La monstruosidad de la COP15 traza sus objetivos genocidas para el 2030
14 de octubre de 2021 — En la antesala de la reunión COP26 que se llevará a cabo desde fines de este mes en Glasgow, Escocia, se inauguró el lunes 11 en Kunming, China, la cumbre sobre biodiversidad de la COP 15 (15ª Conferencia de las Partes) que se prolongará hasta el viernes 15. Los representantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) se reunieron en la primera ronda de conversaciones para debatir un marco de biodiversidad posterior a 2020 que establezca objetivos de protección de los ecosistemas para 2030. El martes 12 hablaron por video el Presidente de China, Xi Jinping, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, y otros dirigentes del mundo; otros participaron en persona. El evento, que fue reprogramado en tres ocasiones, es parte de la campaña de promoción del fascismo verde a través de las instituciones de la ONU, con la cual las élites maltusianas promueven la despoblación por dos vías: 1) en la vía del cambio climático, en nombre de la reducción del sobrecalentamiento de la Tierra; 2) para detener el ritmo de extinción de la vida no humana, y dar a las criaturas no humanas más espacio en la Tierra.
El objetivo organizativo de la COP15 es conseguir un “Marco de la Biodiversidad” paralelo al Acuerdo Climático de París 2015, para apalear a la gente hasta el genocidio. Esta semana es la primera parte del proceso de la cumbre mundial Cop15; la segunda parte se celebrará el próximo mes de mayo en Kunming. Un horrendo proyecto de 12 páginas, publicado en julio pasado, muestra los objetivos y los cálculos, por ejemplo, que para el 2030, el 30% de la tierra del planeta debe estar fuera del uso humano; la superficie de los ecosistemas no humanos debe ampliarse en un 15% para el 2050, etc.
Para darse una idea de lo que está sucediendo en ese aquelarre, en el libro de Klaus Schwab de enero de 2021 sobre el “Capitalismo participativo”, la sobrecubierta del mismo tiene un comentario de la amante de los gorilas, Jane Goodall, quien dice que Schwab es genial por su compromiso con la lucha contra la “doble maldición” de hoy, el “cambio climático y la extinción de la biodiversidad”.
El Presidente de China, Xi Jinping, y el documento oficial de China que se publicó el 9 de octubre, toman el camino de la armonía entre el hombre y la naturaleza. Xi anunció, entre otras cosas, que China creará el Fondo Kunming para la Biodiversidad con 1.500 millones de yuanes (unos $232 millones de dólares) para ayudar a las naciones pobres a cuidar sus tierras silvestres y la naturaleza. China también mejorará su administración de las reservas naturales para convertirlas en un sistema de parques nacionales. China ha estado haciendo gala de su éxito en el cuidado de los elefantes, los tigres siberianos, los pavos reales verdes, etc. Por su parte, Vladimir Putin anunció, entre otras cosas, que Rusia adoptará medidas para proteger sus vastos y hermosos bosques.
Hay que ver los detalles del Marco de la CDB. El 5 de julio de 2021 se publicó el último borrador del documento marco de la cumbre, que se presenta como “un nuevo marco global de biodiversidad, para guiar las acciones en todo el mundo hasta el 2030, para preservar y proteger la naturaleza y sus servicios esenciales para la gente”. Hay 21 objetivos y 10 “hitos” para el 2030 que luego se convertirán en la “Visión 2050”. Son 12 páginas de pura basura maltusiana, en donde destacan las premisas que sustentan la descabellada propuesta de que Estados Unidos encierre el 30% de su tierra y agua para que no se utilice de manera productiva por los seres humanos, de aquí al 2030, y otras medidas similares. Los objetivos parten de la idea de que la humanidad (antinatural) está segregada de la naturaleza, y el espacio de la naturaleza en la Tierra, definido como “ecosistemas naturales”, debe ampliarse en superficie en un 15% desde el momento actual. Se tiene que reducir la tasa de extinción (de la vida no humana) al menos diez veces, “manteniendo al menos el 90% de la diversidad genética de todas las especies”.
(https://www.cbd.int/doc/c/abb5/591f/2e46096d3f0330b08ce87a45/wg2020-03-03-en.pdf).
En particular, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) de la corona británica, se queja de que el proyecto de acuerdo sobre biodiversidad es “poco ambicioso” y “débil en varias áreas clave, como el financiamiento y sobre los impulsores de la pérdida de diversidad”, según la reseña de la cadena noticiosa alemana Deutsche Welle del 11 de octubre. ¿Por qué no matar más gente? Lin Li, la directora de política global del WWF, exige que el nuevo borrador incluya “un objetivo global claro y mensurable para la naturaleza”. Aunque el WWF apoya el plan 30x30 para la tierra y los océanos, ella anhela que “la falta de un hito para reducir a la mitad la huella de producción y el consumo para el 2030 es muy preocupante”. Por su parte, “Amigos de la Tierra” exige que el marco incorpore un “enfoque basado en los derechos”, que garantice la “participación plena e igualitaria” de los pueblos indígenas y las comunidades locales, la equidad global y el financiamiento”.
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