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Zepp-LaRouche: “Ucrania es un puente, más que una herramienta”

2 de abril de 2022 (EIRNS) —Está surgiendo en el mundo un nuevo sistema. En realidad no es como reacción al “conflicto entre Ucrania y Rusia, o algún otro suceso actual”. Si es exitoso, no va a tener la forma de la “multipolaridad” ni de la “unipolaridad”. Esa perspectiva esperanzadora de un nuevo sistema responde a lo que Lyndon LaRouche calificó a menudo, a mediados de los años 90, como “el fin de un ciclo de 650 años de historia”. 

Esa fue una transición de 100 años, que comenzó con el repudio por parte de Eduardo III de Inglaterra de su deuda con las casas bancarias Bardi y Peruzzi (en aras de salvar sus almas del pecado de la usura y las prácticas nefastas relacionadas) en 1343, hasta la muerte y renacimiento de Europa, después de 100 años de plagas que acababan con las ciudades, de miseria, superstición y guerra, por medio del Renacimiento del Concilio de Florencia en 1439, cuyo efecto extraordinario y creativo en la humanidad, llevó el progreso humano hacia adelante, con muchos reveses, hasta el día de hoy. Ese Concilio de Florencia, y el nuevo método de organización de la sociedad que encarnó, se produjo en gran medida gracias a la labor del cardenal Nicolás de Cusa. Cusa no sólo fue el fundador del método científico europeo moderno; su método de pensamiento y de diplomacia, llamado la Coincidencia de los Opuestos, y esbozado en su obra La Docta Ignorancia, es el mismo método que aplica hoy Helga Zepp-LaRouche para trabajar en nombre de la definición de un futuro verdaderamente humano.

La coincidencia de los opuestos es, de hecho, un principio superior de ordenación del mundo, y no es ni "unipolar" ni "multipolar". Garantizar el derecho inalienable y cumplir con el deber de una nación de aumentar la prosperidad material de cada individuo y de una población humana cada vez mayor, mediante el acceso universal al progreso tecnológico y la educación universal, sin sanciones viciosas y despobladoras contra los pobres, es la gran tarea a la que se enfrenta la civilización hoy en día. Es la línea divisoria entre el futuro que nos corresponde y la aniquilación, probablemente termonuclear.

La presentación de Helga Zepp-LaRouche el 1º de abril en el programa "Dialogue Weekend" del canal internacional chino de TV, CGTN, en vísperas de la Cumbre China-Unión Europea, definió, en el espacio de tres minutos, el esbozo de una opción programática alternativa, y de hecho, una negación de la geopolítica: una nueva línea de acción mundial para la consideración de todos los participantes en la cumbre, e implícitamente, las poblaciones de sus respectivas naciones. En respuesta a la primera pregunta que se le planteó, la señora Zepp-LaRouche dijo que "la Unión Europea tenía en su página electrónica de antemano... que querían que el tema de Ucrania (fuera) prácticamente el único tema (de la cumbre), y quieren que China medie e influya en Rusia. Pero creo que está muy claro que China no ha querido tomar partido. Sin embargo, dado el hecho de que la economía de la UE está en caída libre, de hecho con la acumulación del Covid, y ahora las sanciones, Europa no está en una posición fuerte en absoluto.

“Y creo que China tiene una concepción, en mi opinión, que se presta a un papel de mediación, y es la idea del Presidente Xi Jinping de un futuro compartido de toda la humanidad. Creo que ese es el concepto más importante en este momento, dado que nos encontramos en una situación estratégicamente más peligrosa que durante la crisis de los Misiles Cubanos, y por lo tanto, lo que realmente necesitamos, y creo que China estaría en una posición única para hacerlo, es proponer una nueva arquitectura de seguridad internacional, que tenga en cuenta los intereses de todos los países del planeta. Porque la razón por la que tenemos la crisis de Ucrania, es debido a la expansión de la OTAN hacia el Este durante 30 años, de lo que Occidente ya no quiere ni hablar, pero la pregunta es, ¿cómo salimos de ella?

“Necesitamos una nueva arquitectura de seguridad, y he propuesto que sea en la tradición de la Paz de Westfalia, que puso fin a 150 años de guerra religiosa en Europa. Y la situación actual, ante el peligro de una guerra nuclear, es mucho más peligrosa incluso que entonces. Y creo que los europeos ignoran totalmente el hecho de que está surgiendo un nuevo sistema, basado en la Organización de Cooperación de Shanghái, los [países del grupo] BRICS, la combinación Rusia-India-China. India se negó a ser arrastrada al bando de Estados Unidos, pero también quiere mantenerse neutral. Y creo que la única manera de salir de esto es que los europeos, y finalmente también Estados Unidos, comprendan que les conviene cooperar con la Iniciativa de la Franja y la Ruta para abordar los verdaderos problemas que preocupan a toda la humanidad, que es que la pandemia no ha terminado.

