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La prensa prepara a la población para la Tercera Guerra Mundial; para eliminar esta enfermedad hay que inculcar la belleza

28 de diciembre de 2020 — El ritmo de la guerra de información en contra de los estadounidenses, para prepararlos a que acepten una guerra genocida contra Rusia y China, ha llegado a un punto completamente enfermizo. Mark Levin, del programa de noticias del sábado en la noche de Fox News, presento al ex Director de Inteligencia Nacional en funciones, Richard Grenell, y al encargado de aporrear a China en el Instituto Hudson, Michael Pillsbury, mientras CNN por otro lado presentaba al loco favorito de los neoconservadores, el ex campeón de ajedrez Garry Kasparov, ahora convertido en un enemigo de Rusia. 

Tanto Grenell como Pillsbury, y también su anfitrión Levin, estuvieron machacando que China quiere apoderarse del mundo y “escribir las reglas” para la humanidad. Grenell salió con la fantasía de que la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) “es una estafa; cada vez más países reconocen que es un fraude”. En realidad unos 150 países se han unido a la IFR con el propósito de acabar con la pobreza como lo ha hecho China mediante la industrialización y la construcción de infraestructura, lo cual les niega el régimen del Fondo Monetario Internacional por ser “inapropiado para su etapa de desarrollo”. 

Pillsbury dijo que “es verdad que China sacó de la pobreza a 600 millones de personas, pero la gente entiende que ellos pretenden sobrepasarnos y crear un mundo donde ellos escriban las reglas”. Para evitarlo, propone la formación de una alianza contra China como funciona la OTAN contra Rusia. 

Por su parte Kasparov, luego de repetir las acusaciones infundadas contra el Presidente Vladimir Putin y contra Rusia, declaró que cualquier “arreglo” con Putin, o con Xi Jinping, es un “apaciguamiento con otro nombre”. Y para concluir, proclamó que “se debe expulsar a Rusia de las instituciones internacionales de las que se aprovecha o no respeta… Se tiene que dejar en claro que no puede haber normalización [en las relaciones con Rusia] hasta que Putin se haya ido. En cuanto que el Presidente electo Joe Biden se prepara para entrar a la Casa Blanca, debería de hacer una declaración firme de que Estados Unidos está listo una vez más para dirigir al mundo libre y que ya no va a tolerar las acciones de Rusia, a diferencia de su predecesor”. 

Esto es una enfermedad mental, un vestigio de la geopolítica del imperio británico, para justificar su dominio sobre la economía mundial a través de la City de Londres y de Wall Street, a pesar del hecho de que todo el imperio financiero transatlántico está en bancarrota, y a pesar del hecho de que el mundo no asiático sufre de una pandemia fuera de control, y de que la hambruna azota a África que clama por la cooperación internacional. 

El sábado pasado, durante una discusión sobre la celebración del “Año de Beethoven” por su 250avo aniversario, la fundadora y presidente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, dijo: “Beethoven es realmente la medicina más importante para todo tipo de enfermedad. Primero que todo, él tiene la mente más poderosa, creativa y hermosa en la música, con seguridad, que se puedan imaginar… También, era muy anti-oligárquico”. Luego contó la famosa anécdota sobre Beethoven que se negó a hacer reverencias a la realeza, y agregó: “Yo creo que esa actitud anti-oligárquica también está presente en la música de Beethoven, y naturalmente esa era la actitud de Schiller en todo lo que escribió. Así que yo creo que es muy importante que, en tiempos difíciles como estos, recurramos a esos medios que nos pueden hacer mejores personas, o nos pueden ayudar a luchar para ser mejores personas, y a pensar estéticamente de modo más bello, a elevar nuestro pensamiento, a pensar en términos de flancos”. Ella propuso que el Año de Beethoven se extienda, “hasta que toda la gente se eleve a pensar en el nivel de Beethoven, sin importar el tiempo que tome, que esperamos no sea tan largo; creo que esa es la meta. Porque queremos elevar a todo el mundo para que sea humano verdaderamente. Y eso es lo que representa Beethoven”. 

Es impresionante, pero no sorprendente, que la revista de la Universidad de Cambridge del Reino Unido, Varsity, publicara un artículo esta semana titulado “¿Es hora de cancelar a Beethoven?” en donde se cita a la “musicóloga feminista” Susan McClary, quien describe la síntesis de la Novena Sinfonía de Beethoven como “la estruendosa rabia asesina de un violador incapaz de lograr la liberación”, y sugiere que su música fue de alguna manera responsable del Tercer Reich. 

La batalla que enfrenta la humanidad hoy no tiene precedente, y quizás es comparable a la Guerra de los Cien Años en Europa entre los siglos 14 y 15 y con la Peste Negra. La camarilla que se apoderó de Estados Unidos y lo metió en las guerras sin fin en los gobiernos de Bush y de Obama puede regresar al poder en Año Nuevo, salvo que el esfuerzo del Presidente Donald Trump para exponer el fraude electoral masivo en la elección presidencial tenga éxito. Recientemente Trump corrió a los líderes del partido de la guerra dentro del Pentágono, pero ha tolerado al mismo partido de la guerra en su gabinete de gobierno, en las personas del secretario de Estado Mike Pompeo, del jefe del FBI Christopher Wray y otros. Su compromiso de hacer de Estados Unidos amigo de Rusia y de China que mostró durante los primeros años de su presidencia, es ahora más importante que nunca, y se podría renovar ahora, invitando a los Presidentes Vladimir Putin de Rusia y Xi Jinping de China a una cumbre para abordar la actual crisis de la humanidad. 

En la semana de Navidad se creó una nueva organización, llamada simplemente La Organización de LaRouche, para inspirar a la gente en todas partes del mundo, como decía Federico Schiller, a ser un patriota de su nación y un ciudadano del mundo [“The LaRouche Organization” emitió un documento fundacional: “Quiénes somos” (larouchepub.com)]. La libertad política, decía Schiller, solo es realizable mediante la belleza, a través de la educación estética. En este Año de Beethoven, luchemos por esa verdadera libertad política, para toda la humanidad, como necesidad urgente para el Año Nuevo.

 

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