Go to home page

Se estrecha el suministro mundial de alimentos; Rusia y Argentina limitan exportaciones; China contempla mayor independencia alimentaria

3 de enero de 2021 — Esta semana Argentina anunció que dejará de exportar maíz hasta el 28 de febrero, como parte de su plan para garantizar el suministro de maíz para su cadena alimenticia nacional; Argentina es el tercer mayor exportador de maíz en el mundo. El pasado 15 de diciembre, Rusia, que es el mayor exportador de trigo en el mundo, anunció que se gravará un impuesto a la exportación de trigo, a partir del 15 de febrero hasta el 30 de junio, que marca el final del año comercial del trigo. El objetivo es disminuir las exportaciones, que ya tienen un límite de 7 millones de toneladas para este año. Algunos agricultores rusos y funcionarios relacionados a la economía agrícola han declarado que quieren también evitar la inflación en el precio nacional del trigo para los molineros.

Esas medidas de los gobiernos soberanos con el propósito de garantizar su seguridad alimentaria, contribuye a la inseguridad alimentaria potencial en el mundo, no por su ejercicio de responsabilidad, sino porque no hay una política de colaboración internacional en cuestión de agricultura y alimentación. Muchas naciones que dependen de la importación de alimentos enfrentan ahora precios imposibles para importarlos, o se encuentran con que no hay alimentos a ningún precio. El Programa Mundial de Alimentos y las agencias privadas no tienen los recursos para cubrir la brecha. Esto subraya la urgencia de alguna iniciativa que cambie radicalmente la situación, de parte de las potencias de mayor peso (Estados Unidos, China, Rusia) para convocar una cumbre para prevenir la hambruna, coordinar medidas contra la pandemia y garantizar la seguridad mundial.

China está importando al momento grandes cantidades de maíz y arroz. La semana pasada tuvieron sesiones para analizar la cuestión agrícola y alimentaria para los próximos cinco años, y los planificadores chinos deben comenzar a tomar medidas para aumentar el grado de independencia alimentaria, debido a la precaria situación mundial.

En este contexto, la amenaza que acaban de lanzar los carteles importadores y distribuidores de alimentos (Unilever, Nestlé, Walmart, McDonalds) de boicotear la soja que se produce en Brasil, en aras de salvaguardar la ecología brasileña, es seguro que resultará en un caos mayor, hambruna e inanición. Es el “Gran Reajuste” en marcha.

 

Archivo de Comentario Editorial y Actualidades

Volver    Volver al inicio

clear
clear
clear