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El Puente Terrestre Mundial:

Redescubriendo las Américas

por Dennis Small

10 de noviembre de 2014 — Este artículo de Dennis Small se publicó en la revista EIR del 12 de septiembre. Una versión más breve de este artículo aparecerá en un Informe Especial de EIR sobre el Puente Terrestre Mundial, que se publicará pronto.

1 de septiembre— El revolucionario del siglo 15, filósofo y fundador de la ciencia moderna, cardenal Nicolás de Cusa, jugó un papel decisivo en el proyecto que condujo al "descubrimiento de las Américas" por Cristóbal Colón en 1492. Colón estaba trabajando a partir de un mapa provisto por Paolo del Pozzo Toscanelli, quien estuvo muy estrechamente asociado a Cusa. Fue Cusa también quien, como es bien sabido, escribió en su Idiota de mente (Sobre la mente) de 1450: "La mente es una sustancia viviente… Su función en este cuerpo es darle vida y por esto se le llama alma. La mente es una forma sustancial de energía".

Si las Américas, como al resto del mundo, se han de salvar de la desintegración económica y de la Nueva Era de Tinieblas que ahora las amenaza, será sobre la base del redescubrimiento —y la reconstrucción— del hemisferio, a partir de la aplicación de esa "forma sustancial de energía” que Cusa invocaba. Ese proceso está en marcha ahora con las trascendentales cumbres del 15-16 julio de las naciones del BRICS y de la Unasur,[1] iniciado con la valerosa pela de Argentina contra los criminales fondos buitre.

Bajo el actual sistema financiero transatlántico, a diferencia del proceso iniciado en esas cumbres, la región, en especial su juventud, no tiene futuro, debido a las políticas imperiales de saqueo impuestas por el FMI y Wall Street durante décadas. Bajo el viejo sistema, estos jóvenes solo tienen ante sí las alternativas mortales del desempleo, unirse a una banda de drogas, o emigrar en busca de la mera supervivencia. La densidad relativa potencial de población (la métrica de Lyndon LaRouche del poder de la sociedad para sostener una creciente población productiva) ha caído debajo de los niveles de población actual en la mayoría de los países, lo que significa que ya no pueden mantener vivas a sus poblaciones, basados en la actividad físico-económica. Los primeros en pagar el precio son los jóvenes.

El caso de El Salvador, en Centroamérica, es ejemplar, donde más de un tercio de la población ha emigrado a Estados Unidos para tratar de sobrevivir. En su vecina Honduras, ahora el desempleo, según cifras oficiales, está en 60%, pero fuentes informadas hondureñas dicen que en realidad se acerca a 80%. En México, en el curso de dos generaciones, alrededor del 18% de la población ha sido empujada a Estados Unidos por una economía incapaz de proporcionar lo esencial para la supervivencia. El Papa Francisco, señalando el impactante desempleo juvenil en muchos países, entre ellos muchos de Iberoamérica y el sur de Europa, caracterizó la situación como "intolerable… estamos excluyendo a toda una generación de jóvenes".

¿Cuál es la alternativa a esta destrucción? Iniciar ya grandes proyectos de infraestructura como parte del Puente Terrestre Mundial. Empezar la reconstrucción de las economías nacionales y emprender el comercio de interés mutuo. Poner fuera de la ley las prácticas de trabajo esclavo del libre comercio. Con los millones de nuevos empleos productivos así creados, los habitantes de las Américas, en especial la juventud, pueden ver un futuro para construir sus países de origen, no abandonarlos.

Esta es la transformación revolucionaria que ha desatado el proceso del grupo del BRICS. Ejemplar es uno de los proyectos emprendidos dentro del marco de la cumbre del BRICS: la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua. Este proyecto no solo será un componente vital del Puente Terrestre Mundial; se espera que emplee a unos 50,000 trabajadores de la construcción directamente, y cuando esté funcionando, generará más de 200,000 empleos.

