13 de mayo del 2022 (EIRNS) — El viaje del Presidente Biden a Illinois el 11 de mayo, para dirigir unas palabras de ánimo contra la inflación de la energía y los alimentos, a un grupo de trabajadores y agricultores, ejemplifica la locura de las élites gobernantes de Estados Unidos y Europa sobre la economía, que es una y la misma locura con el malvado plan que persiguen con una OTAN Global. Su intención de destruir a Rusia y contener a China, y ser el gobernante de un mundo unipolar “basado en reglas”, implica destruir lo que queda de la economía transatlántica, y en el proceso, exterminar a Ucrania, y quizás desencadenar la aniquilación nuclear. 

Biden fue a Chicago el miércoles para una reunión con miembros de la Hermandad Internacional de Trabajadores de la Electricidad (IBEW, por sus siglas en inglés), y a la ciudad de Kankakee para una reunión al aire libre con una pareja de agricultores. Su mensaje sobre la inflación, es que lo que estamos viendo son “las alzas de los precios a causa de Putin”. ¿Y su solución? Simplemente ordenar al mar que calme sus olas, como hacía el Rey Canuto: “Produzcan más”. Los trabajadores de la electricidad deberían de estar haciendo cosas como construir “una red de 500.000 estaciones de carga” para carros eléctricos, con el fin de reducir las emisiones de CO₂ y dar empleos. Los agricultores deben duplicar sus cosechas. Esto amortiguará la inflación y ayudará a aliviar el hambre, provocada por Putin, dijo, además de otras locuras. 

La realidad de la energía en Estados Unidos es que la generación de electricidad de base es tan deficiente (gracias al reajuste verde y otros factores relacionados) que este mes las autoridades regionales del sistema de electricidad están prediciendo apagones para el verano, en muchas partes del país. En el sur de Illinois se ha advertido de que habrá apagones y caídas del voltaje, lo que resulta especialmente irónico porque se trata de una zona minera de carbón, y se han cerrado tantas plantas de generación de carbón que ni siquiera los reactores nucleares que quedan en el estado pueden compensar la falta de energía. ¿Espera Biden que cada una de las 500.000 estaciones de recarga eléctrica para autos tenga un panel solar y su propio molino de viento? 

La realidad de la agricultura en Estados Unidos es que los agricultores, en especial las granjas de operación familiar y alta tecnología, sufren el golpe de la hiperinflación y la escasez de insumos, desde los fertilizantes hasta los productos químicos para los cultivos, pasando por las piezas de repuesto para su maquinaria y el combustible diesel, por no mencionar el impacto de los precios en la tienda de comestibles y en el surtidor de gasolina. Los agricultores han ideado formas de utilizar menos fertilizantes, improvisar reparaciones e idear otras medidas de contingencia, durante el tiempo previo a la siembra de este año, que ha sido mucho más tenso que lo normal. Ahora la siembra en Illinois y en la franja agrícola está en pleno apogeo. Por lo tanto, la orden tardía y simplista de Biden de hacer un doble cultivo es una burla. Biden dijo cosas como, “estamos para ayudarlos”, y prometió descuentos en el seguro de cosechas, para inducir a los agricultores a cumplir; y refirió algunas otras medidas igualmente fracasadas. 

La realidad sobre la economía del transatlántico en general se refleja morbosamente incluso en los lamentos del Pentágono por los mentados problemas de la “cadena de suministro” que están frenando la producción de armas para Ucrania. El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, le armó un escándalo al Pentágono personalmente el 11 de mayo. 

Pero este sombrío humor no es una broma, dado el terrible peligro y las consecuencias de la política de fomentar la guerra que la OTAN Global está impulsando. Finlandia anunció formalmente ayer que solicitará su ingreso en la OTAN, lo cual es una provocación mayor a Rusia y desestabilización para Europa. 

En el Indo-Pacífico, Úrsula Von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, estuvo en Tokio y se reunió con el Primer ministro de Japón, Fumio Kishida, para hablar sobre cómo hacer frente conjuntamente a China en el “teatro de tensiones” del Indo-Pacífico. Mientras tanto, en Washington, DC, el gobierno de Biden está recibiendo a los mandatarios de ocho países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), en una visita de dos días para coaccionarlos a alinearse con el nuevo “Marco de Seguridad Económica del Indo-Pacífico” de Estados Unidos, que aún no se ha hecho público, y que tiene que ver con la seguridad geopolítica, pero no con la economía real. Está sucediendo lo mismo que el proverbial globo de plomo. 

Así, en este panorama, el estímulo y el empeño del Instituto Schiller y sus colaboradores es fundamental para una movilización en pro de una nueva arquitectura económica y de seguridad mundial. Las consecuencias de no tenerla se ven, además del sufrimiento y la muerte por la guerra, en la propagación del hambre y la inanición. El último mapa mundial resumido de la inseguridad alimentaria, el término cortés, publicado el 4 de mayo por la ONU y organismos colaboradores combinados (Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, informe anual), informa que de los mil millones de personas que carecen de alimentos suficientes y fiables, 193 millones, en 53 países, se encuentran en la condición más extrema de necesidad, al borde de la inanición. Cientos de millones más le seguirán, a menos de que la situación cambie. 

En este contexto, hoy el Presidente Vladimir Putin hizo importantes observaciones en su discurso ante una reunión de dirigentes de la economía en Rusia. Dijo que la crisis económica mundial “en gran medida está causada por estas sanciones. Quienes las concibieron partieron de ambiciones políticas exageradas y miopes y de la rusofobia, a expensas de sus propios intereses nacionales, de sus propias economías y del bienestar de sus pueblos, como lo demuestra principalmente la creciente inflación en Europa”. Putin destacó la buena noticia de que este verano se espera una cosecha de trigo récord en Rusia, de 87 millones de toneladas métricas, de un total de 130 millones de toneladas de cereales en general. 

Con las ideas de liderazgo adecuadas, podemos construir y producir lo suficiente como para salir de la guerra y la hambruna. Los principios científicos de economía física de Lyndon LaRouche son más necesarios que nunca. Únete a la movilización del Instituto Schiller para detener la guerra y construir un gran futuro. 

Lee y firma el llamado del Instituto Schiller, “Convocamos a una Conferencia Internacional para establecer una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo para todas las naciones” en este enlace: es-schillerinstitute.nationbuilder. com/llamado_del_instituto_schiller