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Un estudio de Nature aboga por un recorte de las emisiones de CO₂ como el que logró la pandemia, pero ¡Cada dos años!

10 de marzo de 2021 — Un nuevo estudio publicado en la revista Nature puso la huella de carbono en el “gran reajuste”, documentando que para alcanzar el límite de 1,5ºC establecido en el Acuerdo de París, el mundo debe aceptar el equivalente a un cierre total por cuarentena cada dos años en los próximos diez años. Publicado el 3 marzo, el artículo “Las emisiones fósiles de CO en la era post Covid-19” fue escrito por un equipo de seis científicos dirigidos por la profesora de Ciencias Ambientales de la Universidad de Anglia del Este, la profesora Corinne Le Quéré, quien es, además, tanto asociada de la Real Sociedad británica (FRS por sus siglas en inglés), como también Comendadora de la excelentísima orden del imperio británico (CBE por sus siglas en inglés).

“Cinco años después de la adopción del Acuerdo Climático de París, el crecimiento en emisiones globales de CO ha empezado a tambalearse” comienza el resumen del artículo. “Las perturbaciones generalizadas de la pandemia del Covid-19 ha alterado radicalmente la trayectoria de las emisiones globales de CO, es decir, han mostrado un derrumbe sin precedentes. Para continuar con esta tendencia, lo que se denominan ‘efectos contradictorios’ del deseo de inversiones luego de la pandemia, en infraestructuras basadas en combustibles fósiles, “deben abordarse con nuevas opciones políticas que sostengan el declive global de emisiones en la era post Covid-19”.

“Necesitamos un recorte en las emisiones del tamaño de la caída [por los encierros de cuarentena] cada dos años pero con métodos completamente diferentes” declaró Le Quéré al diario The Guardian, respaldando implícitamente la imposición del “gran reajuste” y su dictadura financiera contra las inversiones en las energías “insostenibles” de alta densidad.

Debido a los encierros de cuarentena en el mundo a raíz de la pandemia de Covid-19, la producción global de carbono disminuyó 2,6 Giga-toneladas (GTCO) en 2020, una reducción del 7% con respecto a los niveles de 2019. El gráfico incluido en el informe muestra que ningún hecho o circunstancia en los tiempos modernos había estado ni siquiera cerca de producir los efectos en los niveles de producción de carbono que produjeron los encierros por la pandemia, es decir: ni la crisis del petróleo saudí de 1971; ni el colapso económico ocasionado por la desindustrialización producida por las altas tasas de interés de Paul Volcker; ni el colapso de la Unión Soviética de 1991; ni tampoco la gran recesión de 2008; todos los cuales produjeron caídas temporales en la producción de carbono, en donde las medidas de Paul Volcker fueron las que ocasionaron la segunda caída más grande y duraderas en la producción de carbono.

La caída de 2,6 GTCO ya hizo retroceder a la humanidad unos 10 años, un hecho bien reconocido por los países en desarrollo, especialmente en África. Lo que Le Quéré menciona equivaldría a una eliminación de 13 GTCO, es decir una caída del 35%, lo cual llevaría a la humanidad a retroceder otros 30 años, hasta niveles de 1990. Quizás no sea exactamente lo que quiere el príncipe Felipe, pero no lo escuchamos quejarse.

(https://www.nature.com/articles/s41558-021-01001-0).

 

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