De hecho, toda la región de las Américas, desde la punta de Alaska, en el norte, hasta la Tierra del Fuego en el sur, presenta enormes desafíos a la ingeniería biosferica que exigirán poner en marcha plenamente la "forma sustancial de energía" de Cusa, para superarlos. En el extremo norte, existe el plan para construir un túnel en el estrecho de Bering (Gráfica 1), probablemente el proyecto particular más decisivo para el Puente Terrestre Mundial, en la medida que conectará Rusia y Estados Unidos, y toda Eurasia, a las Américas en su totalidad.


Al desplazarnos hacia el sur, está el Gran Desierto Americano (Gráfica 2), una franja de tierra árida y semiárida que cubre una gran parte de EU, Canadá y México, que solo se puede rescatar mediante el empleo masivo de bioingeniería, comenzando con el dominio de los enormes flujos de agua, no sobre la Tierra, sino en nuestra atmósfera. Luego está el tapón del Darién (Gráfica 1), que conecta Centroamérica y Sudamérica, donde aún no existe carretera —mucho menos un ferrocarril de alta velocidad— que se debe construir para cruzar la selva y conectar las Américas, y proporcionar una conexión continua por ferrocarril desde Sudamérica a toda Eurasia.

En Sudamérica está el mayor río del mundo, el Amazonas, con la enorme selva amazónica y sus recursos incalculables, sin explotar. Y están los Andes, una cordillera que la recorre a todo lo largo, apenas al este de su costa del Pacífico, una barrera formidable a la necesaria construcción de un ferrocarril transcontinental que la cruce. Pero este proyecto también se emprendió como una empresa trinacional entre Brasil, Perú y China en la Cumbre del BRICS, una respuesta adecuada a la forma en que un peruano describió su país: "El Perú es un desafío de Dios a los ingenieros".

La perspectiva que se necesita es la del patriota peruano Manuel Pardo, quien como Presidente (1872-76), en alianza con las redes de Lincoln en Estados Unidos, lanzó un proyecto nacional de construcción de ferrocarriles que incluía cruzar los Andes. Sus enemigos lo apodaron sarcásticamente "El tren a la Luna". Pero Pardo ya conocía, en 1860, el enorme rol que debían cumplir los ferrocarriles:

"Unid las tres líneas centrales por medio de esa cuarta y decid si en diez años no habría operado una revolución en el Perú, revolución a un tiempo física y moral, porque la locomotora, que cambia como por encanto el aspecto del país por donde pasa, civiliza también, y esa es quizás su principal ventaja, las poblaciones que pone en contacto: hace más que civilizar, educa. Todas las escuelas de instrucción primaria del Perú no enseñarían a nuestra población indígena en un siglo, lo que la locomotora puede enseñarles en diez años".

El ferrocarril une las Américas al Puente Terrestre Mundial

La superficie de Norteamérica y Sudamérica en conjunto (42,215 Km2) solo es inferior a la de Asia (45,065 Km2). El potencial para el desarrollo económico de las Américas es enorme, tanto en términos de su base de recursos naturales como de los recursos "naturales" artificiales, creados mediante proyectos de infraestructura. Los mapas que se muestran aquí representan solo un sondeo sucinto de proyectos clave seleccionados que EIR ha promovido durante décadas, muchos de los cuales han estado en los planes diseñados por varios gobiernos y agencias internacionales también por décadas –¡y hasta siglos!– esperando solo el visto bueno político.

Las rutas ferroviarias de alta velocidad (de preferencia maglev) prioritarias, que se muestra en la Gráfica 1, no se proponen simplemente para viajar rápidamente de un punto a otro, con conexiones a Eurasia/África. Más bien, estas rutas significan corredores de desarrollo, cuyos modelos surgen de la topografía, los minerales y otros recursos físicos, y los patrones de asentamiento humano histórico (dónde están concentradas las poblaciones y dónde deberían estar las nuevas zonas de desarrollo propuestas). Las rutas-corredores ferroviarios señalan la ubicación planificada de nuevas concentraciones de actividad energética, hidráulica, agrícola e industrial, así como los centros de atención médica y de actividad cultural y educativa.

