El Kremlin y la Casa Blanca califican la cumbre como una oportunidad para hablar, sin grandes expectativas
27 de mayo de 2021 — El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, le dijo a los periodistas acreditados en Moscú ayer que “también sería erróneo restar importancia a esta reunión”, aunque es “poco probable que ya desde el primer encuentro las partes encuentren un terreno común en los temas que causan profundas divisiones”, informó la agencia rusa TASS. Peskov especificó que “lo importante es que los Presidentes tendrán la oportunidad de intercambiar opiniones y comparar sus posiciones sobre cuestiones de interés mutuo, que son importantes para el mundo entero. Entre otros la estabilidad estratégica y las cuestiones sobre control de armamento”.
De manera similar, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, había declarado el día anterior a los periodistas que las conversaciones francas pero respetuosas mantenidas para preparar la cumbre, entre él mismo y el secretario de Estado, Blinken, y entre los dos titulares de la Seguridad Nacional, Nikolai Patrushev y Jake Sullivan, “nos permiten esperar que el establecimiento de un diálogo serio y concreto sobre problemas prácticos, no fingidos, sobre amenazas y riesgos comunes, nos permitirá contar (si ambas partes se esfuerzan) con la eliminación de ciertos elementos irritantes. Esto no será rápido ni fácil”, advirtió. Existen “serias y profundas diferencias” entre los dos países en asuntos internacionales y bilaterales.
Los comentarios de la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en la rueda de prensa del martes 25, tuvieron un tono similar. Dijo que el gobierno de Estados Unidos espera que se dedique “una buena cantidad del tiempo” a discutir “la estabilidad estratégica, hacia dónde va la agenda de control de armamento tras la ampliación del Nuevo START”, y que Biden planteará la cuestión de Ucrania y Bielorrusia. Washington espera “conversaciones difíciles”, pero ve las conversaciones “como una oportunidad para avanzar… hacia una relación más estable y predecible con Rusia”, dijo. También informó que, dado que aún faltan tres semanas, “podría haber una gama de asuntos que podrían discutir” los dos Presidentes.
Es de esperar que los intereses imperiales británicos intenten crear durante las próximas tres semanas “casos” que puedan descarrilar la cumbre. El cuerpo de prensa estadounidense ya estaba machacando contra la idea misma de realizar la cumbre, con preguntas para Psaki tan cargadas como “¿Qué mensaje le transmite a los adversarios de Estados Unidos el que Biden celebre una cumbre con el Presidente Putin?”.
Pero como le dijo a la agencia TASS el 25 de mayo el primer vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Consejo de la Federación de Rusia (la cámara alta del poder legislativo) Vladimir Dzhabarov, “la reunión es importante no solo para Rusia y para Estados Unidos sino también para el mundo entero. El mundo está preparado para ello. Puede ser que no sea suficiente para resolver todos los problemas, pero allanará el camino para la mejora de nuestras relaciones”.
Según Peskov, todavía se está estudiando en qué lugar de Ginebra se celebrará la reunión.
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