2 de mayo de 2022 (EIRNS) – En una amplia entrevista con la cadena china de noticias Xinhua publicada el 30 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, denunció que con el régimen demente de sanciones que se ha impuesto a Rusia, Occidente está “dispuesto a poner en peligro la seguridad energética y alimentaria de regiones enteras del planeta para satisfacer sus ambiciones geopolíticas”. No hay otra explicación para las desmedidas sanciones antirrusas que Occidente ha impuesto desde el mismo inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania el 24 de febrero, dijo Lavrov. Además, añadió, los círculos gobernantes occidentales “ni siquiera están avergonzados” por el hecho de que sus sanciones ya están afectando a los ciudadanos de a pie en sus propios países, produciendo tendencias económicas decrecientes en Estados Unidos y en la Unión Europea. (mid. ru/en/foreign_policy/ news/1811525/). 

Lavrov expresó confianza en que Rusia superará la turbulencia doméstica ocasionada por las sanciones y podrá estabilizar su economía a través de una serie de medidas. Sin embargo, enfatizó, debido a que Rusia es también un actor responsable en el mercado internacional, sigue “cumpliendo escrupulosamente sus obligaciones en virtud de los contratos internacionales sobre las entregas de exportación de productos agrícolas, fertilizantes, portadores de energía y otros productos críticos. Estamos profundamente preocupados por una posible crisis alimentaria provocada por las sanciones antirrusas” dijo, y se está haciendo todo esfuerzo posible para asegurar las entregas de bienes esenciales, como los alimentos, hacia países asiáticos, africanos, latinoamericanos y de Oriente Medio, para garantizar su desarrollo socioeconómico (énfasis añadido).

A una pregunta de Xinhua, sobre si existe una nueva Guerra Fría, Lavrov señaló el “deseo persistente” de Washington y sus satélites “de imponer un modelo de orden mundial con Estados Unidos como centro para reemplazar la arquitectura centrada en la ONU y el derecho internacional formado tras la Segunda Guerra Mundial, con su propio orden basado en reglas”. Esto no es nada nuevo, explicó, señalando la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, Libia, Iraq, “los intentos de destruir a Siria”, así como el desencadenamiento de revoluciones de color como se vio en el golpe de Estado del 2014 en Ucrania. Es el caso de que cualquier nación que intente perseguir un camino independiente en su política interior o exterior es “cruelmente reprimida”. Y no es solo Rusia. Miren cómo el “pensamiento de bloques” se quiere imponer en la región del Asia Pacífico, con la “pronunciada tendencia anti-China” de Estados Unidos, que también pretende dictar cómo las naciones latinoamericanas deben vivir. 

Por lo tanto, la operación militar especial de Rusia en Ucrania, explicó Lavrov, debe considerarse también como una contribución “al proceso de liberar al mundo de la opresión neocolonial de Occidente, fuertemente mezclada con racismo y un complejo de excepcionalismo”. Los esfuerzos colectivos de Occidente de oponerse al “curso natural de la historia y resolver sus problemas a expensas de los demás están condenados”. ¿Por qué? Porque existe un mundo multipolar, formado por varios centros de toma de decisión. Los países asiáticos, africanos y latinoamericanos se están desarrollando rápidamente. “Todo el mundo está consiguiendo verdadera libertad de elección, incluso cuando se trata de elegir sus modelos de desarrollo y participar en proyectos de integración”. Así que “mientras más rápido Occidente acepte la nueva situación geopolítica, mejor será para el mismo Occidente y para toda la comunidad internacional”.