rusia, entre otros, para presionar por la construcción de las conexiones ferroviarias entre Corea del Norte y del Sur, que en realidad es una conexión ferroviaria de Pusan a Rotterdam, a través de China y de Rusia. Y esto ya está caminando.

De vuelta a una sociedad productora

Aquí en Occidente tenemos la misma situación. Tenemos 5 millones de mexicanos en los EU, cuya situación económica está en la cuerda floja. Tenemos un sector de la población de México, en el norte de México, cuyo bienestar está actualmente en riesgo debido al desplome del mercado estadounidense. Tenemos una enorme carencia de transporte, de gestión de aguas, de generación y distribución de energía, en partes de los EU, así como en México. La mitad de los estados federales de los EU está hoy en quiebra. Tenemos un problema en el manejo de los estados en el norte de México, en particular. El ritmo de endeudamiento y del ingreso no son iguales. Por tanto, se necesita el desarrollo; se necesita a ambos lados de la frontera. Tenemos que ver por los mexicanos en los EU que no tienen trabajo, o que han perdido su empleo. Tenemos que ver por los mexicanos norteños a los que esta situación ha puesto en peligro.

Por lo tanto, como primer paso, necesitamos proyectos de infraestructura a gran escala de un tipo concreto, que eleven el empleo en grande, y rápido: transporte, como sistemas ferroviarios. En el norte de México se nota la falta de un sistema ferroviario eficiente. Es una dificultad aplastante en esta parte de México. En los EU hemos perdido nuestro sistema ferroviario, nuestro sistema de transporte aéreo corre peligro, nuestros sistemas de energía se desintegran, y así por el estilo, así que tenemos cosas en común.

Nosotros estamos impulsando un programa ahora, un programa contra la depresión, para que el gobierno federal cree, en condiciones de emergencia, un sistema de crédito, como ley, para ayudar a los estados en proyectos ferroviarios, de transporte, hidráulicos y otros desarrollos. Los EU deberían cooperar con México en este tipo de programas.

Este es sólo un aspecto de la situación mundial. Pero, físicamente, con una reorganización financiera adecuada, podemos reorganizar la situación y atacar los problemas físicos.

Lo que requerimos es un cambio en el sistema monetario.

Necesitamos un cambio psicológico, alejado de la idea de una sociedad consumidora y de la globalización, para regresar a la idea de una sociedad productora. Una sociedad que produce riqueza puede producir el equivalente de sus propias necesidades, cada vez más, principalmente a través de inversiones de capital a gran escala. La inversión de capital significa créditos a 10, 15, 25 años. Significa un sistema bancario sólido, que pueda administrar y trabajar con las comunidades locales para manejar el crédito y las prácticas de conseción de préstamos de esas comunidades. Podemos hacerlo. Lo hemos hecho en el pasado. Lo que tenemos que hacer es abandonar la idiotez del período de 1964–2002 y regresar a lo que alguna vez dijimos que eran nuestros objetivos, que son los viejos objetivos de los gobiernos mexicanos en los días que precedieron a esta crisis, en 1971 y luego 1982.

Podemos hacerlo. No nos queda de otra, más que hacerlo, porque los EU están quebrados. No es el éxito todopoderoso. El FMI está tronado. El FMI es una colección de sistemas de banca central soportado en los bancos, ¡que están quebrados! ¡Que se apoyan en obligaciones de crédito quebradas! Las hipotecas en los EU constituyen una burbuja; los activos de los EU en términos de activos en bienes raíces ¡se basan principalmente en una burbuja! Es puro papel sin valor, que se mantiene de manera artificial con la creencia de que valen algo. ¡No valen nada! O casi nada. Entonces, físicamente, tenemos la experiencia, tenemos el conocimiento, podríamos voltear físicamente la tortilla y regresar al éxito, en vez de esto.

Lo que sólo los gobiernos pueden hacer

El problema es conseguir que la gente acepte, y los gobiernos en particular, el hecho de que este es un sistema en bancarrota; que no hay esperanza bajo este sistema. No traten de adaptarse al sistema, remplacenlo. ¿Cómo hacerlo? Con la autoridad del gobierno, del gobierno soberano; un grupo de gobiernos soberanos. Un grupo de gobiernos soberanos que someterán sus sistemas bancarios a una reorganización por bancarrota, crearán un nuevo sistema de, en efecto, banca nacional, bajo el gobierno nacional; movilizarán el crédito; reorganizarán todo para proteger el bienestar general y mantener la estabilidad, para fomentar el empleo pleno, encontrar áreas de crecimiento en las que pueda concentrarse el crédito, tanto en el sector público, en infraestructura, como en el privado.

