El plan de infraestructura de Biden pavimenta el camino al infierno
3 de abril de 2021-- Enormes cantidades de tinta, digital y de todo tipo, se están desperdiciando en la discusión del plan de infraestructura de 2 billones de dólares del presidente Biden anunciado el 31 de marzo. Pero uno de los comentarios más reveladores vino del siempre verde diario estadounidense Washington Post, que destacó en que el propósito del plan no es la infraestructura, sino provocar un cambio de paradigma.
“El plan de infraestructura del Presidente Biden aceleraría enormemente la transición del país desde los combustibles fósiles, utilizando el músculo y los enormes recursos del gobierno federal para intervenir en el mercado de electricidad, acelerar el crecimiento de energía solar y eólica, y fomentar los avances tecnológicos en energía limpia”, señaló el Washington Post. “El eje del plan de Biden… es la creación de una normativa nacional que obligue a las empresas de servicios públicos a utilizar una cantidad específica de energía solar, eólica y otras energías renovables para alimentar a los hogares, las empresas y las fábricas estadounidenses. La cantidad aumentaría en el tiempo, recortando el consumo nacional de carbón, gas y petróleo durante los próximos 15 años”.
El artículo del Washington Post concluye con entusiasmo destacando que “la estrategia de Biden supondría la mayor intervención del gobierno federal en el sector eléctrico en generaciones”.
En la medida que se asimile esa realidad, habrá más y más reticencias por parte de todo tipo de círculos políticos y empresariales en el país. La respuesta de Brian Wolff, vicepresidente ejecutivo de política pública del Instituto Edison Electric, la asociación comercial más grande en el sector de energía, es muy indicativa; dijo:
“Ciertamente, revisaremos con detalle cualquier norma de energía limpia que se proponga… y apoyamos las políticas que permitan a nuestras empresas de electricidad miembros seguir obteniendo la energía que suministran tan limpia como puedan y tan rápido como puedan, sin comprometer la asequibilidad y fiabilidad que nuestros clientes valoran”.
No es precisamente un apoyo rotundo.
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