27 de abril de 2022 (EIRNS) — Hubo un tiempo en el que la postura de Alemania basada en principios, de no ser nunca parte de la promoción de la guerra, se expresaba, en parte, como un compromiso de abstenerse del comercio de armas, especialmente de las armas pesadas ofensivas, sobre todo cuando el conflicto amenaza o domina. El relativamente nuevo Primer ministro de Alemania, Olaf Scholz, mantuvo esa posición de principios en contra del frenesí de la fiebre bélica que se apoderó de Occidente, esto es, hasta el martes 26 de abril y la reunión en Ramstein. El hecho de que Scholz se haya resquebrajado y se haya sometido no es tanto un problema "alemán" como un presagio de algo mucho peor. Se puede oír el crujido del mecanismo del reloj a medida que avanza ese ominoso paso hacia la medianoche de la confrontación termonuclear. ¿A dónde podemos dirigirnos para encontrar algo sólido, algo positivo, algo humano en los valores culturales, para sacar a la civilización de la vorágine de la hipocresía ciega y el odio a uno  mismo? 

Los milagros son necesarios y no son baratos. Si el precio implica llevar en el corazón algunos de los horrores de este mundo, perder algo de sueño en el proceso, y luchar con el feo problema hasta que la coincidencia superior de los opuestos pueda ser captada y puesta en juego, que así sea. Es más divertido que la alternativa. 

Piensen en las profundas fricciones entre China e India a lo largo de los años. El imperio británico ciertamente lo fomenta. ¿Y si la India se ve obligada a hacer un examen de conciencia al ver cómo se hace de Rusia, su hermano, un ejemplo, y eso la lleva a reconsiderar la opinión de Rusia sobre China? ¿De la declaración conjunta del 4 de febrero del 2022 de los Presidentes Putin y Xi? Consideren que el periódico indio The Citizen se fija en un mundo hambriento, examina la oportunidad moral que tiene la India para transformar la agricultura en todo el mundo y plantea: “Para la India y sus actuales gobernantes, debería ser una buena oportunidad para restaurar el tradicional papel de prominencia de la India entre las naciones del Sur. Será una situación beneficiosa para Rusia, China e India". ¿Oíste que la India le roba el protagonismo a China con esa formulación de que "todos ganan"? ¿Es posible que un día se sienten juntos y se rían de cómo el imperio britanico monocular les jugó una mala pasada? 

Sin embargo, no se puede contar con que los movimientos en la India, en Argentina, en Asia Central, etc., lleguen a florecer plenamente a menos de que el implacable método y el enfoque de Lyndon LaRouche, Jr. y del movimiento al que él dio vida, hagan un claro y contundente llamado. ¿De qué otra manera podrían esas almas bien intencionadas, a quienes impulsa su voluntad de no dejar que el mal triunfe, sacar el valor y la determinación sostenidos para aplastar el imperio de una vez por todas? ¿Para explotar hasta el último defecto, debilidad y estupidez de la arrogancia y la exageración imperial, para aplastar al imperio de una vez por todas? 

La entrevista de Helga Zepp-LaRouche en el programa “World Today” de ChinaPlus Radio y el artículo titulado “¡A producir alimentos para combatir la hambruna, no a la producción de armas para prolongar la guerra!”, esperan tus ansiosas manos.