30 de agosto de 2022 (EIRNS) — Uno tras otro, los “mandatarios” occidentales le dicen a sus ciudadanos que no solo la guerra perpetua para defender sus “valores”, sino que la austeridad económica fascista está en el orden del día. Así que aprendan a vivir eso. Y no solo por un invierno, sino para los años por venir. 

“Debemos ser transparentes: los próximos meses serán difíciles; los próximos inviernos serán difíciles; los próximos cinco a diez inviernos serán difíciles”, anunció el Primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, en un mensaje por televisión en cadena nacional por VRT el 24 de agosto. Ese fue el día en que los precios de los contratos a futuro de la electricidad superaron los €400 y €600 euros, los más altos en Alemania. 

Del mismo modo, y en el mismo día, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, le dijo a los ministros de su gabinete que “la era de la abundancia” ha terminado. El gobierno y la economía deben ajustarse para poner fin al “flujo de caja interminable de efectivo… de la abundancia de productos y tecnología… de la abundancia de tierra y de recursos, y también del agua”, les dijo Macron. Se tienen que sacrificar los niveles de vida y la actividad económica en el altar del maltusianismo y del “cambio climático”. 

Dos días después, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, transmitió el mismo mensaje al pueblo estadounidense, aquí con el pretexto de “reducir la inflación”. Esperen “dolor”, y mucho, dijo Powell, invocando la brutal política de austeridad que impuso mediante tasas de interés usureras de hasta el 20% su predecesor en la Reserva Federal entre 1979 y 1987, Paul Volcker. 

Esa política de austeridad fascista, que empujará a miles de millones de personas a la miseria y a otras tantas a la tumba, no se puede imponer “democráticamente”, y estos mandatarios lo saben. La efervescencia social apenas ha empezado, pero va a estallar, no importa cómo pretendan estos gobiernos criminalizar la protesta. 

Así que el pretendido gobierno mundial que se está montando bajo el paraguas de la OTAN Global está publicando listas de asesinatos contra prominentes personalidades mundiales, pensadores y políticos, por el delito de negarse a repetir la “narrativa” de guerra, austeridad y de la denigración de los seres humanos. 

Pero mienten cuando dicen que su política de austeridad y guerra es “necesaria” e “inevitable”. Solo es “necesaria” e “inevitable” en el fracasado sistema de los financieros y oligarcas, los “mil millones dorados”. La historia ha demostrado una y otra vez que la idea que tienen los oligarcas de que, en última instancia todos los seres humanos, excepto unos pocos, se sometan ante el dolor y la fuerza, y puedan asesinar simplemente a los pocos que se nieguen, está muy equivocada. 

La fundadora y dirigente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, de las primeras en la lista negra de la OTAN Global, ha hecho un llamado a realizar la mayor movilización mundial jamás realizada para derrotar este programa fascista. Debemos concientizar a la población en general de la importancia de este monstruoso intento de imponer programas económicos fascistas por medio de las listas negras, dijo ella en una reunión de planificación de los asociados del movimiento larouchista en todo el mundo. Dio un mensaje firme para dar confianza a  las personas con moralidad en todo el mundo para que den un paso al frente: 

“Tenemos que encontrar gente que entienda que, en un momento de crisis de desintegración del sistema financiero, que es el resultado de un sistema neoliberal fallido, del cual advirtió Lyndon LaRouche durante 51 años, que ha favorecido la especulación por encima de la producción real durante décadas, y más recientemente, desde el 2008, ha mantenido y prolongado la esperanza de vida de un sistema totalmente en bancarrota inyectando billones de dólares y euros y otras cosas en el sistema, y que ahora está estallando en la forma de hiperinflación. Además, está lo que el ex Presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, llamaba correctamente los resultados del ‘Gran Reajuste’ y el ‘delirio verde’, que están golpeando con la hiperinflación. 

“Y si esto no se puede discutir, y no se puede discutir el Nuevo Bretton Woods como alternativa, y no se puede discutir nada que sea algo que elimine los motivos del peligro de guerra… la democracia está en el basurero. No se pueden discutir los motivos de la crisis; y no se pueden discutir los motivos de la guerra”. 

En cuanto a la cuestión del peligro de guerra, agregó: 

“Miren, no necesitamos que Putin nos presente una evaluación de inteligencia del por qué estamos al borde del abismo de la Tercera Guerra Mundial. Hemos estado en medio de esa cuestión básicamente porque Lyndon LaRouche tenía un pronóstico sobre el colapso de la Unión Soviética cinco años antes de que ocurriera. Teníamos un análisis de que la reunificación alemana llegaría un año antes de que ocurriera. Fuimos los únicos que salimos con un folleto el 15 de noviembre de 1989 proponiendo lo que finalmente se convirtió en el programa del Triángulo Productivo; que luego cuando se derrumbó la Unión Soviética, pusimos sobre el tapete el programa del Puente Terrestre Euroasiático, como política para evitar la guerra. Y fuimos nosotros promoviendo nuestro programa lo que nos dio la inteligencia; no fue una lectura de hojas de té de los medios informativos rusos o alguna influencia rusa que nos susurró al oído. 

“Nosotros mismos hicimos la inteligencia, porque teníamos un concepto de cómo utilizar la oportunidad histórica de 1989 y cómo utilizar la posibilidad de un orden de paz en 1991 luego del derrumbe de la Unión Soviética. Y toda la inteligencia, o la gran mayoría de ella, que obtuvimos sobre el mundo entero, salió de promover el programa de ‘La Nueva Ruta de la Seda se vuelve el Puente Terrestre Mundial’. 

“Así que la gente debería ahorrarse esta tontería de que estamos repitiendo la propaganda de Putin, porque nosotros tenemos nuestra propia política y programa, y ese programa es ahora el de la mayoría de las naciones del mundo”.