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“Dadme a vuestros fatigados, a vuestros pobres, a vuestras hacinadas multitudes”

5 de abril — El siguiente artículo fue publicado como editorial del Alerta Diario de la EIR, del 6 de abril:

Hay un viejo dicho español muy conocido que dice: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Es un comentario apropiado, si bien desde el punto de vista de un campesino, sobre la naturaleza interconectada de los procesos que determinan la causalidad en el mundo.

El destacado epidemiólogo estadounidense, Dr. Michael Osterholm, del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, declaró el fin de semana pasado que los estadounidenses deben juzgar en dónde estamos respecto a la pelea en contra de la pandemia, viendo el panorama mundial: “Estamos en un huracán de categoría 5 con respecto al resto del mundo. En las próximas dos semanas veremos el mayor número de casos reportados a nivel global, desde que se inició la pandemia. Con respecto a Estados Unidos, apenas estamos al comienzo de esta oleada”. 

Según un estimado conservador que emitió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la víspera de su reunión anual de primavera, la pandemia ya ha ocasionado una caída del 20% del promedio del ingreso en el sector en desarrollo. El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, informó que a nivel mundial la pandemia ha hundido a 100 millones de personas en la pobreza extrema, mientras que un total de 250 millones de personas sufren hambre aguda. Sin embargo, en todo esto se está subestimando seriamente el problema. 

EIR ha mostrado que el colapso implícito de la economía física generado durante los 50 años de imponer las desastrosas políticas económicas de libre mercado, un colapso que la pandemia solo trajo a la superficie, ha producido una tasa de desempleo real de alrededor de 45% a nivel mundial. Y ahora, el Nuevo Trato Verde ambientalista global de Biden va a empeorar eso de manera drástica. 

Hay una necesidad urgente para crear rápidamente 1.500 millones de nuevos empleos productivos en todo el planeta, empleos dirigidos a construir los proyectos de infraestructura necesarios y las industrias relacionadas, que Lyndon LaRouche especificó hace mucho tiempo. Los problemas de Estados Unidos solo se van a solucionar si volvemos a los principios en base a los cuales se fundó esa república constitucional: el bienestar del otro, tanto en la economía como en el estadismo. 

Ese mismo colapso económico de todo el sector transatlántico es la fuerza que impulsa las provocaciones de guerra que se originan en el imperio británico y de sus compinches estadounidenses, una amenaza que en las semanas recientes ha hecho de Ucrania uno de los puntos álgidos de la confrontación entre las superpotencias. 

A la luz de estas consideraciones, Helga Zepp-LaRouche abordó los principios subyacentes que se necesitan para resolver la crisis global de desintegración actual, principios que se ejemplifican en la labor del Comité internacional por la Coincidencia de los Opuestos, que ella fundó. 

“Déjenme volver a plantearlo para que conste: El Comité para la Coincidencia de los Opuestos no es trabajo social. Es un método de pensamiento: No es una receta, ni siquiera es una iniciativa de salud o una iniciativa alimentaria. Es un método de pensamiento. Porque la propia idea de Nicolás de Cusa de la coincidencia de los opuestos salió de una larga y profunda discusión teológica. La esencia de la misma es que para alcanzar un nivel de unidad, tienes que saltar detrás del muro de la coincidencia; ni siquiera es la coincidencia de los opuestos, es detrás del muro de la coincidencia de los opuestos. Hay que hacer un ejercicio mental, hay que entrenar la mente para pensar en hipótesis, para pensar en el cambio, para pensar en algo nuevo, para pensar en una unidad superior. 

“También es un modo de desarrollar la compasión por el mundo entero. Tienes que pensar en alguna medida como, de Dios, pero como una vis creativa, la imago viva Dei. No es una ‘imagen de Dios’, es la ‘imagen viva de Dios’, y es la idea de un poder que se supone que está dentro de tu alma, en tu corazón. Y toda la idea, no es un concepto estático. ¿Cómo consigues la coincidencia de los opuestos? ¡A través del cambio! Y ese cambio es algo que es un proceso de perfeccionamiento, en el que los diferentes elementos trabajan entre sí en contrapunto, a manera de una fuga. Piensen en una fuga: cómo se desarrolla una gran fuga, en donde un elemento conduce al otro de manera legítima, y el conjunto se mueve hacia un plano superior. ¡Es un método de pensamiento! 

“Y como la mayoría de la gente es o bien nominalista, o bien positivista, o bien empirista o, bueno, se puede hacer más larga esta lista, ¡la mayoría de las personas no piensa de modo apropiado! Todo el método de Lyndon LaRouche, se trata de alejar absolutamente a la gente de la certeza sensorial, apartarla de todos estos defectos del pensamiento... 

“Y yo estoy profundamente convencida, de que si no hacemos a la gente mejores personas, pueden olvidarse de todo. La idea es llevar a la gente a pensar en la humanidad en su conjunto, en el universo como totalidad…. ¡En eso Lyn era perfecto! Él viajaba a cualquier país del mundo, y reunía a personas de todos los ámbitos sociales, y ellos ni siquiera pensaban en que políticamente eran opuestos, porque escuchaban a Lyn, porque él les hablaba de tal manera que todos estaban completamente cautivados por la sabiduría que expresaba Lyn.

 

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