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Comité de Ciudadanos sobre la Verdad en las Elecciones: a derrotar el fraude electoral

3 de enero de 2021 — La Organización de LaRouche y el Instituto Schiller auspiciaron este sábado 2 de enero una reunión de cabildo abierto virtual con representantes de legislaturas estatales y activistas de cuatro de los estados en los que se está cuestionando la elección presidencial, junto con otros que presentaron las pruebas del enorme fraude electoral y de las irregularidades en el proceso electoral, para analizar el profundo impacto de esta pelea para el futuro de Estados Unidos y del mundo. El foro es parte de la movilización de los ciudadanos interesados en crear un Comité de Ciudadanos por la Verdad en las Elecciones, que va a tener una conferencia fundacional el 17 de enero. Como lo señaló el moderador de la reunión, Dennis Speed, del Instituto Schiller, en la apertura del cabildo abierto, el robo de la elección del 3 de noviembre no es solo una amenaza a la reelección de Donald Trump, ni solamente a la Constitución de Estados Unidos, sino una amenaza a la civilización, porque como lo destacó Abraham Lincoln durante la Guerra Civil, constituye “una prueba para ver si la nación, o cualquier nación así concebida, y con esa dedicación, puede perdurar”. 

Todos los ponentes informaron de las enormes pruebas, a simple vista, de las irregularidades y de los fraudes descarados en los estados de Pennsylvania, Georgia, Michigan y Wisconsin, y reiteraron que si se permite que esta elección fraudulenta sea aceptada, se destruirá para siempre la fe en el proceso electoral de Estados Unidos. Se refirieron al papel corrupto de los medios noticiosos corporativos, que repiten el mantra de “alegatos infundados” de fraude electoral ad nauseam, y los tribunales corruptos que han desechado todos los casos, no porque no tengan mérito, sino con pretextos de procedimiento, sin ver siquiera las pruebas. Se destacó que el lenguaje claro de la Constitución le otorga a los legisladores estatales, no a los tribunales ni a otras instancias, la responsabilidad única de fijar las normas electorales en cada estado, un hecho que se ha violentado en varios estados. Ahora el foco está puesto en el 6 de enero, cuando se van a presentar los votos electorales a la sesión conjunta del Congreso. Ya varios miembros de la Cámara de Representantes y del Senado han declarado su intención de cuestionar a los electores de los estados en disputa. 

El más importante es el caso de Pennsylvania. El representante estatal Russ Diamond, informó a la reunión que los recién electos miembros de la legislatura estatal asumirán el cargo el 5 de enero, un día antes de la sesión conjunta del Congreso, y 59 miembros de la Cámara de Representantes del estado y seis miembros del Senado del estado, van a protestar la certificación de los electores de Biden. Los republicanos tienen la mayoría en ambas cámaras del estado de Pennsylvania. El representante Diamond hizo un repaso del estudio que hicieron él y el representante Frank Ryan, que encontraron que había 170.000 boletas más que votantes que votaron para la elección presidencial (la diferencia de votos entre Trump y Biden fue de unos 80.000 votos).

Leah Hoopes, una electora de Trump del estado de Pennsylvania y presidente de la Alianza de Votantes de Pennsylvania, dijo que el finado Lyndon LaRouche y Donald Trump “hubieran sido grandes aliados”, en relación a la pelea histórica entre el sistema colonial británico que mantiene al mundo en el atraso, y el Sistema Americano dedicado a fomentar la paz y el desarrollo. “El mundo nos está observando”, destacó ella, e indicó que nunca se había imaginado que estaría a la vanguardia de una pelea tan histórica, pero esto es lo que significa ser un ciudadano estadounidense ahora, luchar por la soberanía de cada persona. 

Martha Rollins, que ha trabajado con la organización Code Pink de Mujeres por la Paz, en varias partes del mundo, explicó cómo las agencias de inteligencia británica y estadounidense han llevado a cabo operaciones de “cambio de régimen” en Siria, Honduras y otras partes. “A través de los medios, primero satanizan al Presidente, luego utilizan el fraude electoral, fomentan la división y luego la violencia, para poner a su gente en el poder. Las personas que dirigen estas operaciones en el mundo son las mismas que dirigen la campaña contra Trump”, explicó. 

Varios de los ponentes destacaron el papel del Instituto Schiller y de La Organización de LaRouche, así como del sitio electrónico Gateway Pundit, para darle voz a quienes pelean por la verdad y la integridad en las elecciones. Uno de los ponentes, Joe Hoft, del Gateway Pundit, dijo que su sitio tiene ahora más de 4 millones de suscriptores. Hoft le hizo un llamado al Presidente Donald Trump a que dé a conocer todos los documentos secretos relacionados con la farsa del Rusiagate y todos los demás aspectos del intento de golpe contra Trump. Se refirió a que el caso de Julian Assange está programado a ser decidido el 4 de enero en el tribunal británico, y exhortó al Presidente Trump a que lo perdone.

Dennis Speed y Harley Schlanger del Instituto Schiller aportaron el contexto histórico de la crisis que enfrenta la humanidad hoy, y también exhortaron al Presidente Trump a “patear el tablero de ajedrez”, mediante el perdón a Assange y a Edward Snowden, y la exoneración de Lyndon LaRouche. Schlanger agregó que es urgente también el nombramiento de un Fiscal Especial que investigue el fraude electoral, a fin de llegar realmente al fondo de la verdad. La candidata al Senado por Nueva York, Diane Sare, le recordó al público que Ramsey Clark, quien representó a Lyndon LaRouche legalmente en el juicio de apelación a su proceso fraudulento a manos de las mismas redes corruptas que perpetraron el Rusiagate contra Trump, dijo que si se permitía que se sostuviera el proceso ilegal contra LaRouche, nadie entonces estaría a salvo.

Hoy, el mejor enfoque que podría adoptar el Presidente Trump para detener el golpe, es exonerar a LaRouche, obligar a que salga la verdad sobre el esfuerzo histórico del imperio británico para destruir al Sistema Americano, para arrastrar a su otrora colonia en su división imperial del mundo, a sus programas maltusianos, a sus guerras coloniales, y hasta su confrontación nuclear con Rusia y China. Es por eso que los británicos odian a Trump como odiaban a LaRouche. Las próximas semanas van a determinar si los estadounidenses resultan “demasiado pequeños”, como dijo Schiller de los franceses ante la turba jacobina, o si se elevarán para declarar su amor por la verdad y restaurar finalmente la república estadounidense.

 

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