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La lucha contra el hambre choca con el orden basado en reglas de la OMC. ¡Urge una nueva arquitectura del desarrollo!

25 de abril de 2022 (EIRNS) —  Salió a la luz el enfrentamiento entre las naciones y mandatarios que defienden las medidas para producir más alimentos para impedir la hambruna, contra los intereses financieros y políticos transatlánticos que insisten en imponer su orden basado en reglas y sanciones para ocasionar más guerras y hambre. La lista informal de los comprometidos con el suministro de más alimentos va desde India hasta Argentina, pasando por África, y también incluye a todos los agricultores de Europa y Estados Unidos que llevan años protestando por el derecho a producir alimentos, y también a los agricultores de Rusia y China. 

Entre los que se oponen a las medidas agrícolas necesarias para producir más alimentos se encuentran el gobierno de Estados Unidos, la Comisión Europea, el G7, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, junto con las redes de financieros especuladores que giran en su órbita, que se esconden especialmente detrás de sus inquietudes “verdes” y de los “derechos humanos” que no tienen que ver con los alimentos. 

India puso esta cuestión en el tapete para todo el mundo, el 22 de abril en Washington, DC. Dos funcionarios representantes del gobierno de India dieron ese día una rueda de prensa, la ministra de Finanzas, Nirmala Sitharaman, y el embajador de India en Estados Unidos, Taranjit Singh Sandhu; salieron a hablar en público al final de la semana de la conferencia anual de primavera del FMI y el Banco Mundial. Sitharaman informó que dijo en varias reuniones del FMI y el Banco Mundial que “países como India, que tienen un potencial para exportar la producción agrícola, en particular cereales, se han encontrado con obstáculos de la Organización Mundial del Comercio”. Ella planteó el asunto de manera muy diplomática, pero de forma severa. India espera que cesen las obstrucciones de la OMC, ya. 

Las “dificultades” que ha puesto la OMC, se refieren a las normas que ha impuesto que prohíben o limitan el derecho y la facultad de los gobiernos a apoyar a sus agricultores, el derecho a mantener reservas de alimentos, a exportar, e incluso el derecho a intentar la autosuficiencia alimentaria. India, China y otras naciones han perdido varias grandes batallas judiciales contra Washington por las reglas de la OMC utilizadas en su contra en los últimos años. Las reglas de la OMC establecen que una nación está fuera de lugar si apoya a sus agricultores, porque esto “distorsiona el comercio” y perjudica a los agricultores de otros países. (Según la OMC, desde 1995, cuando empezó sus operaciones, la seguridad alimentaria solo puede provenir del “acceso a los mercados mundiales”, no de la propia productividad agrícola nacional). 

Ahora es una cuestión mundial de vida o muerte, para potencialmente más de mil millones de personas, dejar de lado las mortíferas reglas de la OMC. 

Sin embargo, la narrativa contra la producción y contra India, desde Estados Unidos, es feroz. La línea es que India está utilizando la “excusa” de alimentar a los países necesitados, con el fin de subvencionar a sus agricultores, y perjudicar a los productores estadounidenses. Por ejemplo, un artículo publicado el 20 de abril en Agri-Pulse, un medio de comunicación agropecuario estadounidense, titulado “India trata de utilizar la guerra de Ucrania para justificar la acumulación de cosechas subsidiadas”. El desquiciado artículo alega que “el almacenamiento de trigo y arroz subsidiado de India ha convertido al gobierno del país en un enemigo de los agricultores estadounidenses productores de trigo y arroz, pero ahora el Primer ministro del país pretende utilizar la crisis agrícola en Ucrania para justificar sus esfuerzos para apuntalar a los agricultores nacionales diciendo que podría acudir al rescate de los países desprovistos de cereales”. (agri-pulse. com/articles/17562-india-tries-to-use-ukraine-war-to-justify-subsidized-crop-stockpiling#:~:text=India%20tries%20to %20use%20Ukraine%20war%20to %20justify%20subsidized%20crop %20stockpiling,-04%2F20%2F22 &text=Indian%20Prime%20Minister %20Narendra%20Modi,rescue %20of%20grain %2Ddeprived%20nations). 

La realidad es que el Estado debe de apoyar a los agricultores en todas partes, para que produzcan en grande, dada la necesidad inmediata. Al mismo tiempo, hay que poner en marcha medidas a más largo plazo para mejorar la agricultura y la seguridad alimentaria en todas las naciones. Pero el gobierno estadounidense y los burócratas verdes de la Unión Europea se oponen. 

Al interior del G7 (los países industrializados dirigidos por Gran Bretaña y Estados Unidos) salieron con la propuesta de una “Alianza para la Seguridad Alimentaria Mundial”, la cual se utiliza como ariete contra China por mantener reservas de trigo. La ministra de (dizque) “Cooperación Económica y Desarrollo” de Alemania, Svenja Schulze, estuvo en Washington la semana pasada para promover su mentada “Alianza”, que ya se ha circulado entre el G7, para el cual Alemania tiene la presidencia rotativa este año. No se han dado a conocer los detalles aún, pero Schulze dijo que su plan tiene como modelo el “Covax”, y plantea que haya un grupo de países donantes que aporten fondos y se dirijan a las naciones más necesitadas para que reciban ayuda alimentaria. Y para empezar, dijo que primero esas naciones necesitadas tienen que culpar a Rusia de la crisis de hambre. Luego Schulze se fue a Líbano, Etiopía y a reunirse con la Unión Africana para explicarles que primero deben de culpar a Rusia. Para nada menciono la palabra “producción”. 

Mientras tanto, algunos países están reaccionando a la realidad, no a las narrativas fatales. En Argentina, el canciller Santiago Cafiero declaró la oposición del gobierno argentino a las sanciones a Rusia y a todos los demás países sujetos a sanciones unilaterales, y declaró que la seguridad alimentaria será un tema prioritario en la Cumbre de las Américas se llevará a cabo este año en Los Angeles, California en noviembre próximo. Cafiero acaba de estar en Roma, donde se reunió con los directivos de la FAO y del Programa Mundial de Alimentos, y siguió su gira hacia India. Dijo el 23 de abril que Argentina, que este año preside la CELAC, está comprometida a hacer todo lo posible para combatir el hambre en el mundo. 

Estos acontecimientos relacionados con la crisis alimentaria son solo una parte del realineamiento mundial que se está llevando a cabo, mientras persiste el conflicto en Ucrania, donde el bloque de la OTAN sigue metiendo armas y haciendo operaciones sucias con el efecto de impedir las negociaciones  y la solución, con lo cual atizan el peligro de una guerra general e incluso nuclear. Esta dinámica subyacente sigue vigente, en contraposición a los movimientos diplomáticos, que esta semana incluyen la visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a Ankara, Turquía, el 25 de abril, luego Moscú y finalmente Kiev. 

La función del Instituto Schiller es fundamental, como foro político abierto para la convocatoria de una conferencia que permita crear una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo. Esta idea tuvo una cobertura destacada en la edición del 18 de abril de la revista nacional china en inglés Beijing Review, que publicó una reseña de la conferencia del 9 de abril. El artículo se titula “Llamado internacional por una nueva arquitectura de seguridad para hacer frente a los problemas globales”, y cita a la fundadora del Instituto Schiller Helga Zepp-LaRouche, y a los demás ponentes. El autor de la reseña, Li Fangfang, señala que “a pesar de las diferencias en cuestiones particulares, todos los oradores coincidieron en que solo una arquitectura internacional de seguridad y desarrollo totalmente diferente de la existente puede hacer tangible el proceso necesario”. (bjreview. com/World/202204/ t20220418_800282381.html). 

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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