2 de mayo de 2022 (EIRNS) — El pasado 15 de abril, Robert Scheer entrevistó en su programa Scheer Intelligence Podcast, al académico estadounidense y experto en política exterior Michael Brenner, antiguo profesor en varias universidades (Pittsburg, Texas, Johns Hopkins, SAIS, ETC.), y la publicó con el título de “American Dissent on Ukraine Is Dying in Darkness” (La disidencia estadounidense sobre Ucrania muere en la oscuridad). Brenner cuenta con décadas de experiencia en asuntos internacionales, y en la entrevista ofrece un análisis refrescante sobre lo que hay detrás de la operación militar de Rusia en Ucrania, sobre el verdadero carácter de Vladimir Putin y lo que lo motiva, en contraposición a la caricatura que presentan la mayoría de los medios informativos estadounidenses y occidentales en general. También se centra en la patología, o lo que él llama la psicopatología, que aflige al pueblo estadounidense. Brenner explica que por haberse opuesto al “consenso” y a la narrativa aceptada sobre las acciones de Rusia, y haber contrarrestado la descripción que hacen de Putin como “otro Hitler”, ha sido objeto de ataques vitriólicos por parte de otros académicos y expertos en política exterior, y de otras personas que conoce desde hace muchos años. Los ataques que ha recibido no se parecen a nada que haya experimentado nunca, dijo, con gente que llegó a cuestionar su patriotismo, su cordura, y le acusó de ser un agente de Putin. A continuación, presentamos algunas de sus agudas observaciones (vale la pena leer la transcripción completa de la entrevista, en inglés).

Sobre Putin: “Lo que nos dan es no solo una caricatura, sino un retrato del país y de sus dirigentes, y por cierto, Putin no es un dictador. No es todopoderoso. El gobierno [ruso] es mucho más complejo en su proceso de toma de decisiones… Y el mismo Putin, es un pensador extraordinariamente sofisticado, pero la gente no se molesta en leer lo que escribe, o en escuchar lo que dice.

“De hecho, no conozco a ningún dirigente nacional que haya expuesto con tanto detalle, precisión y sofisticación su visión del mundo, el lugar de Rusia en el mundo, el carácter de las relaciones entre los Estados, con la franqueza y agudeza que él tiene. No es cuestión de creer que esa descripción que ofrece es totalmente correcta, o la conclusión que extrae de ella, con respecto a la política. Pero estás tratando con una persona y un régimen que en aspectos vitales es la antítesis del que se caricaturiza y se acepta casi universalmente, no solo en el gobierno de Biden, sino en la comunidad de política exterior y la clase política en general”. 

¿Qué le pasa al pueblo estadounidense? Brenner se refiere a que defienden el concepto de la “admisión en el mundo del nacimiento providencial de Estados Unidos que nos obliga a considerar a personas como Putin como diabólicas y que constituyen una amenaza tan grave para Estados Unidos como Stalin y Hitler, cuyos nombres aparecen constantemente, así como frases ridículas como genocidio y demás… Creo que tenemos que mirarnos en el espejo… y decir que hemos visto… el origen de nuestra inquietud, y está dentro de nosotros; no está allá afuera, y está llevando a graves distorsiones de la forma en que vemos, representamos e interpretamos el mundo en todos los ámbitos”. 

Brenner señala que en términos de Estados Unidos contemporáneo, “realmente creo que  estamos hablando de psicopatología colectiva. Y por supuesto, la psicopatología colectiva es lo que se obtiene en una sociedad nihilista en la que todo tipo de puntos de referencia estándar y convencionales dejan de servir como marcadores y guías sobre como se comportan los individuos. Y una expresión de eso es el borrón de la historia. Vivimos en el momento existencial, o semana, o mes, o el año o lo que sea. Así que nos olvidamos totalmente, casi totalmente, de la realidad de las armas nucleares”. 

En cuanto a la crisis actual, dice: “Ha tenido que ver con Rusia desde el comienzo. El objetivo de la política exterior estadounidense desde hace al menos una década es hacer que Rusia sea débil e incapaz de afirmarse de ninguna manera en los asuntos europeos. Queremos marginarla, neutralizarla, como potencia en Europa. Y la capacidad de Putin para reconstituir una Rusia que sea estable, que también tuviera su propio sentido del interés nacional, y una visión del mundo diferente a la nuestra, ha sido profundamente frustrante para las élites políticas y las élites de la política exterior de Washington”. 

Brenner tiene otros comentarios muy atinados como esta afirmación: “Creo que hay cada vez más pruebas y ahora totalmente convincentes de que cuando la gente de Biden llegó al cargo, tomaron la decisión de crear una crisis sobre el Donbás para provocar una reacción militar rusa y utilizar eso como base para consolidar a Occidente, unificar a Occidente, en un programa cuya pieza central eran las sanciones económicas masivas, con el objetivo de hundir la economía rusa, y posiblemente y con suerte, ocasionar una rebelión de los oligarcas que derrocaría a Putin”.