Pistas de investigación en Haití: la conexión con las drogas en el asesinato del Presidente Moïse
13 de octubre del 2021 — La ex primera dama de Haití, Martine Moïse, viuda del Presidente Jovenel Moïse, quien fuera asesinado, introdujo el 11 de octubre una demanda junto con dos de sus hijos, en contra del actual Primer ministro de Haití, Ariel Henry, donde alega que está involucrado en el asesinato de su esposo. El 14 de septiembre, el ministro de Justicia, Rockfeller Vincent, y el Fiscal General, Bed-Ford Claude, habían pedido que Henry fuese arrestado con relación al asesinato de Moïse, sustentando su petición en tres llamadas telefónicas que él hizo, luego del asesinato, a Joseph Felix Badio, sospechoso en el asesinato de Moïse y quien en este momento se encuentra en la cárcel. Todas las personas que menciona Martine Moïse ya están encarceladas, como sospechosos en el asesinato. Sin embargo, es especialmente interesante el caso de Dimitri Herard, quien era el jefe de la seguridad de Moïse en la residencia presidencial la noche del asesinato y no hizo nada para detener al escuadrón que entró en la casa para matar a Moïse. Los últimos acontecimientos sugieren que, más que un motivo político o económico como tal detrás del asesinato, el narcotráfico habría sido un factor clave. Hay que tener en cuenta que Haití es uno de los principales puntos de transbordo de drogas hacia Estados Unidos. Executive Intelligence Review (EIR) está siguiendo esta pista.
Un artículo publicado el 22 de agosto del 2021 en el periódico The New York Times, señala que Dimitri Herard parece haber sido un eslabón de una red de narcotraficantes haitianos (incluidos políticos haitianos) y de elementos corruptos de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que frustraron una redada antidrogas en abril del 2015 que iba a tener lugar en un puerto privado en la ciudad de Puerto Príncipe en donde se había entregado un cargamento de cocaína y heroína. Agentes de la DEA se encontraban en el lugar, pero a consecuencia de elementos corruptos entre ellos, los narcotraficantes se escaparon con cientos si no miles de libras de cocaína y heroína. Herard, quien en ese momento estaba trabajando como seguridad del entonces Presidente de Haití, Michel Martelly, estuvo en el lugar en el momento de la redada de drogas, y fue visto dirigiendo a hombres en jeeps para que cargaran la cocaína y heroína en sus vehículos y se alejaran a toda velocidad. Durante mucho tiempo él ha estado en el centro de las personas investigadas en torno a la redada de drogas del 2015, y ahora es uno de los principales sospechosos del asesinato del Presidente Jovenel Moïse. Él era cercano al cuñado de Martelly, Charles Saint-Remy, a quien también se vio reunirse con altos funcionarios de la DEA. Se sospechaba que los funcionarios de la DEA estaban alertando a Saint Remy sobre las operaciones que tenía previstas la DEA.
Ninguno de los sospechosos en el caso del 2015 fueron arrestados. El ex agente de la DEA, Keith McNichols, quien encabezó la investigación sobre la frustrada redada de drogas, fue testigo de la corrupción de la DEA en Haití, pero cuando trató de hacer llegar su informe a los altos mandos, fue amonestado por insistir en el tema. Él señaló en repetidas ocasiones las graves deficiencias de la lucha antidrogas en Haití. McNichols y su colega de trabajo George Greco, con quien trabajó en la investigación de este caso, en última instancia terminaron retirándose de la DEA, frustrados por las evasivas y la hostilidad que tuvieron que soportar estando en la DEA.
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