1º de mayo de 2022 (EIRNS) — “Estos son tiempos que ponen a prueba las almas de los hombres; el soldado de temporada y el patriota fácil, en esta crisis, rehuirán el servicio a su país; pero el que lo resiste ahora, merece el amor y el agradecimiento del hombre y la mujer. La tiranía, como el infierno, no es fácil de conquistar; sin embargo, tenemos este consuelo: cuanto más duro es el conflicto, más glorioso es el triunfo”. 

Estas famosas palabras de Thomas Paine, publicadas el 23 de diciembre de 1776, se produjeron cuando el ejército revolucionario de  George Washington se enfrentaba a un posible colapso mientras acampaba en pleno invierno en la orilla occidental del Río Delaware, frente a Trenton, Nueva Jersey. Tras de haber sido expulsado de la ciudad de Nueva York por las fuerzas británicas en agosto, varios miles de voluntarios de Washington se habían rendido y vuelto a casa, mientras que el resto, que se había alistado para servir hasta el 31 de diciembre, estaba expuesto a marcharse cuando llegara ese día. Era necesario un llamado para inspirar a las tropas, y a la ciudadanía, para un propósito superior. 

De hecho, las palabras de Thomas Paine sirvieron para ese noble propósito, ya que los hombres se leyeron el folleto a sí mismos y entre sí mientras se preparaban para cruzar el Delaware en Nochebuena y cambiar el curso de la guerra hacia la victoria y la libertad. 

Hoy necesitamos aún más esa inspiración, ya que Estados Unidos, y el mundo entero, se enfrentan a la destrucción a manos del mismo enemigo imperial británico al que se enfrentaron Washington y Paine en 1776. Helga Zepp-LaRouche hizo un llamado a Estados Unidos para que vuelva a los principios de aquella Revolución Americana, para derrotar al imperio británico y a la ideología geopolítica del imperio de una vez por todas. 

El mundo está a minutos de un holocausto termonuclear que podría provocar la extinción de la civilización. Los locos y locas en posiciones de poder en Estados Unidos y el Reino Unido, y sus sátrapas pusilánimes en los gobiernos europeos y otros, están librando abiertamente una guerra económica contra Rusia, mientras despliegan miles de millones de dólares en armamento moderno para sus fuerzas ucranianas sustitutas, encabezadas por la brigada nazi Azov. Los dirigentes de ese ejército sustituto fueron colocados en el poder por el gobierno de Obama en la revolución de color de la plaza Maidán en 2014, dirigida por Victoria Nuland y Joe Biden, que ahora llevan las riendas del gobierno en Washington, mientras disfrutan del pleno apoyo del Partido Republicano de la oposición para su programa de guerra genocida, y suicida. Del mismo modo en que los británicos financiaron y patrocinaron el ascenso al poder de las fuerzas nazis en Alemania de los años de 1930, con la intención de utilizar la maquinaria de guerra nazi para destruir a la Unión Soviética, hoy esos mismos nazis son aclamados como héroes por los medios informativos y propagandísticos controlados por Wall Street y la City de Londres, por el corrupto parlamento británico y el Congreso de Estados Unidos, y por los gobiernos de Boris Johnson y de Joe Biden, que siguen las órdenes de las instituciones financieras en quiebra. 

Al igual que los soldados de Washington, la población de Estados Unidos está asustada. Ni una sola alma puede ignorar ahora la realidad de la guerra nuclear que se discute en todos los frentes, y del colapso hiperinflacionario del sistema financiero occidental que está socavando el valor de los salarios y de horros, sin ningún fin a la vista. En este reino del miedo, no hay ningún movimiento significativo contra la guerra. En su miedo, no hay una protesta adecuada contra las sanciones ilegales a Rusia, que hacen un daño menor a Rusia, pero están causando un daño catastrófico en el resto del mundo, incluyendo la amenaza de muerte por inanición de una quinta parte de la humanidad. El senil Joe Biden ofreció $47.000 millones de dólares a las fuerzas armadas sustitutas dirigidas por los nazis ucranianos, mientras que le roba $9.000 millones de dólares al pueblo hambriento de Afganistán. ¿No es esto satánico? 

Estos son realmente los tiempos que prueban las almas de los hombres. El Instituto Schiller ya tiene un folleto en circulación, en la forma de un llamado: “Convocamos a una conferencia internacional para establecer una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo para todas las naciones”, que debe ser firmado y circulado por todos los ciudadanos de todas las naciones que crean, como Federico Schiller, que todos debemos ser tanto patriotas de nuestras naciones como ciudadanos del mundo. (Llamado - Schiller Institute (ES) (nationbuilder.com)). Vea y distribuya la entrevista del Instituto Schiller con el coronel (ret.) Richard Black, cuya cruda y apasionada advertencia sobre la guerra nuclear que se nos viene encima debería provocar que los sumisos dirigentes militares y políticos de las naciones transatlánticas teman a Dios en su insensatez. (schillerinstitute. com/blog/2022/04/26/video-col-richard-black-u-s-leading-world-to-nuclear-war/).