“Tenemos una crisis de hambruna. Creo que un economista chino dijo recientemente, que como resultado de las sanciones contra Rusia, mil millones de personas corren el riesgo de morir de hambre este año. Así que creo que si China desempeñara un papel de mediación y dijera que todos estos problemas deben abordarse simultáneamente, Ucrania podría convertirse en un puente, en lugar de ser una herramienta geopolítica entre la UE y Rusia, podría convertirse en un puente para la cooperación en el continente euroasiático”. 

Junto a Zepp-LaRouche participó en el diálogo el profesor John Gong, de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía, y conocido por los miembros del Instituto Schiller. Él señaló, tras hablar de lo que creía que querían discutir los líderes de la UE con respecto a Ucrania, que "tenemos que hablar sobre una posición de neutralidad de principios. Eso significa, por ejemplo, que yo sugeriría (que China) se abstuviera de vender armas, que se abstuviera de aportar nada a las fuerzas armadas que luchan contra Ucrania. Ese es el primer principio. Lo segundo es que China debería desempeñar un papel más proactivo en la mediación de una tregua, en la mediación de una solución política en Ucrania. Y en tercer lugar, seguiría manteniendo las posiciones comerciales normales. Porque esto es muy importante. Históricamente, a largo plazo, las sanciones matan más gente que la guerra... en este caso, tenemos la perspectiva de que muera gente, no sólo en Ucrania. Tengo la hipótesis de que si la comunidad internacional no toma medidas, probablemente el mayor número de víctimas de esta guerra serán personas fuera de Ucrania. En otras palabras, si observamos los precios de los cereales, los precios de los alimentos, los precios de los alimentos en Oriente Medio, por ejemplo, en el norte de África y otros países africanos, estos precios elevados, debido a la guerra, tienen obviamente consecuencias, implicaciones para muchos países en desarrollo. Así que creo que es muy importante mantener estas relaciones comerciales normales...”.

A esta perspectiva del Concilio de Florencia y a su concepción de humanidad, se opone la “Nueva Venecia” del programa para la Gran Despoblación, mal llamado el “Gran Reajuste”. Se han desplegado “sicarios económicos”, como el Consejero de Seguridad Nacional Asistente para la Economía Internacional, Daleep Singh, para amenazar a la India. Según el Primer ministro de Pakistán, Imran Khan, también lo quieren tumbar a él. Y Victoria Nuland, el “monstruo de las galletas” de Ucrania, también anduvo hacienda lo suyo en Sri Lanka, todo esto en las últimas 72 horas. Según el Primer ministro Khan, que se enfrenta a una moción de censura este domingo, Estados Unidos le ha dejado claro que debe dejar su cargo, o su nación podría recibir de nuevo el “tratamiento Bhutto”. Esto se refiere a la ocasión en 1976 en que Henry Kissinger le dijo al entonces Primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, que si Pakistán no renunciaba a su programa completo de energía nuclear, en represalia “haremos de usted un horrible ejemplo”; Bhutto se negó y en sus propias palabras, en un documento sacado a escondidas de su celda de muerte, señaló: “El doctor Henry Kissinger, secretario de Estado de Estados Unidos, tiene una mente brillante. Me dijo que no debía insultar la inteligencia de Estados Unidos diciendo que Pakistán necesitaba la Planta de Reprocesamiento para sus necesidades energéticas. En respuesta, le dije que no insultaría la inteligencia de Estados Unidos al hablar de las necesidades energéticas de Pakistán, pero que, del mismo modo, no debería insultar la soberanía y el respeto propio de Pakistán sacando a discusión el asunto de la planta para nada”. La amenaza de Kissinger se cumplió y Bhutto fue ejecutado, pero no fue derrotado. El programa nuclear se mantuvo. Hoy, sin embargo, en un mundo más complejo, y ante una pandemia global mutante potencialmente tan letal como la peste bubónica, debe formarse una unidad superior de Pakistán, India, China, Rusia y otras naciones, incluyendo a un Estados Unidos liberado de la City de Londres, mediante la forma de diálogo llevada a cabo por Helga Zepp-LaRouche en CGTN. Este tipo de diálogo es el que se va a reproducir en tres paneles de Seguridad, Economía y Desarrollo, en la conferencia del Instituto Schiller para convocar una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo para todas las naciones, el próximo 9 de abril. La práctica avanzada de la ciudadanía en tiempos de crisis mundial, comienza con la participación y organización de ese evento, a una semana de distancia a partir de hoy. (Por una Conferencia para Establecer una Nueva Arquitectura de Seguridad y Desarrollo para todas las Naciones (nationbuilder.com)).

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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