22 de enero de 2022 (EIRNS) – Dmitri Trennin, escribió para el Centro Carnegie de Moscú, que sin una solución diplomática que tome en cuenta las necesidades de seguridad de Rusia, la crisis va a tener una escalada mayor y van a “aumentar las posibilidades de que la única salida para ello sea a través del uso de lo que las ‘medidas técnico-militares’ a las que se refieren los funcionarios rusos”. Trenin escribe que después de buscar una asociación más generalizada con Estados Unidos y Occidente, Rusia ha cambiado su conducta en los últimos años, para hacer que Estados Unidos preste atención a sus exigencias de negociaciones. 

Aunque Estados Unidos se ha demostrado dispuesto a conversar sobre seguridad europea y a abstenerse de colocar misiles de corto y mediano alcance en Europa, Rusia ha elevado las condiciones, e insiste en una reconfiguración más amplia de la OTAN y de la seguridad europea. 

“En sentido estricto, solo puede haber una garantía de seguridad en la era nuclear, y esa es la amenaza de una destrucción mutuamente asegurada”, explica Trenin. “Sin embargo, eso tiene sus inconvenientes: en caso de conflicto armado entre potencias nucleares, el bando perdedor puede recurrir al uso de armas nucleares para impedir su derrota, allanando el camino para una escalada que podría llevar a un intercambio de ataques nucleares masivos y a la muerte de la civilización”. 

Pero Rusia exige acuerdos: el fin de la expansión de la OTAN, no más infraestructura de la OTAN, y un retiro de la infraestructura militar desplegada en Europa del Este desde 1997. Trenin no cree que Ucrania y Georgia sean admitidas en la OTAN a corto plazo, y cree que Estados Unidos estaría dispuesto a rechazar la instalación de baterías de misiles en Ucrania. Cree que el número de tropas de la OTAN el Báltico es tan bajo como para no preocupar a Rusia, aunque las instalaciones de defensa antimisiles en Rumania y Polonia son realmente una amenaza para la seguridad de Rusia. 

“Las posibilidades de que Estados Unidos cumpla las exigencias de Rusia en el formato y en el tiempo establecido por Moscú son inexistentes. En teoría, es posible llegar a acuerdos en dos de las tres cuestiones claves: la no expansión y el no despliegue. Pero, cualquier acuerdo de este tipo será de naturaleza política, no legalmente vinculante”, señala Trenin. Pero incluso un acuerdo escrito podría ser modificado por futuros gobiernos, y los hechos sobre el terreno podrían cambiar para garantizar los intereses de seguridad de Rusia, aunque no haya declaraciones formales”. 

Si Estados Unidos o la OTAN insisten en adoptar un punto de vista intransigente, aumentan las condiciones para una guerra nuclear, incluso la que se desate por accidente. 

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