Blinken blande el gran garrote contra Alemania

21 de marzo de 2021 — Anthony Blinken le dio un ultimátum al gobierno alemán el 18 de marzo, ordenándole que abandone el gasoducto Nord Stream 2. En un comunicado de prensa del 18 de marzo, emitido en nombre propio, declaró lo siguiente: “Como ha dicho el presidente, Nord Stream 2 es un mal negocio para Alemania, para Ucrania y para nuestros aliados y socios en Europa Central y Europa Oriental. El Departamento [de Estado] está haciendo seguimiento a los esfuerzos para completar el gasoducto Nord Stream 2 y está evaluando la información relativa a las entidades que parecen estar involucradas”.

“Como han dejado en claro múltiples gobiernos de Estados Unidos, el gasoducto es un proyecto geopolítico ruso destinado a dividir a Europa y a debilitar la seguridad energética europea. La legislación de sanciones aprobadas por el Congreso en 2019 y aumentadas en 2020 tienen un significativo apoyo por una mayoría bipartidista en el Congreso”.

“El gobierno de Biden está comprometido con el cumplimiento de esa legislación. El Departamento reitera su advertencia de que cualquier entidad involucrada en el gasoducto Nord Stream 2 se arriesga a las sanciones de Estados Unidos y debe abandonar inmediatamente los trabajos en el gasoducto”. [https://www.state.gov/nord-stream-2-and-potential-sanctionable-activity/].

Está por verse cómo la amenaza de sanciones afectará las obras, que se encuentran en fase terminal. Según un informe del medio alemán North Germany Radio (NDR), la ciudad y el puerto de Rostock crearon una empresa puente para alquilar parte de los muelles y gestionar el tendido del último tramo del gasoducto submarino del Báltico, con el fin de proteger a las empresas y administradores involucrados. El partido verde sacó a la luz el acuerdo secreto, sobre el que no hay registros oficiales.

Al contrario de lo que afirma Blinken, los europeos no están para nada contentos de que “Estados Unidos esté de regreso”. Los observadores a favor de China que fueron entrevistados por la EIR señalaron que el lado positivo de la confrontación Wang-Blinken en Anchorage es que “cuando hay una disputa, tienes que informar las opiniones de la otra parte, así que las declaraciones chinas recibieron cobertura” por los medios. Por esta razón, “pudo haber sido peor” y “la parte más madura de la opinión pública no toma partido, reforzando una visión europea independiente”. La retórica estadounidense sobre los “valores” no tiene mucho impacto en Europa, “excepto entre aquellos que siempre han sido más monárquicos que el rey”.

 

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