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La pelea para eliminar las patentes a las vacunas contra la COVID-19 

25 de enero de 2021 — En octubre del 2020, los gobiernos de India y de Sudáfrica, junto con otros ocho países apelaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que instara a todos los países a que liberaran de las leyes de patentes o de cualquier otro derecho de propiedad intelectual relacionados con los diagnósticos, medicamentos y vacunas para la COVID-19 mientras dure la pandemia. Si se eximieran algunos de los requerimientos de los acuerdos de comercio internacionales, esto le permitiría a los fabricantes de medicamentos genéricos producir de inmediato más versiones asequibles de estos productos. Este pedido fue respaldado por Doctores sin Fronteras/Médecins Sans Frontières (MSF).

Para el 20 de enero de 2021, la OMS todavía no había tomado una decisión, y los países más ricos, como Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos, se oponen a levantar las leyes de propiedad intelectual, dado que ellos ya han estado haciendo tratos con los grandes productores de medicamentos, acaparando de hecho para ellos el acceso a las vacunas que pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte.

El periódico Times of India informó que, “la propuesta que busca que se elimine la ley de propiedad intelectual a las medicinas y vacunas para tratamiento de la COVID-19, tiene implicaciones enormes en los países en desarrollo que se encuentran con enormes dificultades para acceder a las vacunas que pueden salvarles la vida. Los países ricos ya hicieron acuerdos gigantes… poniendo en riesgo el que haya un acceso equitativo para los más pobres y vulnerables a nivel mundial, poniendo al mundo ‘al borde de un fracaso moral catastrófico’|”, declaro el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, de acuerdo a la reseña del diario.

Sudáfrica se está quedando estancada con un pago al Instituto Serum de India (SII por sus siglas en inglés) de $5,25 dólares por dosis para 1,5 millones de vacunas contra el coronavirus de AstraZeneca, más del doble del precio que está pagando la Unión Europea ($2,50). Se considera que la vacuna de AstraZeneca es preferible para los países africanos, dado que no tiene que almacenarse en temperaturas muy bajas, como otras vacunas, que no están disponibles para estas naciones, a consecuencia de la falta de infraestructura.

En una información relacionada, en un ejemplo que encarna lo que está en juego, la Universidad de Oxford prometió que en la primavera del 2020 donaría los derechos de autor de su vacuna contra la COVID-19 a cualquiera que la quisiera producir, solo para vendérsela luego a AstraZeneca, en un contrato que le significó una ganancia de millones de dólares. Otras compañías se caracterizan por especular con las patentes, consiguiendo ganancias mil millonarias en financiamientos gubernamentales y cobrando precios exorbitantes por cualquier vacuna. El Conde Drácula estaría muy orgulloso.

 

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