Protosevich es claramente un peligroso agente neonazi de inteligencia occidental
28 de mayo de 2021 — ¿Quién es el personaje de oposición en Bielorrusia, Roman Protasevich, que estaba a bordo del vuelo que el gobierno de Bielorrusia “secuestró”, en ruta desde Atenas a Vilna? De acuerdo con un informe de la agencia de noticias rusa RT de 2017, Protasevich recibió una beca de periodista de una organización no gubernamental checa y, en el mismo año, también trabajó para la emisora estatal de Estados Unidos Radio Liberty. En abril de 2018, Protasevich hizo un viaje a Washington, donde él afirma que visitó al Departamento de Estado de Estados Unidos para mantener reuniones. Luego trabajó en Euroradio, financiada por la USAID, hasta el final de 2019. En diciembre de 2019, Protasevich emigró a Polonia, donde solicitó asilo político. En Polonia se involucró en el proyecto NEXTA. RT informa que NEXTA organiza y orquesta protestas en Bielorrusia y Rusia con el respaldo de expertos occidentales en cambios de régimen. NEXTA acaba de empezar a contratar personas en internet para un programa de entrenamiento a voluntarios bielorrusos para llevar a cabo actividades para un golpe de Estado en el país. También publica detalles personales de funcionarios de seguridad de Bielorrusia, dejándolos expuestos a ataques.
Protosevich trabajó con NEXTA desde febrero de 2020 hasta que se separó de su fundador Stepan Putilo a finales de septiembre. Después se mudó a Lituania, donde colaboró con el personal de campaña de la ex candidata presidencial Svetlana Tijanóvskaya.
Entre 2011-2012, Protasevich coordinó grupos de protesta en medios sociales, como el grupo “Estamos hartos de Lukashenko”. En 2011, se unió a la organización nacionalista bielorrusa “Frente Joven”, en la que se convirtió en un miembro destacado de alta jerarquía. Para finales de 2013, estaba en Kiev, donde formó parte en las protestas de Maidán y en la destrucción del monumento de Lenin en Kiev el 8 de diciembre. Para 2014, estaba en Ucrania del Este como “voluntario”, haciendo videograbaciones e informando desde el “frente”. Otras fuentes afirman que recibió un breve entrenamiento de combate del Batallón Azov, el grupo paramilitar neonazi, y trabajó en su servicio de prensa. Según el portal FOIA Research (un portal que ofrece información producto de la Ley de Libertad de Información), Protasevich era un simpatizante de una unidad de extrema derecha bielorrusa, el destacamento Pahonia, que envió luchadores a Ucrania del Este, y participó en las protestas por el grupo “Bloque Negro” en Bielorrusia a inicios de 2017.
Así que, aunque sea un poco exagerado, afirmamos que Protasevich es un obvio agente de inteligencia occidental actuando contra el gobierno de Bielorrusia a partir de sus propias declaraciones y acciones. Esto ofrece, por lo menos, la misma justificación por la que actuaron las autoridades de Bielorrusia tal como la Casa Blanca de Obama hizo en 2013, cuando obligó a aterrizar al avión del presidente de Bolivia Evo Morales, intentando arrestar a Edward Snowden, quien él creía que estaba en el avión. Snowden no estaba a bordo ¡pero el presidente Morales sí!
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, comentó sobre la hipocresía de los europeos y de Estados Unidos en sus posturas de indignación por los actos del gobierno de Bielorrusia, en su página de Facebook lo siguiente: “Es impactante que Occidente describa el incidente en el espacio aéreo de Bielorrusia como ‘impactante’… O todo tiene que impactar: desde el aterrizaje forzoso del avión del Presidente boliviano en Austria a solicitud de Estados Unidos hasta el aterrizaje del avión bielorruso con activistas anti Maidán a bordo 11 minutos después del despegue en Ucrania. O no deberían escandalizarse por el comportamiento similar de otros. El uso de la información y de las campañas políticas para moldear la percepción de los medios de comunicación ya no tiene el efecto deseado: Internet recuerda todos los casos de secuestros violentos, aterrizajes forzosos y arrestos ilegales llevados a cabo por los ‘guardianes del orden y de la moral’ ”.
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