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La brutal política de deportaciones parece estar dirigida solo a los haitianos y a Haití

22 de septiembre de 2021 — La medida que tomó el gobierno de Biden de deportar a Haití a más de 10.000 haitianos que cruzaron a Estados Unidos por Del Río, Texas, está bajo ataque literalmente desde todos los flancos: por los líderes de los dos partidos políticos en el Congreso, los líderes de esos partidos, las organizaciones de derechos civiles y de derechos humanos y por los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Los Ranger de Texas y la Patrulla Fronteriza tienen ahora cerrada la frontera en la parte de Del Río, solo para los haitianos. A los inmigrantes haitianos, quienes en su mayoría vienen de Chile, Brasil o algún otro país de Suramérica y no han estado en Haití en una década, los están montando en autobuses para enviarlos a San Antonio y de allí mandarlos por avión a Haití maniatados, con esposas y grilletes. Los están deportando a Haití sin el debido proceso, que requiere cualquier caso de deportación, según el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Y los están deportando sin llegar a ningún acuerdo con el gobierno de Haití; lo cual es necesario que exista. Con los inmigrantes mexicanos y centroamericanos que son deportados a México o a sus países de origen, se siguen los acuerdos formales previos que hay con los países que los reciben, como sea que se hayan obtenido.

El presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Brandon Judd, le dijo a las gencias de noticias que ellos habían anticipado este problema hace varias semanas, cuando comenzaron los rumores luego del terremoto del 14 de agosto en Haití, respecto a que de nuevo los haitianos podrían recibir estatus de protección temporal en Estados Unidos. Los agentes dicen que ellos le propusieron entonces al gobierno estadounidense que se implementara un plan de refugio temporal y audiencias rápidas; pero fueron completamente ignorados. Judd dice que a los agentes los están utilizando como chivos expiatorios por intentar lo imposible, a saber, “arrear” a miles de personas a la vez, de vuelta al otro lado del río o a los autobuses con unas pocas docenas de agentes a caballo, y que no azotaron ni golpearon a ningún migrante (los vídeos, muestran a varios agentes azuzando a las personas con las riendas del caballo, agarrando, y claramente insultándolos).

Pero golpes o no, apenas marca la diferencia, dado que estos inmigrantes están siendo señalados y tratados esencialmente como si fueran esclavos fugitivos en los días de la Corte Suprema de Roger Taney (de 1836 hasta su muerte en 1864); y a su nación de origen, Haití, le están dando un singular trato especial de total falta de respeto, en contraste con las demás naciones de origen de los migrantes.

 

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