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Mark Carney publicó sus recomendaciones para hacer obligatoria la divulgación de las emisiones de carbón

20 de diciembre de 2020 — En un memorando dirigido al Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) el sicario ambientalista de la ONU y ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, hace una serie de recomendaciones sobre cómo hacer “mejores” normas de divulgación climáticas y cómo hacerlas obligatorias en preparación a la próxima reunión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la conferencia COP26 que se realizará en Glasgow, Reino Unido. En conjunto, estas normas son un complemento para la aplicación de la “destrucción creativa” de la economía que promueve el Grupo de los Treinta banqueros. (https://www.piie.com/sites/default/files/documents/carney-2020-12-rtge-memo.pdf).

El Consejo de Estabilidad Financiera es un organismo internacional que se creó en la cumbre del G20 en Londres en el 2009, después de la crisis del 2008, con el supuesto fin de garantizar la eficiencia y estabilidad del sistema financiero internacional. Lo integran los bancos centrales de los países miembros y las instituciones financieras internacionales; tiene su sede en Basilea, Suiza, y actualmente lo preside Carney.

“Ha llegado el momento de avanzar de la divulgación voluntaria, orientada por el mercado, hacia el establecimiento de vías para la divulgación obligatoria sobre asuntos climáticos para las compañías más grandes en las jurisdicciones mayores”, dice el memo de Carney.

“El FSB puede ayudar a garantizar que no haya divergencia entre normas que compitan entre sí y que la comunidad internacional pueda acordar normas mínimas de referencia, que pueden adaptarse a las jurisdicciones locales. Esta coordinación es en especial importante, ya que ayudará a que cualquier decisión de divulgación sea útil y comparable para los usuarios de la información y eficiente para las compañías que dan a conocer la información. La Fundación de Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés) es un mecanismo para lograrlo. Su función de supervisión de la Junta Internacional de Normas de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés) y de las normas de contabilidad, así como la profundidad de sus normas existentes en más de 140 países, garantiza que está bien situada para sacar adelante las recomendaciones del TCFD [Grupo Especial sobre Divulgaciones Financieras relacionados con el clima, creado por el FSB] de manera que pueda lograr un consenso mundial”.

Carney no está satisfecho con la taxonomía de la Unión Europea: “La gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima requiere que la divulgación vaya más allá de lo estático (la huella de carbón de una compañía hoy) a lo estratégico (sus planes para reducir sus emisiones de carbón). La gestión de riesgos significa evaluar esas divulgaciones con visión de futuro para juzgar la resistencia a la transición en las estrategias de las empresas”.

Algunas formas para medir la alineación son, por ejemplo:

“* el porcentaje de los activos que están alineados al cero neto (‘alineados con el Acuerdo de Paris’)

“* avance de la transición frente a las vías de transición determinadas científicamente por sector

“* cálculo de una ‘métrica de grado de calentamiento’ para evaluar la calidad de los planes de transición en relación con los objetivos del Acuerdo de París en una cartera determinada”.

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