En Norteamérica, el plan es simple. Primero, construir las líneas intercontinentales planeadas durante décadas: la línea entre Estados Unidos, Canadá y Alaska, ya proyectada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EU en la década de 1940. Segundo, construir la conexión ferroviaria Panamericana en dirección al Sur, para unir Centroamérica y Sudamérica con Norteamérica, igualmente planeada desde hace décadas, de hecho, desde hace más de un siglo. Tercero, modernizar la red ferroviaria existente en México, Estados Unidos y Canadá, que se desarrolló a mediados del siglo 20, pero que fue desmantelada en gran medida durante los últimos 40 años "posindustriales". Se muestran las rutas prioritarias de alta velocidad. Obsérvese en particular cómo la Ciudad de México, en México central, está interconectada con toda la red hacia el Norte y hacia el Sur.

Gráfica 3
América del Sur: Ferrocarril Transcontinental
EIRNS

En América del Sur, la Gráfica 3 muestra las rutas ferroviarias prioritarias a construirse, para rodear el continente, a lo largo de la espina dorsal andina en el Oeste, y también a través de las montañas, para conectar las costas del Atlántico y el Pacífico. Esta red ferroviaria integrará una creciente actividad económica. Para mediados del siglo 20, partes de Argentina y Brasil tenían redes ferroviarias regionales relativamente densas, que fueron debilitadas durante los últimos 40 años. Una red continental nunca se construyó en absoluto. En el mapa se señala lo poco que actualmente existe, que con frecuencia refleja la política colonial clásica de construir una vía férrea que solo conduce de una mina al puerto, para poder exportar las materias primas para obtener divisas, que luego se emplean para pagar la siempre creciente deuda externa.

Este proyecto ferroviario integral tuvo un avance significativo en la Cumbre del BRICS en julio, donde la idea de consumar el viejo sueño de siglos de construir un ferrocarril transcontinental que conecte las costas del Atlántico y el Pacífico de América del Sur se aceptó entre Brasil, Perú y China, en conversaciones entre el Presidente chino Xi Jinping y el Presidente peruano Ollanta Humala, y luego con la Presidenta de Brasil Dilma Rousseff. Se logró un acuerdo para convocar a licitación a compañías extranjeras, incluyendo chinas, para participar en la construcción de un tramo crítico de ese proyecto: la ruta en forma de "T" Palmas-Campinorte-Annápolis/Campinorte-Lucas, en Brasil central.

La importancia de ese tramo en el proyecto general presentado por EIR se ve con claridad en la Gráfica 3, un mapa esquemático, publicado por primera vez por EIR en 1988. El terminal norte de Palmas está a dos pasos del famoso proyecto Carajás, en medio de la selva amazónica, el mayor (y más puro) depósito de mineral de hierro del mundo, que ahora está conectado por ferrocarril solo al puerto atlántico de Sao Luis. Una vez construido, el terminal occidental de la vía férrea de Lucas estaría a medio camino de la frontera Brasil-Perú, donde la línea de ferrocarril proyectada conectaría, en una opción presentada por EIR, con un ramal peruano que cruzaría los Andes en Saramirisa –el paso más bajo en esa gigante cadena montañosa– y de ahí a uno o más puertos peruanos para embarques a través del océano Pacífico. Esto acortaría drásticamente el tiempo y costos de transporte de Brasil (y otros países del cono sur tales como Argentina) a los centros neurálgicos euroasiáticos, como China, India y Rusia.

Se puede lograr aún mayor eficiencia, crecimiento y productividad cuando se logre conectar este Ferrocarril Transcontinental Sudamericano directamente con Asia, cuando se construyan líneas de ferrocarril maglev de súper alta velocidad a través del tapón del Darién y el estrecho de Bering.