Sólo los gobiernos pueden hacer eso. Ese es el poder soberano del gobierno como verdadera soberanía. Esa es la gran contribución del Renacimiento del siglo 15, donde creamos la idea del Estado nacional moderno, el Estado nacional soberano, con soberanía absoluta sus propios asuntos. Soberanía sobre todas las cosas, pero también responsabilidad por el bienestar general de las generaciones presentes y futuras. Ese es el poder moral del gobierno. Tenemos que afianzar al gobierno en ese poder. Tenemos que instruirlo para utilizar ese poder, de ese modo.

Llegamos al final: esto significa que debemos adoptar un nuevo enfoque en la educación de nuestros jóvenes,en especial centrado en los niveles medio y universitario. Porque si hacemos un buen trabajo ahí, se extenderá al resto de la población. En los EU tenemos maestros incompetentes. Tenemos maestros que enseñan a nivel universitario que no están calificados para graduarse del bachillerato según los criterios antiguos. Es increíble. Nada más para darles un ejemplo de qué tan malo es (no conozco la situación en México, ustedes sí, así que comparen lo que diga de los EU). Lo que tenemos es esto: un tipo llamado "Presidente Educación". Se le llama así porque necesita una educación con urgencia. No puede ni leer un mapa. Sabe donde está México, sabe que al sur de Texas. Si manejas hacia Alamogordo o lo que sea, puedes llegar a México; él sabe eso.

Estamos produciendo una población totalmente estúpida entre nuestros jóvenes. Esto es lo que hacemos: ya no les enseñamos. Solíamos tener un enfoque humanista clásico en la enseñanza en todas las escuelas buenas. O sea, la idea de la enseñanza era transmitir cultura, con un acento en la cultura científica y clásica, y el modo en que se hacía eso, era alentando en las familias y comunidades actividades culturales de corte clásico en las que la gente pudiese integrar su herencia cultural como pueblo, con el conocimiento moderno. Esto se hacía sobre todo transmitiendo en la familia, en la comunidad, y también en el sistema escolar, la idea de que los niños reexperimentasen el acto de descubrimiento del conocimiento de generaciones anteriores, de modo que esos niños llegarían luego a la madurez llevando consigo, para la generación siguiente, la experiencia del descubrimiento del conocimiento, entre esas generaciones, de modo que pudiesen relacionarlo con el bagaje cultural del que proceden. Y este era el principio de la soberanía. Un pueblo que se conoce a sí mismo, que sabe como hablarse a sí mismo, que puede comunicar ideas entre sí, en contraste con pueblos de otras culturas que tendrían más dificultades para hacerlo; las mismas ideas que encuentras en otras culturas, pero debes ser capaz de transmitirlas en la tuya propia. La idea de soberanía.

Ciencia y educación

En la ciencia, solíamos pensar que reproducirías los grandes descubrimientos originales de principios universales de la sociedad clásica, y otros descubrimientos. Reproducirías eso enseñando, no diciéndole a la gente con las palabras, "repite conmigo", sino experimentando, reexperimentando el acto original, verdadero, de descubrimiento. Por ejemplo, ¿cómo midió Eratóstenes la circunferencia de la Tierra a lo largo del círculo máximo, o meridiano terrestre, antes del año 200 a.C.? ¿Cómo lo hizo? ¿Le dirás a un niño, "apréndelo de un libro"? ¿O piensas tomar al niño de la mano, mostrarle el problema y ayudarlo a andar, paso a paso, el camino que tomó Eratóstenes, observando el cielo para poder calcular con precisión asombrosa la circunferencia de la Tierra a lo largo del meridiano terrestre de norte a sur, y luego poder medir la distancia de Alejandría a Roma sobre el círculo máximo?

Como saben, eso es enseñar. Es tratar de recrear las circunstancias en que ocurrió el descubrimiento original, para inducir al estudiante a pasar por esa experiencia, y al final, no haber aprendido a pasar el curso, sino a conocer cuál es la respuesta.

