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La COVID en Brasil a punto de salirse de control

30 de marzo de 2021 — Un gran número de médicos brasileños y otras autoridades están dando la voz de alarma porque la pandemia de la COVID-19 está casi fuera de control en Brasil, y amenaza no solo al país sino a todo el planeta. Al presente, una de cada cuatro muertes por COVID en el mundo ocurren en Brasil. “Antes, ser viejo era el factor de riesgo para morir de Covid-19, o tener alguna vulnerabilidad asociada”, dijo Domingos Alves, profesor de medicina que es parte del grupo nacional de monitoreo. “Ahora el riesgo es ser brasileño”, informó Bloomberg.

La tasa de mortalidad en Brasil ha aumentado desde 2% a finales del año pasado a 3.1% a mediados de marzo de este año, según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), una institución nacional de investigación y desarrollo en ciencias biológicas y epidemiología. Eso significa un aumento de más de 50% en menos de tres meses. Solo un 7% de la población ha sido vacunada por primera vez; solo un 2% se ha vacunado completamente. Hasta la fecha, más de 300.000 brasileños han muerto por COVID-19; algunos expertos estiman que para junio ese número llegue al medio millón de personas, y que para finales de este año Brasil supere en número de muertes a Estados Unidos, un logro funesto.

Una tendencia alarmante es el aumento veloz en el número y la proporción de jóvenes brasileños que se están enfermando y muriendo por la COVID-19, en un país cuya población es mayormente joven. Según las estadísticas oficiales, desde el 1º de enero a mediados de marzo la tasa de nuevos casos entre quienes tienen de 30 a 59 años de edad casi duplicó el promedio nacional de 316%. Las muertes en los grupos de esas edades saltaron hasta un 317%, en comparación con el 223% para el total a nivel nacional.

Los científicos todavía están tratando de comprender por qué está sucediendo eso. Una teoría es que los pacientes más jóvenes esperan más antes de buscar ayuda médica y cuando llegan al hospital están más enfermos. Otro factor puede ser el relacionado con las nuevas variantes que han aparecido en Brasil. Bloomberg citó a Jaques Sztajnbok, que colabora en la dirección de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el hospital Emilio Ribas de Sao Paulo, uno de los centros principales para enfermedades infecciosas, quien dijo que muchos pacientes se están enfermando con la variante del coronavirus que encontraron en la ciudad de Manaos en el Amazonas, o con la variante del Reino Unido, las cuales son más infecciosas que la cepa original.

“Fernando Brum, director del hospital de Santa Casa en Sorocaba [cerca de Sao Paulo], dijo que la mutación del virus en una variedad mucho más infecciosa con una carga viral que hace que la gente se enferme más rápido y de manera más agresiva, ha significado que los jóvenes que eran mayormente casos asintomáticos, ahora son casos con afecciones graves... ‘La unidad de cuidados intensivos está constante e ininterrumpidamente ocupada’ afirmó [Brum]. Pacientes de alrededor de 30 años ocupan al menos la mitad de esas camas, y el tiempo promedio que pasan en el hospital es el triple en comparación con el año pasado. Eso se ha reducido recientemente por una razón muy triste; los pacientes mueren más rápido”.

El sistema de salud del país está al borde del colapso. Miguel Nicolelis, profesor de Neurobiología de la Universidad Duke quien asesora a varios gobernadores y alcaldes brasileños sobre el control de la pandemia, le dijo a la agencia AP: “Hemos sobrepasado niveles nunca imaginados para un país con un sistema de salud pública, una historia de campañas eficientes de vacunación y de trabajadores de la salud que no tienen comparación a nivel mundial. El próximo paso es que el sistema de salud se colapse”.

El instituto estatal de investigación y desarrollo en ciencias biológicas y epidemiología de Brasil, Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el 23 de marzo hizo un llamado a un cierre y confinamiento de 14 días para poder reducir la transmisión del coronavirus en un 40%. “Tenemos que abrir los ojos y entender que esto no es un chiste”, dijo el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, en un mensaje grabado en la víspera del décimo día de la cuarentena en esa ciudad. “La gente está muriendo, y si todo continúa de esa manera y no se hace nada, solo Dios sabe qué puede pasar. Nadie conoce los límites de esta enfermedad. Nadie sabe cuántas variantes de la misma pueden surgir”.

 

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