Gráfica 4
Comisión del Ferrocarril Intercontinental
Una pequeña sección del mapa de 1898 para el Ferrocarril Intercontinental. Después del asesinato del Presidente McKinley, nunca se construyó ningún ferrocarril para conectar América del Norte y del Sur.

Hay varias rutas posibles para un Ferrocarril Transcontinental Sudamericano. La que está en conversaciones entre China, Brasil y Perú va desde Sao Paulo a Santa Fé do Sul, Cuiabá, Porto Velho, en Brasil; a Pucallpa y Saramirisa en Perú; con un ramal hacia Bogotá, Colombia y hacia Panamá, Panamá, con pasos andinos en Pucallpa o en Saramirisa. Otra opción viable, que se ha estudiado durante mucho tiempo, es Sao Paulo, Santa Fé do Sul, en Brasil; Santa Cruz, Bolivia; a Desaguadero y Saramirisa, Perú; a Bogotá, Colombia, y a Panamá, Panamá, con pasos andinos en Desaguadero, Pucallpa o Saramirisa. De hecho, justamente versiones anteriores de este proyecto diseñó la Comisión del Ferrocarril Intercontinental, que puso en marcha el secretario de Estado de Estados Unidos, James Blaine, quien empleó ingenieros del Ejército de EU para examinar y proyectar líneas para empalmar Estados Unidos con Argentina y Brasil, y presentó un mapa completo del proyecto de la ruta planeada al Presidente William McKinley en 1898 (Gráfica 4). El Presidente McKinley era un firme adherente al sistema americano de economía política, y calificó los planes de Blaine como el futuro de la humanidad, cuando habló en 1901 ante la Exposición Panamericana en Búfalo, Nueva York, donde McKinley fue asesinado en una operación dirigida por los británicos.

Tres siglos de grandes proyectos hidráulicos

La Gráfica 5 muestra los proyectos hidráulicos prioritarios en Sudamérica para la navegación intracontinental, así como para el control de inundaciones, generación de energía, irrigación y otros usos. El continente está bien dotado de ríos navegables (líneas sólidas). Los canales propuestos (líneas punteadas) forman conexiones clave para una ruta fluvial continua tierra adentro. La idea se remonta por lo menos hasta Alejandro de Humboldt en el siglo 19, quien concibió la interconexión de los tres principales sistemas fluviales de Sudamérica —el Orinoco, el Amazonas y el río de La Plata— con Norteamérica. Él imaginó la ruta que va desde la desembocadura del Orinoco norte a través del mar Caribe, hacia Norteamérica vía la cuenca del Misisipi y el Tombigbee, o vía la costa este, y de este modo forma una "Gran Vía Fluvial de las Américas".


Más recientemente, a fines del siglo 20, el experto brasileño Vasco Azevedo Neto denominó "La Gran Vía Fluvial" a la conexión norte-sur del Orinoco al sistema del Amazonas (Nº 3 en el mapa) y del Amazonas al Río de La Plata (Nº 7). Esta vía fluvial tierra adentro también se vincularía intermodalmente con el proyecto ferroviario antes descrito. Por ejemplo, el Amazonas se puede convertir en navegable tan al oeste como Saramirisa en el Perú, donde una de las posibles rutas ferroviarias transcontinentales cruzaría los Andes hacia la costa del Pacífico.

El área sombreada, de "Concentración de la producción", que abarca partes de Brasil, Uruguay y Argentina, se refiere a la concentración que hay ahí de población industria, en particular capacidad para máquinas-herramienta, ciencia e investigación y desarrollo, y producción potencial de todo tipo (aviación, acero, automotores, energía nuclear, tecnología agrícola avanzada), que pueden satisfacer las necesidades de transferencia de tecnología al interior, a lo largo y ancho del continente, lo que se señala con las flechas sombreadas.