¿Recuerdan cuándo tuvieron preguntas buenas en cursos buenos? Nunca. En un examen serio a nivel universitario, nunca limitarías las preguntas a cuestiones que se hubieran abordado en clase o en el libro de texto. Lo que siempre harían, es tratar de saber si este niño puede pensar, si el estudiante puede pensar. No si puede imitar. Los simios pueden imitar. Los chimpancés pueden enseñarle a sus vástagos a imitar, a hacer herramientas, pero no pueden pensar. Lo que quieren saber es: ¿el estudiante puede pensar? Y si la escuela encuentra que ha tenido éxito en hacer que el estudiante piense, en este renglón del conocimiento. Entonces, ¿qué harías en un buen examen? Diseñar las preguntas de modo que no sean toda una lista de "sí" y "no", y de opciones múltiples, sino, más bien, dos o tres preguntas bien fundamentales. A nivel universitario, dices: "Siéntense ahí. Tienen tres horas. Les daremos tres preguntas de cinco; pueden escoger tres de las cinco". Y cada pregunta, es una que nunca se ha presentado en clase o en el libro de texto, en ese curso. Porque lo que quieres determinar ahora es si has preparado a los estudiantes, y los has educado al punto de que puedan resolver el siguiente problema, que deberían ser capaz de resolver como si fuese un descubrimiento. Si no pueden, no los has educado de manera apropiada. Si sí pueden, no sólo saldrán del examen sintiendo que han cumplido con la tarea, sino orgullosos de ellos mismos. Se sienten bien de haber tenido el examen, porque fue un desafío que los hizo sentir respeto intelectual por ellos mismos.

Luego, también, si los mandan a la sociedad como médicos o científicos, cuando enfrenten la realidad, en la que las respuestas a las preguntas no se habían estudiado, encontrarán que ningún ingeniero, ningún científico ha resuelto realmente un problema para el que ya existía la respuesta de antemano. Estaban preparados para resolver los problemas que no habían experimentado, mediante facultades creativas. Así se hacía antes, en nuestra juventud —en particular en la mía—, cuando teníamos algún curso bueno, así se hacía. Y esa era la calidad de educación que se proporcionaba. No para aprender a repetir lo que está en el texto, sino para ser capaz de resolver el problema siguiente, que deberías poder resolver por tu cuenta, porque has progresado hasta ese punto. Esa es la prueba de si realmente sabías lo que aprendiste o no.

Ya no hacemos eso. No nos atreveríamos. En realidad ya no le enseñamos nada a nadie, excepto conductas animales. A imitar como los monos.

Lo que hacemos es usar cuestionarios de opción múltiple. Estos cuestionarios se repasan. El asunto en la mayoría de las clases en los EU, consiste en prepararse para pasar un cuestionario de opción múltiple, cuyo contenido ya se conoce por adelantado. El estudiante mira, escoge de la lista, la computadora lo registra, y sale una calificación para la escuela y para el estudiante. ¿Sabe algo el estudiante? Probablemente no. ¿Conoce lo que escribió? No. Está entrenado. Imita como los monos. Eso es lo que se hace en los EU hoy día; todos están preocupados en la escuela, y los estudiatnes, por lograr una buena calificación. Las escuelas quieren buenas calificaciones. ¡No quieren reprobar a todos sus alumnos! Alguien dirá: "Obviamente no están haciendo un buen trabajo". Así que lo que hacen, es hacer trampa. Reduces el nivel del examen para que se ajuste al nivel reducido de educación que ofreces. Y así, muestras mejoras en las calificaciones de los exámenes, ¡con ese tipo de trampas! ¡Es un fraude! El mentado principio de Enron, ¡el principio de contabilidad de Enron!

La fuente de la verdadera productividad

El problema es, en gran medida, la cultura que hemos desarrollado en la sociedad como subproducto de ser una sociedad consumidora, en vez de una productora. Cuando eramos una sociedad productora, nos preocupabamos porque nuestros hijos estuviesen calificados para un empleo en la fábrica cercana, o algo más. Ahora, ya no tienes que preocuparte por eso, no trabajarán en una fábrica. Estarán en un Wal-Mart señalando en esa o aquella dirección cuando llegue un cliente. Trabajarán en empleos de servicios que no requieren ninguna habilidad, ninguna competencia. Para aparentar que estamos creando empleos, inventamos trabajos para la gente, para los cuales nadie está calificado, porque el propio trabajo no está calificado. ¡No debería existir! Son empleos inútiles.

