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Guerra nuclear y Nuevo Trato Verde ambientalista: dos amenazas a la humanidad interconectadas

17 de febrero de 2021 — El servicio de noticias EIRNS, junto con el Instituto Schiller que preside Helga Zepp-LaRouche, ha lanzado una movilización global para identificar dos amenazas existenciales a la humanidad que fomentan algunos gobiernos de la región transatlántica: el Nuevo Trato Verde ambientalista y el plan de provocar una confrontación nuclear con Rusia y China. En las últimas 24 horas, se han emitido importantes respuestas a estos dos peligros por parte de figuras destacadas en Estados Unidos, las cuales hay que circular ampliamente entre las personas de buena voluntad en el mundo.

Primero, a solo días de que publicásemos el Informe Especial de EIRThe Great Leap Backward—LaRouche Exposes the Green New Deal (“El gran salto hacia atrás; LaRouche revela el Nuevo Trato Verde ambientalista”), la advertencia que hace ese informe respecto al resultado fatal de la dependencia en formas primitivas de generar energía, como, energía solar y energía eólica, quedó demostrada en la forma de la devastación enorme en el estado de Texas y en otros estados a consecuencia del vórtice polar, un fenómeno que podía esperar cualquiera que piense a largo plazo sobre las condiciones de vida. Con las turbinas eólicas congeladas, y los paneles solares sepultados en nieve, más de 4 millones de personas se quedaron sin electricidad en condiciones de temperaturas heladas.

El gobernador de Texas, Rick Perry, quien además fungió como secretario de Energía durante el gobierno de Donald Trump, hizo un relato de primera mano sobre la desastrosa situación, en el programa de Tucker Carlson, en Fox News el lunes 15 en la noche, en una forma bastante similar a lo que plantea el informe especial de EIR. “Comenzamos eliminando las plantas de carbón, luego eliminamos las plantas de energía nuclear”, dijo Perry. “Tiene que haber un suministro de energía diversificado, que va a estar allí cuando lo necesites. Eso quiere decir, combustibles fósiles, gas natural licuado (GNL), reactores nucleares compactos. Tenemos que mirar a los reactores nucleares; hay muchos avances que se están haciendo en esa área en este momento. Yo no escucho al nuevo gobierno, al Nuevo Trato Verde ambientalista, que hablen de otra cosa que no sea la energía solar o la energía eólica”. Él pronosticó con diez años de anticipación, que si tuviésemos un “mundo a lo AOC” (Alexandra Ocasio Cortez) solo con energía solar y eólica, cuando llegara el próximo vórtice polar: “¡Si no tienes electricidad para mantenerte caliente, te vas a morir! Se puede perder un número indecible de vidas con esa forma irresponsable de apegarse a filosofías como esa. Eso no es científico. Durante toda la campaña los escuchamos diciendo, ‘Tienen que apegarse a la ciencia’. Bueno, la ciencia nos dice que, si solo tienes energía eólica o solar, se va a poner espantosamente frío el invierno, y espantosamente caliente el verano”.

Segundo, el sábado 13 de febrero, el Instituto Schiller patrocinó un Foro: “Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia van de mal en peor. Necesitamos un Nuevo Paradigma para evitar una guerra nuclear”, en el que participaron, Raymond McGovern, exanalista de la CIA, Mike Gravel, ex senador de Estados Unidos, el Dr. Edward Lozansky, director de la Universidad Americana en Moscú, y Alex Krainer, escritor y experto en geopolítica británica; también estuvieron Helga Zepp-LaRouche, fundadora y presidente del Instituto Schiller, y Harley Schlanger del Schiller Institute. Esta advertencia de la amenaza extrema de guerra que hicieron estos expertos, también la abordó el profesor Lyle J. Goldstein, de la Escuela de Guerra Naval de Estados Unidos, experto en Rusia y en China. En un artículo de opinión que publicó el periódico Washington Times del 3 de febrero, Goldstein habla del “la humareda del descarrilamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia”, y dice que Estados Unidos y Rusia están “prácticamente en pie de guerra”. Destaca que “la prensa de Occidente está obsesionada con el destino del líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y con manifestaciones relacionadas”. Señala, que hay en Occidente, quienes se alegrarían de que ocurriera algo como un “Maidan” (Ucrania) en Moscú, pero “una Rusia consumida en el caos y la violencia, no sería realmente acorde a los intereses de Estados Unidos”. Goldstein concluye que “los estadounidenses tienen que saber que las enormes fuerzas nucleares rusas, están bajo un control único, estable y racional, y no en las garras de un Estado fracturado que enfrenta la posibilidad de una guerra civil. Más aún, una Rusia estable y próspera además será fundamental para que el mundo se recupere de una crisis económica causada por la pandemia”.

Hay que intensificar esta movilización en todos lados. El 27 de febrero, el Instituto Schiller va a patrocinar otro foro, para abordar los dos frentes críticos, el plan angloestadounidense para una guerra contra China y Rusia, y la urgencia de las soluciones propuestas por Lyndon LaRouche, para acabar con la división del mundo impuesta por el imperio británico en bloques geopolíticos, por medio de un nuevo sistema financiero global entre Estados soberanos para financiar el desarrollo del mundo y más allá: la paz por medio del desarrollo. No existe una solución parcial.

 

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