Gráfica 6
Canal Interoceánico en Nicaragua
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EIRNS

Otro gran proyecto hidráulico, la construcción de un canal interoceánico a través de Nicaragua (Gráfica 6), lo anunció el 9 de julio el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en vísperas de la Cumbre del BRICS. El megaproyecto lo realizará la compañía china HKND, pero el Presidente ruso Vladimir Putin hizo una escala no anunciada en Nicaragua el 12 de julio, en su camino a la Cumbre, para ofrecer también el apoyo de Rusia. El canal tendrá 282 Km desde la desembocadura del río Brito en la costa del Pacífico, en el suroeste de Nicaragua, hasta la desembocadura del río Punta Gorda, en el mar Caribe. Contará con dos esclusas y 105 Km del mismo atravesarán el lago Nicaragua; tiene un tiempo proyectado de travesía de 30 horas, de costa a costa, para los 5,100 barcos más grandes del mundo que podrán utilizarlo.

Los ingenieros de proyectos informan que requerirá más de 50,000 trabajadores de la construcción y que cuando esté en operación generará 200,000 empleos, incluyendo sus subproyectos (un aeropuerto, dos puertos, un centro turístico, etc.).

El Presidente Ortega, al anunciar la ruta elegida, declaró que se está reformando el sistema educativo del país para producir los ingenieros y trabajadores calificados que requerirá el proyecto. En esa ocasión llevaba consigo un libro que contenía los estudios de factibilidad para construir ese canal que había realizado el gobierno de Estados Unidos y adoptado por el Congreso en 1896, detallando los beneficios que traería.

A nadie se le escapó la ironía. China está involucrada activamente en la creación masiva de proyectos económicos en América Central —el proverbial "patio trasero" de Estados Unidos—, mientras que EU bajo Obama ha ayudado a destruir esa región con su política de legalización de las drogas, encima de décadas de devastación por el libre comercio del imperio británico.

Triplicando la producción de alimentos en Iberoamérica

Con la infraestructura adecuada, en especial ferrocarriles y proyectos hidráulicos, Iberoamérica es capaz de casi triplicar sus actuales niveles de producción de alimentos en una década. La Gráfica 7 se centra en dos zonas con enorme potencial agrícola: los llanos colombo-venezolanos, y el Cerrado de Brasil. La selva amazónica está entre ambas.


Los llanos colombo-venezolanos son una extensión continua de unas 50 millones de hectáreas en la cuenca del río Orinoco. La pluviosidad anual es significativa —de hecho, demasiada en algunas estaciones— y hay grandes ríos que cruzan la región, incluyendo el Meta y el Guaviare. El suelo, después de que se le trata con limo (3-5 toneladas por hectárea) para encarar el problema de la acidez, es muy adecuado para la agricultura. Hoy está muy subpoblada, subdesarrollada, y en gran medida controlada por ejércitos de narcotraficantes promovidos por Londres. Por ejemplo, la parte colombiana de la región (alrededor del 60% del total para los dos países) constituye el 27% del territorio nacional de Colombia, pero solo tiene 3% de su población, unos 1.5 millones de habitantes. En la región hay pocas carreteras y ningún ferrocarril.

En extensión, los llanos colombo-venezolanos equivalen al área combinada de Nebraska, Kansas y Iowa, estados de las grandes llanuras de Estados Unidos.

Ahora veamos la enorme región de El Cerrado, de Brasil, que es unas cuatro veces más grande que los llanos colombo-venezolanos. Sus casi 205 millones de hectáreas equivalen a los tres estados mencionados de EU, más Dakota del Norte, Dakota del Sur, Missouri, Oklahoma y Texas. Partes de El Cerrado son un poquito más desarrolladas que los llanos colombo-venezolanos, en gran medida por los carteles cerealeros internacionales, que explotan enormes extensiones de soya, la que procesan casi exclusivamente para exportación.

