22 de marzo de 2022 (EIRNS) — Bloomberg News informó el 18 de marzo que la falta de liquidez está paralizando a algunos de los mercados de productos básicos más importantes del mundo, en un artículo titulado “Los mercados de productos básicos más grandes del mundo empiezan a trabarse”. Empezando con el mercado del níquel, en el que dos de las compañías comerciales más grandes del mundo (que también son productoras y financistas) han estado a punto de quebrar, la agencia noticiosa señala que “hay signos de contagio a medida que el comercio de otros metales también se desploma. Esto es mala noticia para los fabricantes y usuarios finales ya que podría dejarlos expuestos a oscilaciones de precios más violentas”, debido a la falta de liquidez y a la fuerte demanda de los acreedores que han prestado a los inversionistas especuladores para que paguen ya. “Hay indicios de contagio en los instrumentos especializados que utilizan los comerciantes de la LME [La lonja de Londres] para gestionar los riesgos de los precios… En el caso del aluminio, los operadores dicen que la escasa liquidez está provocando movimientos salvajes en los precios entre los contratos esenciales… Las ofertas de licitación y las demandas están ahora a menudo a cientos de dólares de distancia”. 

Bloomberg se limita en su nota a presentar las pruebas de que “los operadores se están retirando” del mercado, e incluso las empresas que crean el mercado no están participando en los mercados de metales. Pero el caso es que el comercio de las materias primas y productos básicos se lleva a cabo con mediadores financieros que son los que no están participando, porque hay una reticencia de las firmas financieras a confiarse crédito mutuamente, incluso de corto plazo. Y los especuladores que invierten en documentos o derivados financieros de productos básicos, que han invertido en base al crédito de las mismas firmas casas de bolsa y las lonjas, están siendo presionados a pagar los créditos porque han perdido en las apuestas de “comprar barato y vender caro”, porque ya no hay “comprar barato”. 

Esta situación puede llegar a segar el inicio de una crisis de liquidez global a gran escala, es decir, en que los intermediarios financieros dejarán de financiar cartas de crédito o transacciones comerciales en los mercados. Y no se limita a los mercados de metales; lo mismo sucede con el trigo o con los cereales, como reconoce Reuters en un cable titulado “Los precios del trigo se disparan por el temor a Ucrania, pero los agricultores estadounidenses no pueden aprovecharlo”, porque no tienen los medios para hacerlo tampoco.