13 de mayo de 2022 (EIRNS) — El Primer Ministro de Italia, Mario Draghi, podría hallarse sin gobierno cuando regrese a casa de su visita a Joe Biden del 10 de mayo. De hecho, mientras Biden podría pedirle a Draghi más armamento para Ucrania, la mayoría parlamentaria de Draghi ha dado un vuelco, y ahora se muestra contraria al envío de más armas a Kiev. 

Mientras que la anterior decisión de Draghi de enviar más armas fue aprobada por el Parlamento, la originalmente pequeña oposición se ha convertido ahora en la mayoría. En un principio, solo la izquierda radical y pequeños grupos dentro del M5S (Movimiento 5 Estrellas), la Lega Nord y el propio Partido Democrático (PD) se opusieron a la decisión. Sin embargo, desde las declaraciones del Papa contra la OTAN, la situación ha cambiado radicalmente. El M5S, encabezado por el ex Primer ministro Giuseppe Conte, y la Liga, encabezada por Matteo Salvini, se han manifestado públicamente contra nuevos envíos de armas y a favor de una negociación de paz. La oposición dentro del PD, encabezada por el ex ministro Graziano Delrio, ha crecido hasta el punto de que la dirigencia del PD favorable a la OTAN ha cambiado, simplemente para no perder el control. 

Sorprendentemente, el cambio está dramatizado por un personaje que los lectores veteranos de EIR conocen bien: el financista Carlo De Benedetti, que se cree que es el oligarca que creó el Partido Democrático de Italia. En una entrevista ante el diario italiano Corriere della Sera, De Benedetti pidió desvincular la política exterior de Italia (es decir, de la UE) del eje formado por Washington y Londres; e incluso advirtió de las consecuencias de la inminente crisis alimentaria. Millones de refugiados invadirán Italia desde África, dijo, prefiriendo el riesgo de ahogarse en el mediterráneo frente a la certeza de morirse de hambre. 

Como si estuviera en cola, el secretario general del PD, Enrico Letta, concedió una entrevista al mismo periódico, donde proclama: “Italia, Francia, Alemania, España y Polonia deben movilizarse ahora, unidos, por la paz. Vayan primero a Kiev y luego reúnanse con Putin. No debemos permitir que Estados Unidos nos dirija. Europa ha crecido. Esta guerra es en Europa y Europa debe detenerla”. En general, representa un cambio bastante notable. 

El Parlamento exigió que Draghi presentara un informe al Parlamento antes de ir a Washington; sin embargo, no lo hizo. Si lo hace a su regreso, enfrentará una mayoría sobre el papel que rechazaría cualquier cosa que Biden le haya pedido. Esto no significa necesariamente que el gobierno de Draghi vaya a caer; podría sobrevivir, pero en estado terminal; tampoco significa que Draghi no intente seguir haciendo lo que le dicten en Londres o Wall Street. La creatividad política no tiene límites en Italia. 

En los primeros comentarios públicos de Draghi del 10 de mayo en la Casa Blanca y ante el Presidente Biden, reflejó útilmente su incómoda situación con la combinación de una súplica y un arrebato: “Estamos juntos en la condena de la invasión a Ucrania, en la sanción a Rusia y en las ayudas a Ucrania, como nos pide el Presidente Zelenski. Pero tengo que decirles que en Italia y en Europa ahora, la gente quiere ponerles un final a estas masacres, a esta violencia, a esta carnicería que está ocurriendo. Y la gente piensa qué podemos hacer para llevar la paz. Ciertamente, tenemos que utilizar cualquier canal directo o indirecto de comunicación. ¿Pero, es eso suficiente? ¿Qué podemos hacer? La gente piensa que, al menos quieren pensar, sobre la posibilidad de llevar un alto al fuego y empezar de nuevo algunas negociaciones creíbles. Esa es la situación en este momento. Creo que tenemos que pensar profundamente en cómo abordar esto”.