El Cerrado es una vasta sabana tropical, una pradera bien irrigada, que constituye el 24% de la superficie terrestre de Brasil, de 846 millones de hectáreas, que a la vez es 9% más grande que la parte continental de Estados Unidos. Tres sistemas principales de ríos riegan la región: el Araguaia-Tocantins (en la cuenca del Amazonas); el Paraná (que va hacia el sur a la cuenca del río de La Plata); y el San Francisco (al Océano Atlántico). Como los llanos de Colombia y Venezuela, con el fertilizante correcto y aplicaciones de limo a los suelos, el potencial agroclimático de la región es enorme. El régimen de temperaturas para la mayor parte de El Cerrado permitirá dos cosechas al año, y algunas veces tres.

Como se señala en el Cuadro 1, de las 205 millones de hectáreas de El Cerrado, se pueden poner bajo cultivo unas 50 millones de hectáreas. Esto producirá alrededor de 210 millones de toneladas de granos por año. De manera similar, en los llanos colombiano-venezolanos, se pueden cultivar granos en unas 15 millones de sus 50 millones de hectáreas, para producir alrededor de 60 millones de toneladas.

Cuadro 1

Grandes proyectos agrícolas de Iberoamérica:
Producción de cereales

 

Superficie terrestre total
(millones de hectáreas)

Área cultivada
(millones de hectáreas)

Producción
(millones de toneladas)

Iberoamérica hoy

—Producción

—Importación

—Consumo

—Consumo, sin hambre

—Consumo, 2018

Llanuras colombiano-venezolanas

Cerrado

México, más NAWAPA

Subtotal 3 proyectos

Total, Hoy + 3 proyectos

-Nuevo total como % de hoy

2,058

 

 

 

 

 

50

205

196

51

 

 

 

 

 

15

50

5

70

 

160%

40%

200%

260%

350%

60%

210%

20%

290%

450%

281 %

Fuente: FAO, EIR.

Si le sumamos el aumento significativo de tierra bajo riego y por ende de producción de alimentos, que se puede lograr en México con la implementación de los proyectos hidráulicos combinados de NAWAPA, PLHINO y PLHIGON, se pueden producir un total de 290 millones de toneladas adicionales de granos en Iberoamérica. Esto casi triplicará la actual producción insuficiente de 160 millones de toneladas de grano por año. Incluso si incluimos: a) el reemplazo de las importaciones actuales (40 millones de toneladas) con la producción regional; b) la elevación del nivel de consumo de alimentos al punto en que se elimina el hambre que hoy padece el 40% o 50% de la población (otros 60 millones de toneladas); y c) considerando un 3% de crecimiento de la población anual en la década que tomará poner en marcha estos proyectos (90 millones de toneladas adicionales); la producción total requerida de 350 millones de toneladas de granos para 2018 será más que satisfecha con las 450 millones de toneladas que se producirán. La autosuficiencia alimentaria regional es, sin lugar a dudas, un objetivo que se puede alcanzar.

Energía para el desarrollo económico

Para "redescubrir" las Américas es crucial el abastecimiento de energía abundante, barata, con una plataforma tecnológica caracterizada por una alta densidad de flujo energético cada vez mayor. Esto significa la combinación apropiada del uso con alta tecnología de los depósitos de combustible fósil, el potencial hidroeléctrico donde sea posible, y más importante, en todos lados, la reanudación del desarrollo de la energía nuclear, orientada directamente a la cooperación en todo el planeta para construir una economía mundial basada en la energía de fusión.

Poco después del anuncio que hizo el Presidente Eisenhower en 1953 del programa "Átomos para la paz", Argentina fue la primera nación en firmar un acuerdo para la cooperación en los usos pacíficos de la energía nuclear. Su primer reactor, el Atucha I, entró en servicio en 1974; y el segundo, el Embalse, en 1983. Para 1979 se contemplaba poner en operación cuatro nuevas plantas entre 1987 y 1997, pero la política "verde" del imperio británico y los dictados de austeridad del FMI detuvieron todos esos programas, hasta hace poco. Atucha II finalmente entró en servicio en 2014.

