Lyndon LaRouche y el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Zarif, sobre la amenaza de que Israel actúe como un “aliado que se suelta”

4 de enero de 2021 — El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, envió un tuit que dice: “Nueva inteligencia proveniente de Iraq indica que agentes-provocadores israelitas están planeando hacer ataques en contra de estadounidenses, colocando a un Trump que está de salida en un aprieto con un casus belli falso. Tenga cuidado con una trampa, @realDonaldTrump. Cualquier fuego artificial puede producir un efecto no deseado, en particular en contra de sus mismos BFF [mejores amigos]”. Aunque Israel negó esta afirmación, y el periódico Jerusalem Post acusó a Irán de promover una conspiración antisemita, quienes están familiarizados con la perspectiva estratégica de Lyndon LaRouche reconocerán en la advertencia que hizo Zarif sobre el “síndrome del aliado que se suelta”, según el cual despliegan a Israel como carnada para llevar a Estados Unidos a una guerra en el Suroeste de Asia, que debe evitarse. 

“Si nos remontamos hasta el reinado de Henry A. Kissinger como Secretario de Estado de Estados Unidos, a finales de 1974 y principios de 1975, el liderato de nuestra asociación estaba estudiando una opción estratégica estadounidense a la que le fue dado el nombre de síndrome del ‘aliado que se suelta’|”, escribió LaRouche en una declaración que se publicó el 12 de octubre de 2001, un mes después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos. “En caso de que este síndrome entrara en acción, Israel se soltaría aparentemente de la correa angloamericana acostumbrada, para lanzar una guerra de perros rabiosos en contra de algún Estado árabe vecino, o Estados. Quienes en Israel, ‘aliado de EU que se suelta’,  desatarían esa guerra ‘preventiva’, dirían luego a EU, algo así como: ‘¡Iniciamos la guerra; ahora ustedes van a tener que pelearla!’. 

“El peligro de un ‘aliado que se suelta’ como ese, aumentó en el transcurso de la década de 1980”, agrega LaRouche. “Para evitar un ataque aéreo de Israel contra Iraq, la monarquía británico en 1990, reclutó al Presidente estadounidense George Bush para que condujera una guerra en contra de Iraq, de tal manera que se pudieran evitar los mortales efectos de la reacción en cadena de un ataque iniciado por Israel en contra de Iraq”. (Ver: https://larouchepub.com/pr_lar/2001/011012_world_on_sunday.html).

Archivo de Comentario Editorial y Actualidades