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El comienzo de lo imposible

28 de marzo de 2022 (EIRNS) — Los atlanticistas operan bajo la ilusión de que su orden mundial puede mantenerse por siempre; que las frases instrumentalizadas como “democracia” y “libre comercio” seguirán dominando; que la bursatilización de la economía puede continuar al infinito; que el “orden basado en reglas” puede mantener su dominio del mundo; que las naciones del mundo se atarán obedientemente las cadenas de la ideología del crecimiento cero; que las tendencias hacia un orden multipolar se pueden aplastar; que el cambio es imposible. 

¿Y qué tal si están equivocados? ¿Está la presa a punto de reventar? ¿Dará inicio lo imposible? 

“Se están configurando nuevos centros de gravedad en las relaciones internacionales”, dijo el ex Presidente de Rusia, Dmitry Medvédev, ahora vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, en una entrevista del 24 de marzo. “Por ejemplo, la República Popular de China, India y la Federación Rusa… El mundo unipolar ha terminado. Estados Unidos ya no es el amo del planeta Tierra”. 

A medida que una serie creciente de sanciones aísla a Rusia de las naciones que deciden aplicarlas (y corta a esas naciones de las mercancías rusas) Rusia se dirige cada vez más a la India, a China, al sudoeste de Asia y a África en sus acuerdos comerciales. La relación extremadamente profunda y “sin límites” entre Rusia y China, que se anunció el 4 de febrero, refleja la fuerza del realineamiento global. 

La semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, visitó Pakistán, Afganistán, India y Nepal. Su visita a la India fue la primera vez en dos años que hace un alto funcionario del gobierno chino, luego de los conflictos fronterizos entre las dos  naciones. El enorme potencial para la cooperación estratégica y económica de estos dos países, los más poblados del mundo, se puede desarrollar a través de la cooperación bilateral y también a través del grupo del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de la Organización de Cooperación de Shanghái. 

El objetivo de Estados Unidos y el Reino Unido, con la OTAN, es destruir a Rusia como país soberano, capaz de elegir una dirección independiente. Incluso sin la operación militar especial en Ucrania, muchas sanciones a Rusia eran prácticamente perpetuas, en virtud de que la condición absurda para retirarlas era que Crimea regresar a Ucrania, cosa que los ciudadanos de Crimea nunca aceptarán ya. 

Los intentos de convencer al mundo en desarrollo de que abandone sus planes para un futuro próspero, para que al contrario cometan un suicidio colectivo verde, han fracasado hasta ahora para lograr sus objetivos perversos, como se vio en el fracaso relativo de la conferencia de la COP26 en noviembre del año pasado. 

¿Se puede detener el impulso creciente para formar una condición de no alineados, de rechazo al dominio unipolar del “nosotros contra ustedes”, de algún otro modo que no sea la guerra? 

La posibilidad aterradora de lo que podría llegar a ser una guerra general nuclear pesa sobre todos nosotros. En la medida en que Rusia haga avances en su operación militar en Ucrania, ¿hasta dónde no va a llegar la “relación especial” angloamericana para impedir un arreglo de paz orientado hacia el fututo, para seguir tratando de destruir a Rusia, a costas de tantos ucranianos como sea necesario? 

El profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Ted Postol, ex asesor del Pentágono y experto en armas nucleares, explicó el peligroso potencial de un guerra nuclear, incluso imprevista y accidental: “lo único que puede hacer [Rusia] para mantener a raya el entusiasmo estadounidense para atacarlos es prepararse para dar una respuesta automática.  Un arma tipo juicio final, aunque no sea eso exactamente, lo dudo, el modo en que lo piensen. Pero una respuesta tipo juicio final, que ocurriría básicamente si toda la dirigencia muere en la fase inicial de un ataque nuclear estadounidense… Bueno, ese es un sistema complicado, en el que pueden ocurrir errores en ese sistema que pueden llevar a una devolución de la autoridad de lanzamiento, con el resultado de lanzamientos en masa que no estaban autorizados… [Esta es una] situación en la que todo es potencialmente mucho más peligroso, porque un accidente podría ocurrir mucho más fácilmente”. 

Toda esta geometría, en la que un accidente podría acabar con la civilización humana, no se puede permitir que continúe. Es hora de dar vida a la aparentemente imposible, pero necesaria, arquitectura estratégica y de desarrollo que exige la naturaleza del ser humano. 

Faltan dos semanas para la conferencia del Instituto Schiller del sábado 9 de abril para establecer esa nueva arquitectura estratégica y de desarrollo. Piensa en qué puedes hacer de manera significativa para que sea un éxito. (Por una Conferencia para Establecer una Nueva Arquitectura de Seguridad y Desarrollo para todas las Naciones (nationbuilder.com)).

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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