¿Buscan Kamala Harris y Samantha Power obligar a los centroamericanos a huir de sus países?
25 de mayo de 2021 — Mientras el gobierno de Biden está financiando a los banqueros opositores al gobierno de López Obrador en México a través de la Agencia para el Desarrollo Internacional del Departamento de Estado (USAID), a la misma agencia le fue asignada la misión de financiar a las ONG de oposición que buscan agresivamente derrocar los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras en Centroamérica, como su única “estrategia” política para detener la migración hacia Estados Unidos desde esa región. Nada de ayuda económica para el desarrollo, ni vacunas contra el COVID, sino luchar contra la supuesta “corrupción autoritaria”.
El 21 de mayo, el gobierno de El Salvador fue objeto de los ataques de Samantha Power, una de las más importantes artífices de la política de “cambio de régimen” de Obama que destruyó el Suroeste de Asia, y dirige ahora, desde mediados de este mes, la USAID. Power anunció que la USAID va a “reorientar la ayuda” a la Asamblea Legislativa de El Salvador, la Corte Suprema y la Policía Nacional Civil, para financiar en su lugar los esfuerzos de la “sociedad civil local y organizaciones de derechos humanos” para garantizar la supuesta “gobernanza democrática”, cuya supuesta falta se considera “la causa fundamental de la migración irregular desde Centroamérica”.
El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, denunció el fraude de esta maniobra en un tuit del 21 de mayo: “Si se le pregunta a CUALQUIER salvadoreño en la frontera de Estados Unidos cuál es la razón por la que huyó de su país, el 99,9% de ellos responderá: 1) La falta de trabajo, 2) La inseguridad. Es muy revelador que USAID haya decidido dejar de financiar... ¡la seguridad! ¿El verdadero plan es crear más inmigración?” (https://twitter.com/nayibbukele/status/1395874772475686913).
Tres días después, la vicepresidente Kamala Harris, a cargo de la estrategia del gobierno de Biden para combatir la migración, se reunió con un grupo de activistas judiciales guatemaltecos que fueron invitados a la Casa Blanca, para preparar su visita de junio a ese país. Ella les dijo que la estrategia contra la migración está basada en el “conocimiento de que entre las causas de fondo está la cuestión de la corrupción y la desintegración o violación del Estado de derecho… Quiero subrayar también una cuestión, y es que la corrupción es también un elemento disuasorio a la inversión económica y financiera en la región, una disuasión importante”. Esto no es más que una amenaza de cortar la inversión en cada uno de estos países que no siga las “reglas del juego” dictadas por Wall Street.
Quizás llegó el momento para que los patriotas centroamericanos organicen audiencias sobre el papel de Wall Street en el servicio a los carteles del narcotráfico que están destruyendo la vida en sus países, mientras que simultáneamente utilizan sus ganancias del lavado de dinero para comprar a muchos líderes políticos y partidos de Estados Unidos.
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