Entonces, usamos eso como educación. En los EU, la calidad de la educación universitaria, lo que le cuesta a los padres la mátricula de los estudiantes, aumenta en en proporción inversa a la calidad de la educación que reciben. Yo he hecho una encuesta de algunos de estos casos en Europa y los EU: veo el contenido del curso, los temas del contenido del curso; ¡casi no hay nada de educación ahí! Es lo que le llamábamos cursos basura, sin contenido real. Veo las materias que son fundamentales para la sociedad, como por ejemplo, la ciencia y las áreas tecnológicas: simplemente no exiten. No puedes producir un ingeniero competente a partir del entrenamiento ingenieril típico de los EU y Europa hoy día. No puedes. Y quizás no sea importante, porque al fin y al cabo ya no se hace ingeniería. Se sientan a la computadora para producir formulas estereotipadas. Y cuando tratan de unir todo lo que construyeron no funciona, porque la ciencia no es ejecución. La ciencia es investigación, es el método experimental, de innovación, de nuevos descubrimientos, de encontrar nuevas modos, nuevos principios, para hacer que las cosas funcionen.

De modo que producimos una generación incompetente. Ya no pensamos en términos de una economía física, la economía física medida en términos del desempeño per cápita, por kilómetro cuadrado; la capacidad de producir; la proporción de lo que cuesta producir un individuo capacitado, en contraste con lo que consigues a partir del proceso a escala nacional. La gente dice que ahorras dinero recortando la infraestructura. Recortas los sistemas ferroviarios. ¿Cuál es el costo, por ejemplo, en el norte de México, de no tener un sistema ferroviario adecuado, de depender de los camiones y unas cuantas rutas, de no tener un sistema de transporte de pasajeros? ¿Cuánto tardan en llegar a Sonora desde aquí en autobús?

Por tanto, no me importa cual es la productividad en el punto de producción, en Sonora o aquí. Como fabricante, si estoy despachando a los EU, ¿cómo hacemos para que haya cooperación entre las regiones vecinas en México, a fin de organizar la producción con una división del trabajo en México? Si no tienes un sistema de transporte, si no tienes un sistema de energía adecuado, un sistema de energía y de distribución integrado, un sistema integrado de transporte, no hay desempeño de una empresa individual. Por tanto, tienes que erigir la base de la economía. Y el 50% de cualquier economía moderna diseñada de manera competente, es inversión en infraestructura, no en producción: transporte, generación y distribución de energía, distribución y gestión de aguas, salubridad, salud, sistemas educativos, todo esto constituye el corazón de una economía. Las bibliotecas, el acceso a este tipo de cosas, forma parte esencial de las facultades productivas del trabajo. La capacidad de mover bienes de forma eficiente y rápida a gran escala, en cualquier región, de ir de un lugar a otro, eso es lo escencial. Hemos perdido esa perspectiva.

Los empresarios y la infraestructura

Mi especialidad en este renglón, por supuesto, en lo que me he concentrado todos estos años, es la economía física. ¿Economía financiera? Eso no es nada. ¿Contabilidad? No es nada. Eso es conectar los puntos; no requiere ninguna habilidad. Lo que se necesita es comprender cómo invertimos, en una combinación de infraestructura y otras cosas, para conseguir el efecto de este avance multigeneracional, aumentando la facultades productivas del trabajo.

Lo otro que se entiende menos, es cómo funciona el empresariado. La mayoría de la gente a la que se llama empresarios hoy día, no se les considera como tales. Son sociólogos; fanfarrones, tramposos, estafadores de la contabilidad.

