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China responde al “Informe sobre derechos humanos” del Departamento de Estado de EU

1º de abril de 2021 — El informe anual que publica el Departamento de Estado este año parece una copia del último que sacó el orate de Mike Pompeo, donde despotrica contra China y la acusa de “genocidio y crímenes contra la humanidad que ocurrieron, durante el año, contra los uigur que son predominantemente musulmanes y otras etnias y grupos de minorías religiosas en Xinjiang”. Estos crímenes, alega, “son continuados e incluyen la prisión arbitraria u otra forma de privación grave de la libertad física de más de un millón de civiles; la esterilización forzada, coacción al aborto y la aplicación restrictiva de las políticas de control natal de China; violación y tortura de un gran número de las personas detenidas arbitrariamente, trabajo forzado; y la imposición de restricciones draconianas a la libertad de religión o de creencia, a la libertad de expresión y a la libertad de movimiento”

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, respondió casi de inmediato al Departamento de Estado de EU con un ataque mordaz a la acusación de genocidio, viniendo de un Estados Unidos que “pisotea el derecho internacional”. Genocidio es un término definido de manera muy precisa, dijo, descrito al final de la Segunda Guerra Mundial por la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio como actos específicos “cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Cualquier acusación de genocidio debe “sobrevivir a un escrutinio estricto de los hechos”, subrayó Hua, y señaló que “ningún Estado, organización o individuo está calificado ni facultado para determinar arbitrariamente que otro Estado ha cometido ‘genocidio’ ”.

Esta acusación contra China, agregó, es producto de “mentiras y desinformación producidas por las fuerzas antichinas”, y es “un insulto y una afrenta indignante para el pueblo chino y una grave violación del derecho internacional”. Muchos fuera de China, señaló, “incluso en Estados Unidos”, han expuesto y refutado esas mentiras sobre Xinjiang. Ella se refirió de nuevo al coronel (ret.) Lawrence Wilkerson, jefe de personal del entonces Secretario de Estado Colin, Powell, “quien ha dejado en claro que la supuesta cuestión de Xinjiang no es más que una conspiración estratégica de Estados Unidos para fomentar el malestar en China y para contenerla desde adentro”.

Como gran potencia, dijo, “Estados Unidos ha caído tan bajo como para hacer oídos sordos al hecho de que Xinjiang goza de seguridad, prosperidad y desarrollo y que los 25 millones de habitantes de todos los grupos étnicos de la región viven en armonía y con solidaridad”. Acusar a China solo en base a los “cuentos de unos pocos académicos farsantes y testigos falsos”, solamente expone más la “hipocresía de Estados Unidos detrás de toda la palabrería sobre el estado de derecho y de las reglas”. De manera muy apropiada, Hua dijo que el informe del Departamento de Estado en realidad es “un reflejo de los propios crímenes y pecados cometidos [por Estados Unidos] en el pasado”, y pasó a documentar los ataques de Estados Unidos a los países musulmanes “inventando pretextos para montar guerras contra Estados soberanos, causando numerosas víctimas civiles y muchos otros ejemplos…”.(https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/xwfw_665399/s2510_665401/t1865988.shtml).

 

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