Irán auspicia un evento en la ONU para denunciar el impacto de las sanciones unilaterales sobre los sistemas de salud y el desarrollo
5 de junio de 2021 — La Misión Permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) auspició un evento virtual el jueves 3 de junio para denunciar los efectos de las “Medidas Coercitivas Unilaterales” (MCU) –-o sea, las sanciones— sobre los sistemas de salubridad y la ayuda humanitaria de varios países, lo cual constituye lo que el embajador de Irán Majid Takht Ravanchi, calificó de “crímenes contra la humanidad”. El representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, quién también patrocinó el evento, se refirió apropiadamente a las MCU como “el siguiente nivel de armas silenciosas de destrucción masiva en el campo de la salud pública”. Los otros patrocinadores del evento fueron las representaciones de Cuba, Zimbabue y Siria, en el que también participaron representantes de China, Rusia, el Reino Unido, Estados Unidos y el Consejo de la ONU para los Derechos Humanos.
Ravanchi fustigó el pretexto falaz de que en el régimen de sanciones hay excepciones para las transacciones financieras con fines humanitarios, y señaló que eso solo es verdad “en el papel”, según la reseña de la agencia de noticias iraní Tasnim. En medio de la pandemia de Covid-19, explicó, la salud de los iraníes se ha visto afectada severamente debido a que las sanciones hacen imposible obtener medicinas y los suministros médicos necesarios para el tratamiento contra la Covid, así como para otras dolencias. El embajador Zhang Jun, representante permanente de China, señaló que “las sanciones unilaterales son ilegales”, y son “hechas por el hombre”, y se deberían de suspender para poder satisfacer las necesidades humanitarias y para mantener el multilateralismo.
La discusión se centro en el hecho de que las sanciones unilaterales violan los derechos humanos al obstruir el acceso a los sistemas actualizados de salubridad, a la tecnología y a la ayuda humanitaria, necesaria para sostener la infraestructura global, según la reseña de la cadena noticiosa rusa Sputnik. El impacto sobre los sistemas internacionales de salubridad ha sido particularmente agudo durante la pandemia de la Covid. Los panelistas del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, explicó también que esa obstrucción de la ayuda humanitaria afecta negativamente al derecho al desarrollo que tienen todas las naciones, el acceso a la atención médica y al derecho a la autodeterminación, lo cual es una violación de los derechos humanitarios y programas establecidos en la Carta de la ONU y en el Consejo de Derechos Humanos. Los representantes de Rusia, China e Irán instaron conjuntamente a Estados Unidos, el Reino Unido y a la Unión Europea y otros países cesar de imponer las Medidas coercitivas unilaterales por su impacto en los sistemas de salubridad en las naciones a las que se les imponen.
El representante alterno de la misión rusa, Dmitry Chumakov, señaló que las sanciones se utilizan por motivos políticos, y para ello puso el ejemplo de las sanciones impuestas a los equipos de médicos cubanos que proporcionan asistencia médica a países cuyos sistemas de salubridad no les permite proporcionar el cuidado adecuado a sus poblaciones durante la pandemia. También denunció el efecto de las sanciones a Siria, cuyo embajador Bassam Sabbagh, declaró que “cualquier mención de excepción humanitaria es una ilusión creada para desviar la opinión pública de la injusta realidad que causan esas acciones”, informó Sputnik.
Zamir Akram, el relator principal del Consejo de Derechos Humanos, afirmó que “la cuestión de la salud es un aspecto fundamental de los derechos humanos reconocidos internacionalmente. Los países tienen el derecho a cooperar entre si para asegurar el desarrollo y eliminar los obstáculos al desarrollo”. Señaló que la resolución 39/9 de la ONU, es un instrumento obligatorio para abordar judicialmente el impacto que tienen las MCU en el derecho al desarrollo y sugirió que este es uno de los medios de combatir el impacto negativo de las sanciones. El primer secretario de la misión del Reino Unido ante la ONU, David Kinna, alegó patéticamente que las sanciones solo se utilizan como una “herramienta de política exterior selecta para disuadir un comportamiento” y detener las violaciones a los derechos humanos.
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