Go to home page

México y Guatemala sobreviven a la visita de la vicepresidente Kamala Harris 

9 de junio de 2021 — La vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, estuvo de visita en Guatemala el lunes 7, y el martes 8 estuvo en México, para vender el agresivo programa colonial de “cambio de régimen” del equipo de Biden para México y la región de Centroamérica, empaquetado como un plan para supuestamente dizque ocuparse de las “causas de raíz de las migraciones”. Los dos gobiernos, el guatemalteco y el mexicano, comprenden cuál es realmente el juego que se trae Estados Unidos, y detrás de las caras sonrientes y amistosas que todos pusieron durante las discusiones, se mantuvieron las diferencias durante el viaje.

El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le dio una efusiva bienvenida a la Harris a su llegada a México, y luego comentó que el encuentro había sido “trascendente” y “muy agradable”. Sin embargo, el día anterior, AMLO (como es conocido) señaló que si bien las relaciones con el gobierno de Biden son “muy buenas... se entiende que México es un país libre, independiente y soberano y que no permitimos que nadie nos ofenda”. Se refirió a la nota diplomática que México envió al Departamento de Estado de Estados Unidos en el mes de mayo, protestando porque la Agencia Internacional de Desarrollo de EU (USAID en sus siglas en inglés) ha estado financiando a la oposición política a su gobierno en la campaña para las elecciones de medio período que acaban de terminar. De este tema no se va a hablar en la visita de la vicepresidente Harris, dijo AMLO, pero sigue todavía sobre el tapete, y el gobierno de Biden tiene que darnos una respuesta.

Las demás peleas que se pospusieron también son claras. Ambas partes acordaron sostener un Diálogo Económico de Alto Nivel en septiembre próximo, sobre la ampliación de las relaciones económicas bilaterales. La nota informativa de la Casa Blanca sobre las pláticas menciona a la “resiliencia de la cadena de suministros” (más conocida como la cláusula anti- China) entre los “temas clave” que se tratarán en ese diálogo de alto nivel. En el boletín de prensa que emitió el despacho de la Presidencia de México no se menciona ese tema. Y en la nota de la Casa Blanca no se menciona para nada la afirmación de la Presidencia de México de que “ambos países se comprometieron” a defender los derechos de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos; la Casa Blanca solo señala que trabajarán en la reforma de los derechos laborales en México.

Lo que se puede garantizar es que habrá una gran pelea en torno al contenido de la asociación estratégica supuestamente acordada para “abordar la causa de raíz de la migración en Centroamérica”. La nota informativa de la Casa Blanca sobre la cooperación que planteó la Harris con Guatemala es particularmente ofensiva: la primera medida que se tiene que adoptar es la creación de un “Grupo de trabajo anticorrupción”, que estará dirigido específicamente por fiscales y policías estadounidenses, que incluiría una “capacidad de respuesta rápida para desplegar fiscales y policías expertos estadounidenses” a Guatemala, El Salvador y a Honduras, cuando Estados Unidos decida que se tiene que abordar un caso de corrupción. Esta es una nueva versión ampliada de la Operación Lava Jato (autolavado) del Departamento de Justicia en Brasil, con la cual derrocaron a la Presidente Dilma Rousseff y encarcelaron al ex Presidente Lula da Silva.

Por ningún lado se ve la ayuda económica que abordaría realmente las “causas de raíz” de la migración. Ninguna ayuda para construir ferrocarriles modernos ni hospitales o clínicas. El gobierno de Biden prometió algunos dólares para empezar a construir viviendas de bajo costo y unos $6 millones de dólares para ampliar una plantación de bananas que ya existe en Guatemala.

 

Archivo de Comentario Editorial y Actualidades

Volver    Volver al inicio

clear
clear
clear