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Putin contrasta el “optimismo conservador” de Rusia y Martin Luther King contra el “wokismo” occidental y la ocultación de la historia

23 de octubre de 2021 — Durante su intervención en la reunión del Club de Discusión de Valdai, el pasado jueves 21, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio una explicación reflexiva sobre lo que necesita una nación y una cultura para hacer frente a la injusticia y avanzar. “La lucha por la igualdad y contra la discriminación se ha convertido en un dogmatismo agresivo que raya en lo absurdo, cuando las obras de los grandes autores del pasado, como Shakespeare, ya no se enseñan en las escuelas ni en las universidades, porque se cree que sus ideas son atrasadas. A los clásicos se les ha declarado atrasados e ignorantes de la importancia del género o la raza… Contrarrestar los actos de racismo es una causa noble y necesaria, pero la nueva ‘cultura de la cancelación’ la ha convertido en una ‘discriminación a la inversa’, es decir, en un racismo inverso. El énfasis obsesivo en la raza está dividiendo aún más a la gente, cuando los verdaderos luchadores por los derechos civiles soñaban precisamente con borrar las diferencias y negarse a dividir a la gente por el color de la piel”.

“Yo le pedí específicamente a mis colegas que encontraran la siguiente cita de Martin Luther King: ‘Sueño con que mis cuatro hijos pequeños vivan un día en una nación en la que no sean juzgados por el color de su piel, sino por su carácter’. Este es el verdadero valor… Cada uno de nosotros es un ser humano. Esto es lo que importa”, agregó.

En cambio, el debate sobre los derechos de género, por ejemplo, se ha convertido en una “fantasmagoría… Cualquiera que se atreva a mencionar que los hombres y las mujeres existen realmente, que es un hecho biológico, corre el riesgo de ser condenado al ostracismo. ‘Padre número uno’ y ‘padre número dos’, ‘progenitor que da a luz’ en lugar de ‘madre’ y ‘leche humana’ en lugar de ‘lecha materna’ porque podría molestar a las personas que no están seguras de su propio género. Repito, esto no es nada nuevo; en la década de 1920, los llamados Kulturträgers soviéticos también inventaron una jerga informativa creyendo que con ello estaban creando una nueva conciencia y cambiando los valores de esa manera. Y como ya he dicho, armaron tal enredo que a veces todavía da escalofríos.

“Por no hablar de algunas cosas verdaderamente monstruosas cuando se enseña a los niños desde una edad temprana que un niño puede convertirse fácilmente en niña y viceversa. Es decir, los profesores les imponen de hecho una elección que supuestamente tenemos. Lo hacen dejando a los padres fuera del proceso y obligando al niño a tomar decisiones que pueden trastocar toda su vida”.

Poco antes había dicho: “Miramos con asombro los procesos en marcha en los países que tradicionalmente se han considerado abanderados del progreso”. Si esa es su elección, es asunto suyo, pero no la hagamos nuestra.

Y concluyó: “Los puntos de vista conservadores que mantenemos son un conservadurismo optimista, que es lo que más importa. Creemos que es posible un desarrollo estable y positivo. Todo depende principalmente de nuestros propios esfuerzos. Por supuesto, estamos dispuestos a trabajar con nuestros socios en causas nobles comunes”.

 

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