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El senador Schumer hace campaña para revivir la esclavitud y rescatar a Wall Street 

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Richard Grasso, el entonces presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, se reúne en junio de 1999 con el también entonces jefe de finanzas de las FARC, Raúl Reyes, en la selva colombiana para hacer "negocios extraordinarios".  Aquí se ven en lo que se conoce como el infame “abrazo de Grasso”. (Foto de ANCOL/Fernando Ruiz)

15 de julio de 2021 -- Este es un boletín de prensa de Diane Sare, candidata independiente larouchista que está haciendo campaña para el Senado de Estados Unidos.

(Rochester, New York) – Diane Sare, la candidata independiente larouchista que está haciendo campaña para el Senado de Estados Unidos, hizo una breve declaración en video para denunciar al senador Schumer por su intento de revivir la esclavitud en Estados Unidos con su proyecto de ley con nueva denominación “The Cannabis Administration and Opportunity Act” (Ley de la Administración y Oportunidad de la Cannabis).

Justo cuando estalla la horrible violencia en Rochester, NY, el otrora pueblo natal del estadista afroamericano, Frederick Douglass, y después de que las muertes por sobredosis de drogas ocurridas en Estados Unidos han aumentado a 93.000 personas en el 2020, un aumento del 30% con respecto a los años anteriores, el senador Chuck Schumer, flanqueado por el vendido senador Cory Booker (demócrata de Nueva Jersey), y un senador de aspecto muy frágil Ron Wyden (demócrata de Colorado), unieron sus fuerzas ayer para promover su legislación para legalizar la marihuana recreativa en todo el país. 

Borrando deliberadamente la distinción entre la despenalización, para eliminar los encarcelamientos masivos y largas sentencias por posesión de marihuana, y la promoción del uso recreativo y venta de la marihuana, utilizaron palabras como “prohibición” y “justicia para las minorías” para disfrazar sus intenciones malvadas, que es esclavizar a los estadounidenses a una peligrosa droga, que es mucho más potente que la hierba de los años sesenta, y que, al contrario de las mentiras de Schumer, ha demostrado tener efectos devastadores en los estados en que ha sido legalizada completamente. 

Schumer afirmó como buen sofista que la “Guerra contra las drogas” ha sido una “guerra contra las personas negras y morenas”, y por lo tanto debe detenerse. 

La verdad es que en realidad nunca se llevó a cabo una “Guerra contra las drogas”, como la que proponía el ex candidato presidencial Lyndon LaRouche. En la propuesta de LaRouche, se habría desplegado a las fuerzas armadas, para utilizar imágenes satelitales de la era espacial para localizar y erradicar cultivos de drogas desde su origen, en cooperación con los gobiernos de las naciones que son los principales productores. Como ha dicho en repetidas ocasiones el denunciante William Binney, ex funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), dado el enorme nivel de vigilancia en el planeta en estos momentos, no hay secretos, sólo hay decisiones de no perseguir el crimen en favor de la recolección de material para chantajear a los dirigentes políticos que desean detenerlo. 

El flanco complementario contra el narcotráfico es encarcelar realmente a los banqueros que son sorprendidos lavando el dinero. No hace mucho tiempo, al banco HSBC lo agarraron lavando $17 mil millones de dólares de dinero del narcotráfico, y ni una sola persona fue siquiera acusada por este delito, mientras que el banco se libró con una simple multa. 

Por último, para eliminar esto realmente se necesita un programa de desarrollo serio. Los pobres que se han visto atrapados en el tráfico de drogas necesitan una oportunidad para convertirse en miembros productivos de la sociedad y producir alimentos y productos básicos que la humanidad realmente necesita. Estados Unidos debería ser un colaborador directo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, de China, para construir corredores transcontinentales de ferrocarril, energía y gestión del agua desde las montañas de Alaska hasta la punta de Argentina. 

Podríamos comenzar esta colaboración trabajando con todas las naciones vecinas a Afganistán (país que produce el 80% de opio a nivel mundial) para garantizar que, en tanto nuestros soldados salgan de esa mal concebida guerra hace 20 años, se ponga en marcha un programa de reconstrucción que sustituya al narcotráfico con una economía plenamente moderna con un ferrocarril de alta velocidad, energía nuclear, agricultura moderna, y sobre todo, un sistema de salud moderno que pueda abordar los problemas de la pandemia y la drogadicción en la región.

 

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