En Brasil se impuso la misma política antinuclear, a pesar de que allí los científicos estaban llevando a cabo experimentos en fisión nuclear desde la década de 1930. Hoy solo funcionan dos plantas nucleares brasileñas, Angra I (1982) y Angra II (2000).

En México, el Presidente José López Portillo (1976-82) tenía el plan de construir 20 plantas nucleares para el año 2000. Hoy, hay dos, ambas en Laguna Verde.

En 2014, en toda América había 126 plantas generadoras de energía nuclear funcionando: 100 en Estados Unidos; 19 en Canadá; 3 en Argentina; 2 en Brasil y 2 en México. Hace 50 años, los ingenieros habían dicho: "¡2,000 para el 2000!", el mundo necesita 2,000 plantas nucleares para el año 2000. Pero hasta 2014 solo había 437, con solo 70 más en construcción.

Pero ha surgido ahora un impulso renovado hacia la energía nuclear a raíz de la Cumbre del BRICS. Argentina está avanzando con rapidez para construir nuevas plantas, e igualmente Brasil, con la colaboración rusa y china.

Pero tal vez más emocionante, e indicativo del cambio de paradigma que está en marcha, es el vigor con que Bolivia ha optado por la energía nuclear. Como lo dijo con elocuencia el vicepresidente Álvaro García Linera a fines de agosto, en una conferencia sobre energía, en Santa Cruz:

"El uso y aprendizaje de la energía atómica es una de nuestras obligaciones como sociedad y como Estado, hemos tomado esa decisión y vamos a encaminarnos en ella; en los siguientes años pondremos en aplicación un programa de energía nuclear, con fines pacíficos, fines médicos y agrícolas, como corresponde, pero tendremos una élite, un núcleo de cerebros, integrados al mundo, a las redes de trabajo en el ámbito atómico, que le permitan a Bolivia aprender y utilizar este fuego del siglo 21, la energía atómica.

"La energía atómica es el fuego del siglo 20 y 21, es el fuego que tenían los antepasados hace 20 mil años y que les permitió construir filosofía, ciencia, técnica, cultura, agricultura. El conocimiento del átomo, de sus regularidades, de sus usos, de su funcionamiento, es en el siglo 20 y 21 la piedra de toque, el núcleo fundamental de los nuevos conocimientos y las nuevas tecnologías, las nuevas teorías y los nuevos medios de producción…

"Bolivia no puede quedar al margen, si esto es así, si el conocimiento del átomo… es el fuego sagrado del siglo 20 y 21, como lo fue el fuego para las civilizaciones preagrícolas de hace 20 mil años; una sociedad que se respete, y nosotros nos respetamos, hoy no puede quedar al margen y no vamos a quedar al margen…"

"El fuego en sí mismo no es el destructor", dijo, y la energía nuclear no es la destructora. Puede ser "una fuerza creativa productiva de vida o fuerza destructiva".

"Le energía atómica existe independientemente de nosotros, funciona en la naturaleza, en el cuerpo humano, en los procedimientos físicos y químicos. La cosa es si tenemos la capacidad, como sociedad, de aprender, de conocer, de respetar su fuerza y de saber utilizarla colectiva y humanamente para fines benéficos…

"Rompamos las cadenas mentales y coloniales; ¡rompámoslas! Atrevámonos a salir de la cueva, como lo hicieron hace 20 mil años nuestros antepasados. Atrevámonos a asumir una responsabilidad ante el mundo, ante nuestra historia y ante nuestra sociedad. El conocimiento de la energía nuclear es el conocimiento del ABC de la naturaleza…

"[Bolivia tiene] la obligación técnica, científica y moral de asumir el conocimiento, la utilización, la comprensión y desarrollo benéfico de esta fuerza fundamental de la naturaleza. No importa el tiempo que tardemos, lo vamos a hacer, porque estamos convencidos de que ahí estamos cimentando las condiciones del desarrollo tecnológico de los bolivianos para los siguientes 400 o 500 años".

Notas

[1] Las naciones del BRICS son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; la Unasur es la Unión de Naciones de América del Sur.