La Reserva Federal de EU se inventó un “mandato ambientalista”; créditos bancarios siguen nulos

29 de diciembre de 2020 — El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, anunció al Senado que se han unido al “Gran Reajuste” del príncipe Carlos, cuando les dijo que la junta de gobernadores de la Reserva Federal había votado unánimemente para unirse a la llamada Red de Bancos Centrales y Supervisores por la Ecologización del Sistema Financiero. Powell le mintió al Senado de manera patente cuando dijo: “El público esperará que averigüemos cuáles son las implicaciones del cambio climático para la estabilidad financiera, y que implementemos programas al respecto. La respuesta general al cambio climático de parte de la sociedad, en realidad tienen que fijarla los representantes electos, es decir ustedes. Nosotros vemos las implicaciones del cambio climático en la tarea que ustedes nos han dado, y en eso estamos trabajando”.

“La tarea que ustedes nos han dado”, no tiene nada que ver absolutamente con el cambio climático, ni por implicación ni de ninguna otra manera. Según la Ley Humphrey-Hawkins de 1978, se supone que la tarea de la Reserva Federal es la de procurar el pleno empleo y tasas de interés moderadas. Desde entonces, ha sido incapaz de hacer ninguna de las dos cosas, y además, no pudo prever o evitar el crac del mercado de valores en 1987, la profunda recesión de 1990-91, el crac financiero y la recesión de 1999-2000, la crisis financiero global de 2007-08 ni la falla del mercado interbancario entre septiembre y octubre de 2019. Fallaron en mantener el nivel del empleo en esos períodos; y desde la década de 1980 han contribuido directamente a la reducción en la inversión en empresas y empleos productivos. La imagen que utiliza Powell, “la tarea que ustedes nos han dado”, es una bofetada imperial al Senado. Esa es la “tarea” que le exige la monarquía británica a través del príncipe Carlos.

Mientras tanto, la Reserva Federal aceleró de nuevo su programa de “emisión cuantitativa”. Su hoja de balance se mantuvo por varios meses en unos $7 billones de dólares, y durante diciembre subió rápidamente a los $7,4 billones de dólares, con lo cual ya casi alcanza al Banco Central Europeo que lleva $8 billones de dólares, en el recate de los mismos bancos universales gigantes de la City de Londres y de Wall Street. La Reserva ha reducido a un nivel más bajo sus tenencias de oro y plata y otros valores como activos, y ha seguido comprando activos tóxicos a los bancos de Londres y Wall Street mediante la emisión de dinero inorgánico, en un ritmo de unos $120.000 millones al mes, comprando incluso grandes cantidades de valores respaldados con hipotecas, de amarga fama en el 2008.

Pero los bancos rescatados de esa manera no han contribuido para nada en el otorgamiento de crédito, el cual prácticamente ha desaparecido de la economía estadounidense.

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