No, ¿qué queremos decir con empresariado? Consideren a un simple agricultor. Un simple agricultor, si es bueno, es un empresario típico. No me importa su nivel de educación. Intrínsecamente es un empresario, y piensa como tal. Trata de preparar la tierra, la cosecha, para administrarla de modo que consiga un resultado que alcance para alimentar a su familia y vender lo suficiente para pagar las cosas que su familia necesita. Innova. Está innovando constantemente, tratando de encontrar formas mejores de hacer las cosas, para mejorar la vida, mejorar su familia, para poder sostener otro niño con esta miserable parcela de tierra, para hacerla más fértil, tener mejores semillas, etc. Es un empresario. ¿Quién es un buen manufacturero en la pequeña industria? Lo mismo. Trata de preparar el producto, no de vender. Sí, de venderlo, pero no sólo de vender. Intenta usar su ingenio y conocimiento, como un pequeño hombre de las máquinas herramienta, para diseñar un producto que satisfaga sus necesidades. Diseña un producto. Capacita a la gente.

Entonces, lo que necesitas en la sociedad es infraestructura, como un proceso general. También necesitamos empresarios. Empresarios que no sean tipos que anden por ahí buscando ganancias. Obviamente, ningún empresario quiere operar con pérdidas. Pero su motivación no es la ganancia. Es empresario porque cree en lo que hace. Trata de impulsar una compañía, una empresa, que tendrá éxito en producir un producto del que no tendrá que avergonzarse, que es útil. Y tiene que lograr sobrevivir en el proceso de hacerlo. Los empresarios típicos que he conocido a menudo han pasado años tratando de de desarrollar productos mejorados. Puede que consigan una ganancia de ello, pero no la obtienen porque anden buscándola. Buscan el orgulloso de producir productos mejores. Como empresarios de empresas de las que son propietarios directos, quieren poder pasarle su empresa a alguien de su familia, o a alguno de sus empleados jóvenes de confianza, cuando se retiren, y pasársela a alguien que no vaya a convertirla en un desbarajuste vergonzoso, para que continúe lo que han construido. Un buen empresario, como un buen agricultor, está orgulloso de lo que ha construido, con los años acumulados de trabajo durante una generación; orgulloso de lo que hace para producir la generación siguiente.[FIGURE 5]

Un movimiento juvenil internacional

Y lo que he hecho con la gente joven, especialmente en los últimos años, es que hemos estado organizando un movimiento internacional de jóvenes, concentrado sobre todo en gente de entre 18 y 25 años de edad, la edad decisiva, la edad fundamental que conecta una generación con la siguiente, en torno a cosas como el teorema fundamental del álgebra de Gauss, que tiene implicaciones profundas para la educación. Si alguien no entiende lo que quería decir Gauss en 1799 al atacar a Euler, Lagrange y d'Alembert por cometer un fraude, y establecer el concepto del dominio complejo, no tendríamos ciencia moderna hoy día. Y la mayoría de la gente, aun en las universidades y organizaciones científicas actuales, especialmente los matemáticos, no sabe que fue eso.

Entonces, mi interés es que, si puedes establecer un cimiento entre los estudiantes, de modo que puedan entender lo que es una idea, en el sentido de idea de Platón, —descubrimiento, hipótesis, prueba experimental, el método de Kepler—, porque cuando sabes lo que es una idea, eres capaz de desarrollar una idea científica física. Y es muy fácil demostrarlo. Pregúntense, "¿cómo se desarrolla la cultura?" Se desarrolla sobre la base de la transmisión de ideas, que corresponden a tales descubrimientos, de una generación a la siguiente. ¡Eso es cultura! Las ideas del drama clásico, que comunican una comprensión de cómo se comportan, o como se portan mal, los seres humanos. ¿Cómo manejas eso? Eso es lo que necesitamos.

La contabilidad es simple. Jugar con las matemáticas, sumando y restando, y demás, eso es sencillo. Eso no es economía. La economía se basa en seres humanos, que no son simios, que tienen la facultad de generar, asimilar y reproducir ideas, cuyo propósito es, a sabiendas que todos vamos a morir —todos moriremos—, saber ¿cómo gastamos nuestro talento en la vida? ¿Qué significado tiene nuestra vida cuando nos hemos ido? ¿Qué hemos inventado en las generaciones venideras, que nos da un lugar permanente en el espectro del espacio tiempo? Eso es humano. Y tratar de obtener el conocimiento, en toda área posible que alcance tu apetito, para poder reproducir y descubrir los maravillosos descubrimientos de la gente que vino antes que tú, y transmitírselo a otros para tener una sociedad en la que esta sea la práctica normal, eso es la economía.

La economía es lo que una generación es capaz de hacer en beneficio de dos generaciones adelante.

Muchas gracias.

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