Acciones ejemplares para la humanidad de China y Rusia
22 de mayo de 2021 — Ayer muy temprano entró en efecto incierto el cese al fuego entre Israel y el grupo Hamas, luego de 11 días de lucha, que causó una espantosa destrucción en Gaza. Hasta la noche anterior, habían muerto 232 palestinos, 1.700 heridos; 12 israelíes muertos y 335 heridos. Este baño de sangre es el legado del impacto de una política de larga data del imperio británico en la región, que ha llegado al punto de la desintegración económica y social, y de personalidades asesinas como Benjamin Netanyahu.
A las pocas horas del cese al fuego, China anunció un paquete de ayuda para Gaza de $1 millón de dólares y de 200.000 dosis de vacunas contra la COVID-19. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció que China, que preside este mes el Consejo de Seguridad de la ONU (CSONU), hará de esto una prioridad, para intervenir por medio del CSONU y como nación de apoyo, para que se tomen medidas para que se logre la solución de los dos Estados para Israel y Palestina.
En cuanto a lo que hay que hacer para garantizar la supervivencia y el desarrollo económico en la región más amplia, además de la ayuda de emergencia que necesitan urgentemente en Gaza, Siria, Yemen, Iraq, Afganistán y en otras partes, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, realizó en marzo una gira por seis Estados del gran Golfo Pérsico, donde abordó los programas económicos en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. En consonancia con esta perspectiva, Rusia ya está actuando en Egipto con la construcción de una planta de energía nuclear en El Dabaat, y en otros proyectos. China e Iraq tienen planes de infraestructura pendientes.
Rusia, en un escenario completamente diferente esta semana, también tomo una iniciativa distintiva en beneficio general. En Reikiavik se llevó a cabo el jueves 20 la sesión final de del Consejo Ministerial del Ártico de este año, formado por las ocho naciones cuyos territorios más al norte llegan hasta el Ártico. El Secretario de Estado de Estados Unidos, Tony Blinken, en diferentes momentos optó por lanzar acusaciones contra Rusia. Pero Rusia, que desde ayer, asumió la presidencia rotativa de dos años del Consejo del Ártico, anunció su apoyo al fomento de la colaboración en el Ártico. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que en cuanto las condiciones lo permitan, debería convocarse una Cumbre del Ártico, donde se consideren todas las cuestiones, entre ellas la forma de frenar la militarización del Ártico, para su revisión y cooperación, no para el conflicto.
Helga Zepp-LaRouche, presidente del Instituto Schiller, en su videoconferencia semanal, se refirió a Rusia y a China como “un modelo muy atractivo” en términos de sus iniciativas. Antier, el Presidente Xi Jinping y el Presidente Vladimir Putin hablaron en un evento por internet para inaugurar el inicio de la construcción, entre los dos países, de cuatro reactores nucleares en China, dos reactores en dos centrales nucleares.
“Es muy reconfortante”, señaló la señora Zepp-LaRouche, “porque el Presidente Putin y el Presidente Xi Jinping decidieron celebrar la colaboración de China y Rusia en la construcción de estos cuatro reactores nucleares, con la ayuda de tecnología rusa, no solo la construcción como tal, sino hacer de esto un momento de inicio de una contribución mucho mayor de los dos países para trabajar en mejorar la innovación para toda la humanidad. Y Xi Jinping, en particular, dijo que quieren hacer una contribución decisiva a esa transformación.
“Yo creo que eso es sumamente importante: Porque si estos dos países, uno que es una de las dos potencias atómicas más grandes, o sea, Rusia; y China que es la segunda economía más grande, y que además está convirtiéndose en una fuerza militar considerable, si estos dos países deciden que van a seguir un rumbo hacia la tecnología avanzada, una mayor densidad de flujo energético; el hecho es que, dado que su actitud es compartir un gran número de proyectos, una gran cantidad de tecnología con los países en desarrollo, esto se está convirtiendo es un modelo muy atractivo. Creo que verdaderamente destroza al Nuevo Trato Verde, y creo que es un buen ejemplo de cómo puedes hacer las cosas de una manera completamente distinta”.
En la Cumbre Mundial de la Salud que se llevó a cabo en Roma, Italia, con participación internacional por internet, el Presidente Xi hizo una declaración donde expresó valores universales. El acto, que fue patrocinado por la Comisión Europea, y la presidencia italiana del Grupo de los 20 (G20), hubo docenas de ponentes de gobiernos, de instituciones internacionales, multinacionales, y expertos en salud. El Instituto Schiller el 14 de mayo, emitió una declaración para su difusión internacional antes de este evento, para que se entendiera mejor que lo que se requiere como programa global para pelear contra la pandemia, y contra las crisis relacionadas, es una movilización para lograr la plena seguridad sanitaria en cada nación, y no solo suministros médicos y acciones temporales.
El Presidente Xi, además de prometer $3.000 millones de dólares en los próximos tres años, para ayuda médica y socioeconómica, planteó cinco puntos como cuestión de principio: Uno, “debemos dar prioridad a las personas y sus vidas”. Dos, debemos de actuar sobre la base de la ciencia, y tomar todas las medidas epidemiológicas y económicas necesarias. Tres, debemos de permanecer juntos; tenemos un futuro compartido. Cuatro, defender la equidad; rechazar el nacionalismo el estigmatismo en las vacunas; las vacunas deben ser un bien global. Cinco, una gobernanza adecuada significa establecer medidas de contingencia y la capacidad logística para responder a las crisis.
En conclusión, el Presidente Xi hizo un llamado para que “construyamos una comunidad mundial de salud para todos; un futuro más brillante para la humanidad”.
Archivo de Comentario Editorial y Actualidades
