¡A cancelar el "Día de la Tierra"! El mundo necesita un "Día de Marte" más bien
2 de abril de 2021 — El Presidente Joe Biden invitó a cuarenta jefes de Estado a participar en una cumbre virtual organizada por Washington para el 22 y 23 de abril, para celebrar el "Día de la Tierra" a fin de dar inicio a una nueva era de desindustrialización y reducción de la población global con políticas ambientalistas, bajo el pretexto de lograr "cero emisiones de carbono", sea lo que sea que quiera decir eso, para el 2050.
Eso no se puede hacer, y no va a funcionar. Ya, uno de los expertos más importantes de India sobre cambio climático, Chandrashekhar Dasgupta, miembro del Consejo sobre el Cambio Climático del Primer ministro, declaró que India solo hablará de esas metas globales, pero de ninguna manera puede verse limitada por ellas en su país, porque ellos son un país en desarrollo que tiene que crecer o perecer.
Lo mismo se aplica para los $2,2 billones de dólares del “proyecto de ley de infraestructura y empleos” de Biden, que hoy el periódico Washington Post confiesa que tiene muy poco que ver con infraestructura, y todo que ver con imponer un reducción dramática de la plataforma de tecnología energética, diseñado para recrear una nueva era medieval de energía solar y eólica. “El elemento clave del plan de Biden… es la creación de una normativa nacional que exige que las empresas de servicios públicos utilicen una cantidad específica de energías solar, eólica y algún otro tipo de energía renovable”. Esto, se ríe entre dientes el Washington Post, “equivaldría a la intervención más arrolladora del gobierno federal en el sector eléctrico en generaciones”.
Pero eso tampoco se puede hacer, y no va a funcionar. Ya el portavoz del Edison Electric Institute, la asociación comercial más grande del sector eléctrico, declaró que ellos con gusto “revisarán con cuidado cualquier propuesta para una normativa de energía más limpia”, pero no van a aceptar esto si va en perjuicio de la “asequibilidad y fiabilidad que nuestros clientes valoran”. Se puede esperar que todo tipo de empresas manufactureras, sindicatos, y otros grupos profesionales y empresariales se opondrán al Nuevo Trato Verde, en la medida en que se hace evidente que se trata de llevar a Estados Unidos de regreso a las tecnologías medievales, y a los niveles de población asociados con esta época.
El nuevo folleto de La Organización LaRouche, recientemente publicado “El gran salto hacia atrás: LaRouche aplasta al Nuevo Trato Verde” da a conocer en detalle la pesadilla que se desataría si esas políticas llegan a adoptarse. Pero más importante aún, además presenta lo que ninguno de los otros críticos saben cómo abordar: las soluciones globales sustantivas a la crisis de desintegración, las que han presentado con detalle por décadas el economista y estadista estadounidense, Lyndon LaRouche y sus asociados. Todas estas propuestas programáticas dependen de que Estados Unidos se integre a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, para cooperar en grandes proyectos de infraestructura, en este planeta, y más allá, en la Luna, Marte y el resto del sistema solar.
Así que sería una mejor idea que Narendra Modi de India, Vladimir Putin de Rusia, y Xi Jinping de China, invitaran a Joe Biden de Estados Unidos, a que los acompañe en una reunión cumbre de estas cuatro potencias "al margen" de la cumbre virtual del 22 y 23 de abril. Podrían aprovechar esa ocasión para hablar sobre las crisis verdaderamente más urgentes a las que se enfrenta el planeta, la pandemia de COVID-19, el colapso económico, la amenaza de guerra regional y mundial; y la necesidad de las soluciones, entre ellas la cooperación internacional en las próximas fronteras científicas y tecnológicas de la Humanidad: la exploración y colonización del espacio impulsada por la energía de fusión.
De esa manera el “Día de la Tierra” podría transformarse y ser sustituido apropiadamente por el “Día de Marte”.
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