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Justicia poética: el fascista ex ministro del Interior de Bolivia, fue arrestado en EU por lavado de dinero y casos de soborno 

28 de mayo de 2021 — El 21 y 22 de mayo, el FBI arrestó al ex ministro del Interior de Bolivia, Arturo Murillo, a su ex jefe de gabinete, Sergio Méndez, y otras tres personas bajo cargos de soborno y lavado de dinero, en un mecanismo relacionado con el intento por parte de una compañía con sede en Florida de garantizar para sí un contrato de $5,6 millones de dólares para suministrar gas lacrimógeno y otros equipos no letales para el Ministerio de Defensa de Bolivia. Murillo llevó a cabo esta actividad entre los meses de noviembre del 2019 y abril del 2020, durante el gobierno de Jeanine Áñez, quien se hizo ilegalmente del poder en noviembre del 2019, con un golpe de Estado en contra del Presidente Evo Morales. Ese golpe de Estado fue orquestado directamente por el Secretario de Estado Mike Pompeo, del Departamento de Estado de Estados Unidos del gobierno de Trump. Y apoyado por la burocracia de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Los tres bolivianos involucrados en esta tranza son  Murillo, Méndez, y otra persona; les pagaron $602.000 dólares en sobornos que sus socios estadounidenses luego trataron de lavar para ellos en cuentas de bancos estadounidenses y bolivianos, arreglando subsecuentemente un pago en efectivo de $582.000 dólares a Murillo y a Méndez. 

Como dice el dicho, no le podía haber sucedido a un tipo más apropiado. Murillo es un fascista declarado y un rufián racista que ordenó una represión brutal en contra de los partidarios indígenas del Presidente Evo Morales, en la que fueron asesinadas docenas de personas, y el estuvo a cargo de los encarcelamientos y la persecución a ex miembros del gabinete de ministros de Evo Morales por cargos completamente fabricados. Él fanfarroneaba de su vínculo estrecho con la CIA y con otros miembros del gobierno de Trump. El nivel de corrupción de Murillo fue tan obvio que incluso el mismo fiscal general de Áñez comenzó a investigar el acuerdo que este hizo con la compañía estadounidense con el fin de proveer gas lacrimógeno a un precio sumamente abultado. Incluso antes de que el actual Presidente de Bolivia, Luis Arce, ganara de manera rotunda las elecciones presidenciales de octubre del 2020, Murillo se fue del país y se refugió en Estados Unidos, sabiendo que la victoria de Arce era segura, y que él fuese perseguido era solo una cuestión de tiempo. 

El ministro del Interior de Bolivia actual, Eduardo del Castillo,  anunció en una conferencia de prensa el 26 de mayo que le está pidiendo a Estados Unidos que extradite a Murillo y a Méndez de manera que puedan ser enjuiciados en Bolivia.

 

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