Diplomacia del ejemplo: Iberoamérica comparte su producción de vacunas
15 de junio de 2021 — Las primeras 400.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca producidas por Argentina y envasadas por México fueron enviadas por la Fuerza Aérea mexicana a Bolivia, Paraguay y Belice: de estas 150.000 van para cada uno de los dos primeros países y 100.000 para Belice, que es un país más pequeño. Otras 811.000 dosis, listas para ser administradas, se enviaron por medio de aerolíneas comerciales a Argentina (después de haber sido envasadas en México), para que se comiencen a administrar. El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, informó que “pronto” deben salir para El Salvador, Honduras y Guatemala 500.000 vacunas, y después de esto algunas más.
La subsecretaria de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de México, Martha Delgado, viajó con el vuelo que llevó las vacunas a La Paz, Bolivia, y dijo en una declaración conjunta que emitió con el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Rogelio Mayta, que “somos un solo pueblo, una sola comunidad”, y estamos más que contentos de que podemos ayudar. Mayta estuvo de acuerdo y recalcó que “somos una sola hermandad”. La cancillería de Bolivia publicó en Twitter su agradecimiento a México, y expresa que Mayta le aseguró a Delgado “nuestro agradecimiento y reconocimiento por la solidaridad que han demostrado con Bolivia#. Expresamos nuestra voluntad de reciprocidad, cuando nos necesiten estaremos para ustedes”.
El subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Maximiliano Reyes Zúñiga, informó en un artículo editorial publicado en El Economista el 13 de junio, titulado, “Solidaridad latinoamericana; diplomacia de resultados”, que México compartirá con el resto de la región la vacuna china Cansino que está en vías de producir y su propia vacuna “Patria”, que se encuentra en estos momentos en la fase 2 de pruebas clínicas. Y luego envió un mensaje contundente a quienes, como el gobierno de Biden y otras naciones del G7, han ignorado las necesidades de otras naciones:
“Esto no es solo el cumplimiento de un compromiso asumido, también implica una visión de solidaridad con América Latina y el Caribe, una diplomacia de resultados, que antepone el bienestar común a los intereses egoístas que a menudo imperan en las relaciones internacionales. Al ayudar a otros nos ayudamos a nosotros. México confía en el poder del liderazgo a partir del ejemplo y que sus acciones beneficiarán no únicamente a las personas que reciban las vacunas, sino que serán una poderosa imagen para que otros países hagan lo propio y sean solidarios también”.
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